El bar del viejo motel de carretera al que solía ir está lleno de borrachos. Mira a través de la ventana y divisa una pelea que se está produciendo en el callejón de atrás. Sonríe; todo está tal y como lo recordaba.
Pese a ser un lugar lúgubre, sucio y repleto de ex convictos, él siempre se sintió a gusto ahí. Era un buen sitio para cerrar negocios turbios sin levantar sospechas y, quitando alguna redada ocasional, jamás había sufrido ningún percance.
Desvía la mirada a la jarra de cerveza que tiene sobre la mesa y le da un largo trago, seguidamente coge el cigarrillo que hay tras su oreja para llevárselo a la boca.
—¿Hace mucho que me esperas?
Entrecierra los ojos para poner rostro a esa voz que procede de las alturas.
—No te preocupes, me gusta estar aquí y saborear mi libertad. ¿Qué me traes?
—Muchas cosas, amigo, has estado desaparecido demasiado tiempo; además, te recuerdo que todavía tienes una deuda pendiente que te conviene saldar cuanto antes.
Se echa a reír, enciende su cigarrillo y lo observa detenidamente haciéndolo girar entre los dedos.
—De sobra sabes que esa deuda ya no la podré saldar, todo lo que tenía lo he perdido y el producto sigue en paradero desconocido.
Su compañero se echa a reír.
—El producto ha cambiado con el paso de los años, pero está localizado.
—¿Bromeas?
—En absoluto.
Le hace entrega de un sobre cerrado y antes de que Cristóbal pueda abrirlo, añade:
—Hay algo más...
—¿Más?
—Sí. No te vas a creer lo que he descubierto...
—¡Adelante! —Le anima— ¡Cuéntame!
—Está relacionada con la mismísima mafia italiana —su rostro desencajado se alza. Le mira sin acabar de creerse sus palabras—. Uno de los miembros de la familia más influyente de toda Italia se ha encaprichado de ella; en cuanto te diga quién es no te lo vas a creer...
Cristóbal frunce el ceño; conocer ese detalle le ha despertado infinidad de recuerdos del pasado, pero necesita asegurarse:
—¿Estás seguro de que se trata de mi Ingrid?
—Completamente ―asiente sin dudar.
Se pasa las manos por la cabeza, quitándose la boina para dejarla sobre la mesa.
—Vaya, vaya, vaya, esto sí que no me lo esperaba. Mi pequeña es una caja de sorpresas.
—Esto es un golpe de suerte y debemos ser precavidos. No podemos cometer errores.
Sonríe. Guarda el sobre sin abrir en una bolsa y mira atentamente a su leal compañero.
―Y no los habrá ―niega con la cabeza, aún incrédulo por todo lo que acaba de descubrir―. Realmente me parece fascinante cómo todas las piezas vuelven al lugar de origen.
―No dejes que ese detalle desvíe tu atención; esto es algo nuevo.
―Tranquilo, nos tomaremos nuestro tiempo y procederemos con cautela.
Sonríe malévolamente mientras se acomoda en su silla.
―Ciao, Italia, ci ritroviamo di nuovo.
~ F I N ~
Si deseas conocer qué pasa a continuación, no puedes perderte "Ingrid"; los secretos mejores guardados de su pasado, una trama repleta de suspense, emociones y mucho amor que promete no dejarte indiferente.
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Clan Lucci
Любовные романыUna chica con un difícil pasado, trata de pasar página en Nápoles, lejos de todo lo que conoce. En su viaje se encuentra con un hombre que representa todo lo que odia. Obstinada en evitarle, el destino se empeña en acercarles y sin quererlo se ve en...