Peter detuvo sus embestidas dejándose caer sobre el cuerpo de Gwen, agotado del placer que lo consumía. Ella lo abrazó sintiendo como la masculinidad de Peter se hundía más en ella, la rubia le dio un beso en la frente escuchándolo respirar agitadamente y sintiendo sobre su piel el inmenso calor del cuerpo de Peter combinado con el suyo, sintiendo que había fuego entre el contacto de su piel.
—Puedo sentirte Peter —susurró Gwen al oído de Spiderman a modo de seducción —Puedo sentir como fluyes en mí. —Dijo dándole una mordida en la oreja, haciendo que Peter sonriera con soberbia y orgullo.
—Si sigues hablando así voy a volver a correrme —advirtió divertidamente, con el placer aun rondándole por todo el cuerpo. Gwen volvió a morderle la oreja y después le dio un beso en la mejilla.
—¡Hazlo! ¡Sigue! —Pidió Gwen efusivamente —¡No quiero que pares, quiero que sigas y sigas hasta terminar muertos de placer! —Peter sonrió encantado, como si lo hubieran alagado, aunque lo que la rubia le dijo fue mejor que un alago. —¡Llévame a la cama Peter! ¡Allá podremos movernos mejor. —pidió la acalorada voz de Gwen.
—¡Te juro que voy a volver a correrme si sigues así bomboncito! —dijo completamente seducido. El muchacho se levantó del sofá despegando su cuerpo del cuerpo de Gwen, la tomó de la cintura apretándole ligeramente la cadera estimulando sus nervios, llevándola en brazos hasta la habitación donde el sexo fluiría mejor.
Cuando Gwen cayó sobre la cama lo primero que hizo su novio fue meterle la lengua entre las piernas.
—¡Gwen eres riquísima! —balbuceó Peter mientras le lamía los labios de la vagina y Gwen disfrutaba de esa lengua traviesa que la sedaba con su delicioso toque pervertido.
Spiderman lamia, besaba, hundía la cara y movía rápidamente la cabeza, escuchando gemir a la mujer que amaba mientras le saboreaba la feminidad, sintiendo en su boca las partes más sensibles de su novia, disfrutando del contacto de sus labios con esa suave piel que solo le pertenecía a él, pensando en lo suertudo que era al poder estar entre esas piernas, gozándola, y satisfaciéndola como ella se merecía, como solo él podía hacerlo, porque era el único que tenía permiso de estar ahí.
Se emborrachaba con el gozo de tenerla así, con el privilegio de ser él quien succionaba el clítoris de Gwen haciéndola temblar de placer, de ser el único que la había visto desnuda, de ser el único que conocía sus partes, de ser la única persona que tenía sexo con ella. Continuó serpenteando con la lengua para que Gwen gimiera y le temblara el cuerpo, sintiéndola tan suya cada que metía más la lengua en su intimidad, apreciando que el sabor de ella también le pertenecía solo a él.
—Mmmm —la escuchó disfrutar cuando toda su boca cubrió toda esa zona, entonces se le ocurrió algo, quitó su cara de la intimidad de Gwen para rozar la yema de su dedo sobre el clítoris de la muchacha.
—¿Puedo? —preguntó Peter, ansioso de hacerlo, deseando tocarla con cada parte de su cuerpo, ya lo había hecho con su pene, ya lo había hecho con su lengua, ahora quería hacerlo con su dedo, además de que también quería hacerla llegar a otro orgasmo.
—Hoy no preguntes Peter, —balbuceó Gwen perdida en la deliciosa sensación que le causaba su novio —hoy, haz lo que desees con mi cuerpo, hazle el amor a ca... cada una de mis partes, bésalas, lá... lámelas, chúpalas, pero excítate y excítame. —En cuanto Gwen terminó de hablar Peter lo hizo, metiendo un dedo en Gwen, viendo como la espalda de la muchacha se curveaba y su boca se abría como si bostezara. Peter sonrió pervertido comenzando a mover el dedo dentro de ella, intensificando el placer que provocaba en su rubia, observándola retorcerse al estar en su punto.
—¡OH PETER! ¡OH! ¡Spiderman! —la chica se mordió el labio al sentir un segundo dedo dentro de ella. El castaño movió más rápido los dedos deleitándose con lo que eso causaba en Gwen, luego decidió sacarlos y meterlos rápidamente, una y otra vez. —¡OH PETER! ¡OH PETER! ¡OH! ¡OH! —Gwen gemía muy fuerte, provocando con sus jadeos al muchacho, que movía cada vez más rápido la mano, jugando con sus dedos en ella, pero verla tan excitada lo prendió él también, por lo que sacó sus dedos y volvió a penetrarla —¡MMMM! —Gimió sonoramente la rubia, quien se aferró a las mantas de la cama cuando volvía a ser el pene de Peter el que entraba y salía de ella —¡OH PETER! ¡MI PETER! ¡NO PARES! ¡OH! ¡OH! ¡OH PETER! ¡PE...TER! ¡OHHHH!
Entonces Gwen se corrió y Peter se detuvo, porque él también volvía a correrse, de nuevo cayó rendido sobre Gwen mientras su semilla se esparcía por segunda vez esa noche en el interior de su novia. Su cabeza quedó sobre sobre los pechos de la rubia, el joven súper héroe estaba agotado y su novia estaba tendida entre las sabanas con el cuerpo cubierto en sudor, y la intimidad ardiéndole en el placer del éxtasis al que había llegado junto con su amando.
ESTÁS LEYENDO
Una segunda noche
Roman d'amour❤️ Historia completa. Hacía poco tiempo Peter finalmente había hecho el amor con su novia Gwen, esa había sido la mejor noche de Peter y sabía que de ella también y justamente por eso deseaba tanto repetirla, estaba tan enamorado de Gwen que cada qu...