Capítulo 3 Urgencia

1.2K 33 12
                                    

Sin dejar de besarla el muchacho obedeció, entonces Gwen gimió levemente mientras tanto Peter lamia el borde de la boca de Gwen para después pasar a besarle el cuello.

Las manos de Gwen entraron bajo la camisa de Peter tocando directamente su espalda, pero a pesar de eso, la tela le impedía acariciarlo como ella deseaba, así que rápidamente ella sacó las manos, las puso en el pecho de Peter y levemente lo empujó, el contacto de sus labios obviamente cesó, pero solo momentariamente, cuando Peter quedó escasamente alejado de la rubia, ella actuó rápidamente, tomando el bode de la camisa azul del muchacho, sin que se lo pidiera, él levantó los brazos quedando desnudo del torso, ahora era ella quien le besaba el cuello.

Peter la sujetó de la cintura y poco a poco la espalda del chico quedó recargada en el otro descansabrazos, Gwen bajó del cuello hasta el esternón de su novio, luego sus besos quedaron sobre los pectorales de Peter, haciendo que ahora el que gimiera fuera él, cuando ella escuchó tal sonido sacó la lengua y la puso directamente en el pezón del castaño, haciendo que gimiera de nuevo, dio varios lengüetazos y después pasó al otro pezón, a ese lo cubrió completamente con su boca, escuchando sonidos un poco más roncos.

Gwen bajó la vista y vio los marcados cuadritos que ser héroe había formado en el torso sobre el que estaba, pero antes de dirigirse a esos cuadritos se incorporó quitándose ella misma la playera, quedando únicamente en brasier, acción que hizo que los ojos de Peter no dejaran de verla, Gwen, con una mirada seductora se acercó a Peter y le dio un beso en los labios, después bajó ahora si a besarle el vientre. Mientras más besos sentía Peter en ese lugar su urgencia de sentir más placer aumentaba, cada que ella daba un beso muy cerca de su cadera, más deseaba que bajara aún más, y mientras imaginaba que su placer era cumplido sintió como una de las manos de Gwen se apoyaba en su entrepierna.

—¡Gwen! —dijo Peter sintiendo un nudo en la garganta, percatándose de que había empezado a sudar aún más.

—¿Puedo hacerlo? —preguntó Gwen de forma traviesa y mordiéndose el labio, mirándolo a los ojos con una mirada pervertida que lo excitó aún más. Aunque los ojos de la muchacha estaban viendo a los de su novio ella seguía moviendo los dedos sobre la tela de pantalón sintiendo algo duro debajo de ellos.

La voz tan seductora de Gwen haciendo tan tentadora pregunta le llenó los oídos, por lo que el pobre muchacho se agitó más de lo que ya estaba, y es que quería gritarle que sí, que se acercara a él y lo besara como tanto deseaba y necesitaba, pero la voz no le salía, y eso provocó que la urgencia de Peter se volviera mucho más intensa, causando que sus músculos se tensaran, que las venas de sus brazos resaltaran y lo que tenía debajo del pantalón se levantara, Gwen sintió la elevación en su palma a pesar de que había dos barreras entre su mano y lo que se había despertado en Peter, en ese momento ambas miradas se concentraron en lo que sucedida debajo de los pantalones del castaño, pero cuando Gwen movió ligeramente la mano Peter gimió:

—¡Mi amor me estoy derritiendo! —y es que de verdad sentía que eso le sucedía, la rubia sonrió encantada, a un segundo de haber obtenido el permiso de su hombre, velozmente le desabrochó los pantalones, encontrando la segunda capa de tela negra que cubría la virilidad activada de su novio.

Gwen le deslizó los pantalones hasta las rodillas, el sudor de Peter hizo que su cuerpo brillara, causándole ahora a ella ese cosquilleo intenso entre las piernas. Gwen puso las manos sobre el bóxer negro, o más bien sobre la extensión del cuerpo de Peter que cada vez más tenia mayor altura, poco a poco Gwen movió los dedos hacia el elástico para también bajarlo, y cuando lo hizo vio la virilidad de Spiderman, se agachó sobre de él y le dio un beso en la punta, escuchando la placentera reacción del súper héroe, volvió a dar otro beso y otra reacción igual a la primera se escuchó.

Alejó el rostro y pasó el dedo índice a lo largo de esa masculinidad una y otra vez, alzó la mirada y vio como estaba Peter: Con los ojos cerrados, el cuerpo sudoroso y con una expresión de placer en el rostro. La chica se levantó, tomó el borde de la ropa interior de Peter bajándola rápidamente hasta las rodillas, donde también estaba el borde del pantalón, sujetó ambas prendas haciendo que de un solo tirón Peter quedara completamente desnudo, lo vio de pies a cabeza, excitándose y sintiendo los fuertes golpes de su corazón sobre su pecho.

—Ay Peter ¿Por qué tienes que estar tan guapo y tan sabroso? —exclamó Gwen con un tono de voz claramente excitado, un momento después comenzó a lamer la punta del miembro del muchacho, escuchándolo aullar de placer.

Una segunda nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora