Amor De Nieve y Estrellas. Tadelsa. [Terminada]

Epígrafe.

_Pasajeros del vuelo 572 con destino a San Fransokyo favor de abordar por la sala 13 sección A_ Hablo por el megáfono la encargada del vuelo.

_Elsa siento que esto no está bien, tienes que decir la verdad nadie te querrá así_ Murmuró en dirección a su hermana la pelirroja.

_No necesito que me quieran Anna, no voy a ir ahí a tener amigos solo voy a terminar mi carrera y ya._ Le reafirmó la platinada a su hermana mientras terminaba de despedirse.

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_Hola eres tú otra vez._ Sonrió el pelinegro en dirección a la platinada mientras sostenía el menú del The Lucky Cat Coffee.

_Ah si, soy yo otra vez ¿Qué haces aquí?_ El chico río con dulzura antes de señalar el mandil negro que llevaba. _Lo siento soy muy torpe._ Ella le devolvió la sonrisa mientras tomaba el menú que el chico le tendía.

_Tranquila yo también me sorprendería._ Luego procedió a tomar su orden.

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_Esto es horrible._ Protesto la chica; llevaba toda la tarde junto a sus compañeros de universidad y aún no podían salir de aquel salón donde se quedaron encerrados por una falla eléctrica.

_Solo sigue iluminando ya casi termino._ El pelinegro revisaba el generador de energía que cada salón tenía tal vez así lograrían salir.

_Siento que me asfixió._ La castaña casi entra en crisis; cuando la platinada volteo la cabeza para asegurarse que no se desmayara la luz volvió y con ello la puerta se abrió. _Cool._ Los jóvenes salieron de la universidad y cada uno siguió su dirección.

_¿Segura que no quieres que te acompañemos?_ Eran más de las 11 las calles eran peligrosas.

_Tranquilo tu y ella vallan yo llamaré a Edgar._ Los chicos se fueron y ella empezó a caminar.

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El pelinegro miraba embobado a la chica, ojos azules; cabello rubio platino y labios carmín cada día con la nariz en un libro nuevo, le maravillaba. No paso del título y se anoto mentalmente que lo debía buscar más tarde.

_Tad te estoy hablando._ La castaña movió el hombro del chico quien salió de esa ensoñación. _Deja de verla al menos no seas tan obvio._

_Yo no miro a nadie; estás loca, dame ese libro._ Arrebato el libro de literatura de las manos de su amiga materia que estaba por suspender, cuan inteligente podía ser en la matemática y la ciencia pero que torpe era con las letras.

El hundió el seño y quiso leer el primer párrafo pero no podía pasar de la primera palabra así que solo volvió a levantar la mirada pero sorpresa se llevó al no ver a la platinada en donde estaba anteriormente.

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_¿Y? ¿Ya tienes una cita para el baile?_ El baile de otoño una celebración original de la ciudad y que este año tendría lugar en el  San Fransokyo Institute of Technology. La chica se encogió de hombros.

_No soy la clase de chica que inviten a un baile._ El chico hizo una cara de indignación. _Además, quien querría ir a ese baile si ni siquiera bailará en el.-

_¿No sabes bailar?_ Eso le sorprendió pero ella rápidamente se río en su cara y busco corregirse.

_No me gusta que es diferente; cuando mi padre vivía bailaba con el en todos mis cumpleaños ahora que el no está no me apetece rememorar algo que me hará volver a toparme con la pared donde está escrita la muerte de mi padre._ El chico sintió pena. _¿Y tú ya invitaste a alguien?_

_No._ Negó rápidamente. _La chica a la que quiero invitar ya tiene planes._

_Una pena de lo que se perdería, de una genial compañía._ Le sonrió con calidez antes de volver a su lectura.