Capítulo 2

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Desde el día de mi llegada hasta el día de hoy tan solo habían transcurrido dos días. Me establecí en la pequeña pieza. Los uniformes ya habían sido recibidos junto a los libros de texto para consultas durante el año académico. Durante mi recorrido en la tarde observé un lindo establecimiento donde servían té con preparado tradicional. Y aunque lo tenía prohibido por la beca, emití una carta explicativa al consejo que me otorgó la beca para trabajar y ganar algo de dinero extra, dinero que utilizaría para ahorrarlo y enviárselo a mis padres. Todo eso asumiendo los riesgos de mis actos.

Luego de recibir la carta de aceptación a mi propuesta, no perdí el tiempo en ir y preguntar si el dueño podía darme trabajo. Ya que el tema de trabajo con los extranjeros era delicado en Corea, uno tenía que irse prevenido. A todas estas, el señor Jung Seung Bae no tuvo ningún tipo de negativa hacia con mi persona y me pidió que empezara justo mañana, o sea mi primer día de clases.  Le hice saber el tiempo disponible con respecto a mi hora de salida.

Esa misma noche podía apreciar el hermoso cielo que destacaba la belleza de Seúl por las noches. A duras penas mi sueño tardó en conciliarse debido al cambio de horario. Aproveché para conversar con mi madre un rato entonces.

La estruendosa alarma sonó en mi teléfono como si no existiera un mañana. Caí aturdida al suelo llevando conmigo la cobija.  Restregué mi rostro y agarré mi teléfono para observar la hora.

Tenía tan solo treinta minutos para estar lista antes de que el transporte de mi ruta pasara según la notificación de KakaoBus.

Entré a la ducha para quitarme los residuos de cansancio del cuerpo y retirar todo atisbo de flojera.  Rápidamente salí corriendo destilando agua del cuarto de baño y casi caigo al suelo. Me vestí colocando todo el conjunto y al tenerlo puesto noté que me quedaba algo flojo debido a que yo usaba usualmente tallas de adolescentes, ya que las tallas de adultos no me servían.

Agarré la mochila y tiré todo lo que tocaba según el horario en la cartelera de mi habitación. Abrí la puerta apresurada constatando tener todo lo necesario para mi día y corrí. 

— ¡Demonios!

Maldije en voz baja. Me acerqué a toda prisa al bus de mi ruta que estaba por arrancar e ingresé en el dándome cuenta que estaba repleto de estudiantes que llevaban el mismo uniforme. Todos me miraron sin discreción alguna. Yo tan solo me sujete del tubo para no caer e ignoré los ojos indiscretos. 

Estaba algo nerviosa, porque aunque a todos nos gustan los nuevos comienzos esos no siempre terminan siendo victoriosos.

Cuando llegamos y bajamos todos del bus, cada uno presentó su carnet en la entrada de la caseta de la vigilancia. Las instalaciones eran todo lo que uno veía en las novelas, todo sumamente cuidado, con un toque clásico y conservador. Todos se dirigían a sus aulas mientras conversaban con sus amigos. Yo solo veía admirada todo lo que mis ojos estaban observando por primera vez, sin dudarlo, tomé algunas fotos para luego enviárselas a mi madre y a Andrea.

Yo pregunté cuidadosamente a algunas caras amistosas la ubicación de la dirección para dirigirme hacia allá. Seguí mi camino observando a todos aquellos que cuchicheaban a mí pasar, toque la puerta de la dirección y luego con cuidado entré. La secretaria me llamó y pidió mis papeles. Le dediqué una sonrisa y ella me la devolvió. Fue un gesto agradable.

Después de eso fui llamada al despacho de la directora. En donde me presenté con ella. Y le comenté mi problema con la talla del uniforme. Ella rió por el comentario de mi problema y de inmediato pidió que trajeran una talla más pequeña.

—Por favor vaya y cambie su ropa en el baño de damas y regrese para entregarme la talla equivocada. –ordenó.

Seguí las instrucciones y fui al baño, en un cubículo acomodé mi nuevo uniforme, la camisa dentro de la falda, la corbata y el chaleco. Ajusté mi larga cabellera en la coleta que había hecho y dejé mi flequillo fuera. Y por último, puse mis lentes. Me eché un vistazo en los espejos y este realmente estaba hecho para mis medidas. Me dirigí de vuelta a la dirección.

Alcanzar una Estrella [Kim Namjoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora