Una vez adaptada a la rutina y el estrés de la nación coreana ya era fácil para mí hacer varias actividades a la vez, con organización lograba bandear prioridades de hobbies y podía hacer todo lo que quería. En cuanto a las clases a diferencia del primer periodo ya no me esforzaba tanto para mantener mis notas, porque se me hacía fácil estudiar, mucho más que cuando recién me adaptaba al nuevo entorno.
Era agradable tener la compañía de Seojun durante las clases, ahora compartíamos mesa y también hacíamos algunas actividades académicas juntos. Por otra parte, Namjoon era mucho más atento que antes y a veces actuaba como si nada más le importaba, parecía un rebelde sin causa, solo que él parecía tener una muy firme. Yo a veces no me negaba a los hechos aunque la mayoría del tiempo evitara y me alejara mucho del chico.
Ese lunes comenzaba con una afincada muestra de frío que mis huesos sentían la necesidad de volver a las cálidas brisas veraniegas. Debido al frío, este periodo era más corto, por lo que los exámenes serían en un mes y las actividades que eran acumulativas tenían un alto porcentaje por ser tan pocas.
Esa mañana coloqué guantes, bufanda e incluso un gorro como si estuviéramos en invierno. Pero es que mi cuerpo no estaba acostumbrado a este clima gélido. De donde provenía, el frío no podía congelarte. Seojun y yo nos encontramos en la parada del bus, y el chico no demoró en reír de mí por lo "exagerada" que estaba siendo. Yo le miré con cara de odio, de solo sentir mi nariz tan fría como la de un sabueso, me hacía poner de mal humor. Además del aclamante rubor en ella, parecía Rodolfo el reno.
— ¿Tienes mucho frío? –preguntó Seojun, a mi lado en el bus. Asentí. –Bien, toma. –dijo y se retiró el saco del uniforme para ponérmelo.
—Gracias. –dije aferrándome a la prenda.
Él ocultó una risilla.
De camino al instituto, faltando unas pocas calles para llegar, iba con Seojun practicando los temas del examen oral de hoy. Él llevaba mis apuntes mientras realizaba preguntas, a veces me molestaba y se excusaba con que mi letra en coreano no la entendía, cuando era perfectamente legible. Pero después de sacarme de quicio y pelear por algunos segundos él solo reía cómodamente y volvía a concentrarse en los estudios.
Fue entonces cuando me invadió la curiosidad, Seojun no era cercano con ninguna chica salvo a su ex-novia, yo era como la única amiga que tenía.
—Seojun. –llamé, interrumpiendo nuestra sesión de estudio. Él me miró atentamente. -¿Por qué decidiste ser mi amigo? Nunca me has dicho. –pregunté, parándome en seco cuando ya en la esquina se veía el portón de la entrada a la institución.
Él viró los ojos y me dio una sonrisa ladina.
—Los chicos y las chicas no pueden ser amigos. ¿Qué no te lo han dicho desde que llegaste aquí? –cuestionó divertido, sin abandonar esa sonrisa.
Quedé un poco confundida, porque si bien antes de venir acá, había escuchado la misma frase en miles de dramas, pero no entendía la negativa de formar un vínculo de ese tipo. Mis enredos culturales debían ser muy evidentes porque Seojun soltó una risilla y relamió sus labios antes de verme fijamente.
— ¿Por qué no? –pregunté al fin.
Seojun se acercó más a mí y ladeó su cabeza, parecía sonriente el gato de Alicia, uno sabía que cuando sonriente sonreía algo debía de pasar. Su sonrisa era enigmática, hipnotizante pero no había nada de inocencia en ella.
— ¿En serio no lo sabes? –preguntó vacilante.
No sé en qué momento, pero ya me encontraba acorralada contra el muro del instituto.
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Alcanzar una Estrella [Kim Namjoon]
FanfictionCamila se deja enganchar por los gustos musicales de una amiga, y es así como conoce al grupo Surcoreano BTS. Fortaleciendo su atracción por la cultura coreana a través de dramas y música, decide estudiar el idioma. La vida se le reinicia; con tan...