Capítulo 35

90 14 26
                                    


Aquella semana cuando seguía quedándome hasta media noche en la oficina, con frecuencia pensaba en ese encuentro con Namjoon, sentía arder mis mejillas con el solo hecho de recordarlo. Oculté mi rostro entre mis manos y me sacudí para calmar mis nervios, al destapar mi visión JunHa estaba de brazos cruzados observando la escena, mis mejillas no se calmaron en lo absoluto.

Le observé con su bolso de lado ya enganchado sobre su hombro y acomodó sus lentes en el puente de su nariz, su piel era bien linda y brillante como la leche, y siempre traía una especie de rubor en sus mejillas, pero era natural. JunHa tenía lindas mejillas, y un corte estándar, con la apertura de un lado, flequillo por debajo de las cejas y rapado de los lados. Tenía bonitos ojos, almendrados como los de Jungkook.

Seguro que le había ido con el chisme a Namjoon y éste le había pedido que me obligara a irme, como otras veces en la semana. Pero no podía, al menos no hoy, faltaba poco menos de días para la presentación final, y si quería el puesto, debía concretar ciertos detalles que evitaban la perfección de mis ideas.

—Es hora de ir a casa...

— ¡SeonBaenim!

—Las estaciones cerraran pronto, debes ir a casa. Y yo no puedo irme si todavía sigues aquí.

—Ya que no te vas a ir, entonces te puedes quedar conmigo ayudándome –dije mientras volvía mi mirada al monitor.

— ¿Pero desde cuando te di tanta confianza para hablarme así?

Se acercó a mí y apoyó su cuerpo del espaldar de la silla, observó con detenimiento y leyó cautelosamente. Desvió su mirada con las carpetas que estaban a su lado y las revisó, pasando las hojas lentamente después de evaluar su contenido. Asentía de vez en cuando, y no sabía descifrar que era eso exactamente, ¿era en aprobación? Lo miraba expectante, y si por mi hubiera sido creo que podría haber comido mis uñas fácilmente hasta llegar a la carne, si no es porque realmente no podía hacer eso.

—Esto está muy bien, pero podemos mejorarlo agregando esto. Fíjate. –dijo tomando el mando de mi mouse.

Empezó a mostrarme como quitando ciertos elementos que había agregado hacían la presentación mucho más limpia, e indudablemente se veía mejor.

— ¡Eso me gusta! ¿Podemos agregar esto? –comenté viendo la pantalla y posando mi mano sobre el mouse, pero la retiré al sentir la mano de JunHa –.Siento que le agrega algo de originalidad, como un sello personal –agregué tratando de ignorar lo que había pasado.

—C-creo q-que sí... Terminemos de arreglar esto rápido para irnos a casa.

Asentí.

Horas después bajábamos juntos en el elevador, le sonreí a JunHa en agradecimiento por quedarse conmigo hasta altas horas de la noche ayudándome, porque sabía que tenía su apoyo o al menos eso entendía.

Mi estómago volvió a hacerse presente con un rugido desgarrador, porque aunque había llevado comida no tuve tiempo de detenerme a comer en paz. Sobre todo, si mis compañeras buscaban sabotear mi trabajo a penas yo dejara mi puesto solo. JunHa me miró y apretaba sus labios tratando de ocultar una risa, pero terminó sonriendo de todas formas, yo también sonreí algo apenada y miré a los lados contando los segundos restantes para salir de esa caja metálica. Las puertas se abrieron, y al parecer ambos estábamos impacientes, porque nuestros brazos chocaron al intentar salir por la puerta. Otra mirada y una sonrisa cálida, fue lo que JunHa me brindó antes de permitirme salir primero. Siguió mis pasos hasta alcanzarme y caminamos juntos hacia la salida.

Mi estómago volvió a rugir en ese momento y evité mirar a JunHa, porque sabía que él había escuchado perfectamente. Miré al frente como si nada de eso estuviera pasando, y me acerqué con grandes zancadas hacia la puerta de cristal para empujarla, JunHa tomó la muñeca de mi mano izquierda, la mano que había quedado atrás, me miró fijamente y entonces dijo:

Alcanzar una Estrella [Kim Namjoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora