Alcanzar una Estrella [Kim Namjoon]

Capítulo 22

Yo pensaba que Namjoon era del tipo que defendía lo que quería, pero en el fondo era igual a todos los demás, solo tenía miedo. Aunque esperaba una noticia como la que él me había dado, era igual de doloroso. Porque realmente esperaba que luchara por mí, si el me daba la mínima certeza de hacer lo que sea por lo que sentía por mí, yo le iba a corresponder de la misma manera. Por eso mis pasos nunca eran firmes, porque eran más las veces que sus decisiones me hacían dudar que creer.

Me era difícil describir la situación inclusive para poder entender lo que pesaba, era mejor no pensarlo. La vida a veces te daba una probadita de cosas excelentes y parecía arrebatártelas cuando te entusiasmabas demás, pero de algo si estaba segura ninguno de los dos tenía la madurez suficiente ni quería cargar con la responsabilidad, no estábamos listos. La vida nos presentó y juntó, nos permitió compartir y aprender mutuamente pero los obstáculos nos hicieron reaccionar, un poco tardío pero no era demasiado tarde, fue justo a tiempo.

Dieron las 11:00pm y mi teléfono no dejaba de sonar, cuando no era Hambin, era Heonmin, si no Seojun. Andrea y Kate ya se encontraba con ellos, y yo no quería levantarme de mi cama, no podía dejar de llorar. Me sentía tan patética.

Mi apetito se había esfumado, al igual que la felicidad por la nota obtenida por mi esfuerzo, todas esas cosas eran opacadas por las palabras de Namjoon, las cuales no dejaban de ser tan crudas y directas. Esta era una última señal para dar por sentada la idea de que nada debía pasar y que nada pasaría. Ya no sería como otras veces, porque yo me iría en unos meses. Aceptaba que las cosas habían terminado, pero no quería renunciar a lo que sentía por alguien tan bueno como él; justamente eso era lo difícil, era yo la que se negaba a dejarlo ir.

La puerta sonó y me limpié las lágrimas aunque no podía ocultar la inflamación y enrojecimiento de mi rostro, no quería abrir, pero escuché a Seojun gritando desde el otro lado de la puerta y no quería que mis vecinos salieran. Abrí la puerta y lo jalé.

— ¿¡Qué!? –pregunté de manera brusca.

— Maldición ¿Por qué no contestas el teléfono? Iba de camino al pub cuando los chicos dijeron que no habías llegado.

—No tengo ganas de ir...

— ¿Por qué actúas tan extraño? Ni siquiera replicas lo que digo... –dijo y me levantó la barbilla, asintió no muy contento con lo que veía. –Namjoon. –dedujo de inmediato.

— ¡No, no fue eso! Es que me puse a pensar en otras cosas y ya sabes, me pongo sentimental. –divagué.

—Por supuesto que sí. ¿Qué ocurrió? –preguntó serio.

—Seojun, ¿qué va a pasar? Nada.

—Entonces no vas a ir al pub.

Negué reafirmando su oración, él asintió y escribió rápidamente un texto.

—Coloca un abrigo, vamos a salir. –demandó.

— ¿Pero a dónde?

—Solo abrígate bien.

Seguí su recomendación y le seguí fuera de casa.

Tomamos el subterráneo y nos dirigimos al centro de la ciudad de Seúl, era tarde y había algo de soledad en las calles, aun así la vida en la capital parecía nunca apagarse. Y cuando vine a ver estábamos en el río Han. Estaba el espectáculo de luces y muchas parejas alrededor que estaban disfrutando de el. El juego con el agua y los colores me hizo olvidar un poco mi tristeza, era entretenido y de alguna forma te concentrabas únicamente en ello. En un parpadeo Seojun volvió con unas bebidas calientes en sus manos, lo iba a tomar rápidamente pero él evitó que ocurriera, me enseñó como tomarlo para que mis labios y lengua no se quemaran.