Capítulo 29

71 11 3
                                    

Quedaban dos días para mi partida, estaba realmente sorprendida de cómo el tiempo se consumaba tan rápido. Hace unos dos días estaba en casa de bangtan compartiendo con ellos, y ahora iba de camino al instituto para retirar mis papeles.

Me senté en los asientos fuera de la oficina, se veía la silueta, además, se escuchaba la voz de alguien que hablaba elocuentemente con la directora. Jugueteaba con mis pies con la mirada postrada en el piso escuchando el sutil "tic" de la marca del reloj de pared.

Me levanté al ver sus siluetas relejadas en el cristal de la puerta. Al salir Seojun del despacho ambos quedamos frente a frente, con nuestras cejas ligeramente alzadas y nuestros ojos agrandados. Agachó un poco su cabeza y me permitió el paso, pero antes de entrar volteé a mirarle justo cuando él hizo el mismo gesto. Cerré la puerta detrás de mí y corté el contacto visual.

Fingí una sonrisa ante la directora y me senté cuando ella me indicó.

—Gracias por recibirme... –dije inicialmente.

Salí del despacho y esperé un poco en la administración mientras buscaban mi carpeta, la secretaria me entregó mi archivo estudiantil y me sonrió tal como la primera vez que entré a ésta habitación, le respondí de la misma manera, pero sin la alegría de aquel día.

Un paso a la vez, justo a esa lentitud recorría por última vez los pasillos. Terminé en la piscina y fue inevitable que los malos recuerdos no me abordaran, me bombardearon, sintiendo mis lágrimas caer por mis mejillas.

—Hay momentos malos, pero tienes cosas buenas que recordar, personas que no vas a olvidar fácilmente. –dijo la voz de Seojun.

Me giré y él me sonrió. Asentí apretando mis ojos y frunciendo mis labios.

—Hay cosas muy buenas que recordar y personas maravillosas que no voy a olvidar...

Mi voz se había quebrado por completo.

—Sabes que odio verte así, ¿sabes? La piscina pone a las personas tristes, vamos a otro lugar. –sugirió tomando mi muñeca y guiando mis pasos.

Seojun me llevó a caminar y el pasaje de árboles, aunque ahora parecían largos dedos deformes y delgados,y la vialidad del lado derecho de nosotros se me hacía familiar. Nos sentamos en un banquito rodeados de densa nieve blanca y arbustos deshojados, penetrados por el invierno.

—Ya vuelvo, no te vayas a ir. –dijo y me señaló.

Sonreí y asentí.

Seojun se acercó a mí con un chocolate en barra, y debido a la estación, una bebida caliente, tuve un dejavu. La tomé y observé por algunos segundos aquello, sonreí ampliamente al verle tomar un lugar a mi lado. Fue justo así cómo hace meses atrás Seojun y yo nos acercamos, y él parecía recordarlo a la perfección.

—Seojun, a veces me asusta lo perfecto que eres. –bromeé con algo que consideraba real.

Él rió un poco por mi comentario y me miró con esos lindos ojos que poseía. Su mano acariciaba mi cabello mientras sonreía y yo también lo hice, también sonreí.

—Tanta perfección es la razón de que no estés conmigo, sabes que te asusta tener a alguien tan genial. –alardeó.

Irreverente, egocéntrico, bromista, ególatra... Pero también era buen amigo, confidente, un soporte, la mano que te levanta siempre, sin importar cuantas veces te caigas; y sin dudarlo, podría asegurar que hasta buen novio sería.

—Tienes razón, temo que todo salga muy bien. –bromeé y tomé un gran sorbo de mi chocolate caliente.

— ¡Oye, lo compré para los dos, no te lo acabes!

Alcanzar una Estrella [Kim Namjoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora