Capitulo 4

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- ¡No! - gimió de frustración, su mejor amiga no era la mejor para pedir ayuda, sobre todo en este caso. - ¿Por qué serías más adecuado que Luisana? - Hizo la pregunta alrededor de su cabecita.

- Vaya, porque sé cómo piensan los hombres, querida enana- respondió Benjamin convencido y Camila puso los ojos en blanco, solo odiaba ese apodo.

- ¿Y qué obtendrías a cambio? - Ella conocía a Benjamin, él nunca pediría nada sin recibir nada a cambio, no era como la familia Rojas.

- Digamos que en el momento adecuado, lo sabrás. - Era obvio que no soltaría la bomba en ese momento, cerca del almuerzo del domingo, quién sabe. Fue una buena idea.

- La respuesta es no. - respondió dándole la espalda a Rojas, no iba a aceptar algo sin saber qué iba a tener que hacer para agradecer o pagar por ello.

Confesó que la propuesta era tentadora, Luisana, a pesar de ser inteligente, hermosa y con muchos atributos, no era la más adecuada para eso, a pesar de ser la hermana de su amor platónico, pero Lopilato no tenía la sutileza que necesitaba la misión.

Aunque Benjamin era el más adecuado, en eso ella estuvo de acuerdo, porque él era un hombre y sabía lo que estaba pasando por la cabeza de uno, pero no podía confiar en él, en su cabeza, Benjamin Rojas era una serpiente venenosa que siempre estaba al acecho listo para hacerle la vida imposible  y mátala con veneno. Esta bien, tal vez estaba siendo demasiado dramática, pero a seguro lo metieron preso, como dicen.

- ¡Buena suerte para conquistar a tu crush, sola! - Y tocó su herida.

Oh, mierda! 

No pensé que haría eso. 

No. No, Camila. 

La respuesta es no. 

Bueno, eso era lo que gritaba en su cabeza, pero lo que salió de su boca fueron otras palabras.

- Acepto, Benjamin.

Gracias a Dios que estaba de espaldas, por lo que no podía ver la sonrisa ganadora que le estaba dando Benjamin.

Y que empiece el juego ...

Ese fue el pensamiento de Benjamin, cuando vio a Bordonaba volver a caminar y marcharse.

- Prepárate, Camila, porque yo, Benjamin Rojas, te ayudaré a conquistar a la persona que te gusta. - susurró dando una sonrisa.

**************


No podía creer que realmente había aceptado el trato de Benjamin y me había enfrentado a esa locura, donde Rojas se convertiría en su consejero amoroso para poder ganarse a Dario. 

Seguramente me había fumado un porro en el día, esa era la única explicación para que estuviera sentada en el patio de comidas del centro comercial un sábado por la tarde, ya que bien podría estar en mi cama, en mi habitación, mirando a rebelde way, en Netflix.

Miró el reloj de su teléfono celular y apretó el vaso del batido entre sus dedos. 

El hijo de puta, no, no iba a maldecir a doña Rosalinda, ella no se lo merecía, llegaba treinta minutos tarde. 

Como Conquistar a tu Crush Donde viven las historias. Descúbrelo ahora