Capitulo 30

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- Vas a ir hoy, ¿no? - Era la tercera vez que Luisana la interrogaba y también sería la tercera vez que se negaba.

Habían pasado dos semanas desde que Benjamin y Camila se besaron, Rojas la ignoró y ella fingió que no la lastimaba ni le molestaba y, a ese ritmo, las cosas siguieron adelante. 

De vez en cuando Luisana notaba la extraña atmósfera que se formaba cuando los dos estaban en el mismo lugar, incluso trataba de sacarles algo, pero Benjamin simplemente la ignoraba y Camila, bueno, a diferencia de Rojas, ella no era muy buena con las mentiras, así que se escapaba.

Las semanas fueron agotadoras, aburridas y difíciles, especialmente para Camila, que odiaba esa situación. 

Si bien se arrepintió, por todo, por no hablar con Benjamin, sin involucrarse y sin su convivencia, el rubio actuó como si ella no existiera. 

Quizás eso fue lo que más dolió.

Benjamin incluso lo intentó, pero de vez en cuando, incluso disfrazaba, la miraba durante largos minutos, notando las arrugas de su nariz cuando Luisana le mostraba algo o le pedía que oliera algo, era gracioso cómo los ojos de Camila se volvían pequeños y aparecieron delicadas arrugas cuando se reía.

También notó que cuando estaba ansiosa, especialmente cuando tenía algún examen o trabajo, se mordía el dedo índice y su pie derecho se balanceaba sin cesar, como si eso aliviaría su nerviosismo. 
Aun dándose cuenta de todo esto, y un poco más, se mantuvo alejado, callado y mintiendo sobre lo que estaba sintiendo.

Sí, estaba completamente, loco, locamente enamorado de Camila, pero sabía que no tenía ninguna posibilidad. 

Según la propia Bordonaba, nunca estaría con alguien como él, sin mencionar que se merecía a alguien como Dario. 

Triste, pero era la realidad, su realidad.

Suspiró mientras cerraba el locker después de recoger el libro para la siguiente clase mientras miraba furtivamente a Luisana hablando con Camila. 

A la noche siguiente tendría una fiesta en casa de Coco, para celebrar algo, que ni siquiera se dignó conocer ni prestar atención, pero había confirmado su presencia mientras Camila se negaba, como en todas las invitaciones, incluidas las de Dario, pero Luisana, fue persistente en convencerla de que fuera.

Sus ojos celestes se posaron en la figura masculina castaño que pasaba junto a Bordonaba y solo le dio una pequeña sonrisa y un gesto de su mano, recibiendo lo mismo de Camila. 

Había una relación que le provocó curiosidad. 

Camila y Dario. 

Después de verlos hablar en el pasillo después del beso con Camila, esperaba que estuvieran juntos, o incluso salieran, pero según su fuente, también conocida como Luisana, decidieron permanecer en la amistad.

Pero ya no importaba. 

Suspiró y se dirigió a la sala de estar, ignorando totalmente los ojos de Camila sobre él cuando pasó a su lado.

- Ya dije que no iré, Luisiana. - Hablo al ver la espalda de Benjamin desaparecer entre los estudiantes y cerrar la puerta del locker con fuerza.

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