Capitulo 9

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Entraron al local, que era muy luminoso y aireado aunque fuera un lugar donde se vendia comida, se sentaron en una mesa al lado de una de las ventanas y colocaron los pedidos, mientras esperaban, Benjamin se entretuvo en su celular mientras Camila lo miraba fijamente.

Camila estaba ansiosa y nerviosa por una razón: ¿Cómo se acercaría a Dario?

- Benjamin ... - llamó sintiéndose tímida. - ¿Cómo puedo acercarme a Dario?

Benjamin la miró y luego sonrió, lo que la sorprendió. 

Que pasara por la cabeza de Rojas.

- Eso es fácil, porque ahí viene- Benjamin señaló hacia atrás y ella miró.

Por Dios, no se había atragantado al tomar un sorbo de la gaseosa que pidió, porque si lo hubiera hecho, seguramente habría escupido el líquido en la cara de Rojas y no habría sido una escena agradable, especialmente con Luisana, sonriendo por cierto, lado de Mariano y Dario que  venían hacia la mesa en la que ella y Benjamin estaban.

- Oye, ¿no le dijistes? - preguntó Luisana sentándose junto a su mejor amiga y sonriendo.

- ¿Decirme q ... - intentó preguntar, pero fue interrumpida.

- Benjamin dijo que estabas aquí, ¿hay algún problema? - preguntó Dario rascándose la nuca, aún de pie junto a la mesa.

¿Benjamin hizo qué?. Fue la pregunta que saltó a su mente y casi involuntariamente miró al Rojas que volvía a concentrarse en su celular mientras respondía que no tenía ningún problema. Se mordió la comisura del labio y dirigió su atención a Dario, que ahora estaba sentado en la silla vacía junto a Benjamin, frente a ella.

"Pregúntale sobre las cosas que le gustan, empieza con el fútbol, ​​desde lo que practica, luego pasa al cine y esas cosas". Las palabras de Bejamin martillearon en su cabeza mientras le sonreía a Dario, quien acababa de terminar de hacer su pedido con el camarero, por mucho que se moría por preguntar algo, no podía pensar en nada.

- ¿Cómo estuvo el entrenamiento hoy, Dario?- La voz de Mariano llegó antes que la suya, bajó la mirada al paquete de salsas en el centro de la mesa y se mordió el labio.

Camila se sentía intimidada, era obvio para Benjamin, verla así le hizo analizar si era buena idea o no llamar a los amigos, aunque se suponía que Luisana estaba en una cita con Mariano, ahí fue cuando se dio cuenta.

Se suponía que iba a ser una cita doble y se quedó.

- No participé, tuve un pequeño problema. - El castaño habló sin gracia, pero su atención estaba en Camila, quien ahora miraba a Dario.

- ¿Estás bien? - La preocupación evidente tanto en la voz como en la mirada de Camila hizo que su estómago se revolviera y el poco apetito que tenía desapareció.

- Necesito irme. - Ignorando totalmente la respuesta de Dario, Benjamin se levantó y se dirigió al cajero.

- ¿Qué? - Era la voz de asombro de Camila, pero él no se detuvo a observar lo que haría, solo quería salir de allí.

Canceló su pedido y pagó el de Camila y rápidamente salió del pequeño restaurante, se sintió sofocado, pero antes de desaparecer entre la gente, una mano tiró de su brazo y reconocería ese toque en cualquier lugar.

- ¿Por qué te vas?- la voz de Camila llamó su atención.

Sabía que si la miraba, no sería capaz de mentir, por lo que sus ojos se posaron en la delicada mano que aún sostenía su brazo y sonrió.

- Tengo algo que solucionar y es una buena oportunidad para ti, bueno, ya sabes. - ¿Por qué eso lo hizo sentir tan incómodo?

No, no quería que se fuera, se sentía más tranquila con Benjamin allí, incluso sin saber la verdadera razón de todo eso. 

Como Conquistar a tu Crush Donde viven las historias. Descúbrelo ahora