una mañana tensa.

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—tú y yo... nosotras... ya no podemos estar juntas.

para despertarse y escuchar eso, luz habría preferido simplemente no despertarse.

así. de la nada. de pronto, amity quería separarse de ella. hasta había rechazado un beso, y amity siempre había dicho que podía rechazar comida, agua, y refugio, pero no un beso de luz. jamás un beso de luz.

—okay, quizá estoy alucinando porque acabo de despertar y estoy somnolienta, pero, ¿acabo de escucharte decir que estás terminando conmigo?

a amity no se le iban a caer las lágrimas. simplemente no podía y no iba a pasar. amity no podía mostrar debilidad ahora; no podía retractarse, no podía dejar que las emociones se les salieran de las manos.

—escuchaste bien. esto tiene que acabar aquí. y ahora.—la voz de amity era firme y clara. parecía estar segura de lo que decía, cuando en realidad no sabía qué estaba haciendo.

—no lo entiendo... ¿qué no me amas?

—¡no! ¡ya no te amo! desde que estoy contigo sólo me meto en caos tras caos.—amity se cruzó de brazos y caminó, dándole la espalda—ya no quiero estar contigo.


—buenos días, willow...—le deseó boscha a su novia, que, después de haberse quedado triste un buen rato la noche anterior, estaba ahora enojada.

—boscha.—respondió la bruja de gafas, más cortante imposible.

la pelirosa estaba arrepentida. era verdad, se había portado mal con ella, pero es que solamente quería protegerla. sabía que willow podía cuidarse sola, sí, pero, ¿quién le daba la garantía de que sus esfuerzos por defenderse no la traicionarían? tenía que protegerla, o al menos, tenían que protegerse mutuamente.

—amor... ya sé que fui mala contigo ayer, pero entiéndeme. tengo miedo de que algo te pase. nos enamoramos hace poco... no te quiero perder.

a willow se le llenaba el corazón de ternura al ver a boscha disculpándose. el corazón se le ablandaba, haciendo que le fuera imposible estar enojada con ella por más de unas horas.

—de acuerdo... quédate CON UNA CONDICIÓN. si las cosas empiezan a ponerse feas y tú específicamente estás en un riesgo mayor, huirás y dejarás que me encargue de tu protección.

—sólo si es viceversa.

—de acuerdo.


cuando lilith entró al cuarto de su hermana, ella seguía en medianoche.

—¡edalyn!—la mujer la sacudió para que se despertara—¡ya amaneció, tenemos que salir a buscar a matthew junto con los guardias!

—sólo cinco... minutos... más...—rogó eda, y lilith no tuvo más remedio que dárselos. sabía que aunque le dijera que no, ella tomaría sus cinco minutos; eda siempre había sido muy dormilona, desde joven hasta entonces.

pasados los cinco minutos exactos, lilith volvió a despertarla, y esta vez, la dama búho sí se levantó. tenía a amity en peligro, y si amity estaba en peligro, también lo estaba luz. así que, en realidad, eda estaba más comprometida con ese aún inexistente plan de lo que mostraba.


a luz se le partía el corazón con cada palabra que su novia decía. era increíble cómo cuatro palabras pueden arruinarte en menos de un segundo, destrozarte por completo.

"ya no te amo".

pero luz no era tonta. la creían tonta, pero no era tonta. después de haber ido a los recuerdos de willow junto con amity y haber presenciado cómo su amistad con la bruja de gafas fue destruida por ella misma "de la nada", luz ya sabía cómo se portaba amity cuando creía que tenía que reaccionar al tomar una decisión que le dolía, pero creía que era la mejor. aquella separación no era "de la nada".

—amity, vamos.—la volteó con delicadeza tomándola por los hombros, quedándose entonces a sólo centímetros de su rostro, pero sin intención alguna de besarla esta vez—ambas sabemos que eso no es cierto.

amity tenía la intención de zafarse de las manos de luz y separarse de ella, pero no podía. sus instintos la dominaban, y estaba inmóvil ahí, tensa y nerviosa, sin saber cómo explicarle a luz por qué quería separarse de ella.

—luz... tienes razón. no es cierto. te amo... y justamente porque te amo es porque debo separarme de ti.

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