el futuro.

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luz tuvo que taparle la boca a amity con anticipación para evitar que se le saliera un sollozo ahogado al ver la escena en la que se encontraban.

parecía ser un almacén abandonado, con la pintura rasgada y las planchas de madera del techo a punto de caer. habían manchas de lo que de verdad, de verdad espero hubiera sido sangre de manzana, y estaba más polvoriento que los recuerdos de un muerto, por lo cual era impresionante que, al centro del cuarto, estuviera la tan delicada odalia blight, en lo que parecía una videollamada, teniendo a una chica amarrada a una torre de concreto de piso a techo.

no podían ver quien era la pobre víctima; sólo podían mirar la sonrisa maléfica de la mujer peliverde y escuchar su voz mientras estaban escondidas tras un desván roto, pero entero.

—querida hija, cómo te he extrañado.—habló odalia al móvil, y amity se enteró en el momento que era ella, justo cuando escuchó su propia voz.

—¡déjala ir!

—tranquila, mi niña. tenemos grandes planes para ella aquí...

—¿tenemos?

—un plan como este no nace de sólo dos mentes, amity. matthew no lo sabe, para hay hombres tras de mí haciendo fila para entrar a este almacén y ver a tu noviecita aquí.— odalia caminaba de lado a lado, y se escuchaban patadas y gruñidos de lucha por zafarse de las sogas por parte de su víctima—tan sólo imagina el escenario; la luz de tu vida, siendo golpeada y violada, las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana.—la mujer se agachó, acariciando el maltratado rostro de luz, que soltaba lágrimas de miedo y de dolor.

—¡j-ja-jamás te saldrás con la tuya!—intentaba decir la luz del futuro, tratando de hacerse la valiente—¡mis amigas vendrán por mí!

—oh, querida luz... ¿por qué crees que allen no está aquí?—la mujer le dio dos suaves palmadas en la doliente mejilla de la chica mientras se paraba—tus amigas han de estar igual de violadas, y probablemente muertas.

—¡no!—la amity encerrada en el móvil gritó—¡DEJA A MIS AMIGAS Y A MI NOVIA, MALDITA HIJA DE PERRA!

—¡esa no es manera de hablarle a tu madre, amity blight!

—tú. no eres. mi madre.—la futura amity empezaba a ponerse roja de la furia, mientras odalia reía como si nada.

—cariño, ¿para qué te enojas? ¡te vas a desmayar! tranquila, te la vamos a devolver.

—¿de verdad?—la esperanza regresó a los ojos de la bruja de cabello verde.

—¡claro, cariño! vamos a devolvértela... tal vez viva, tal vez muerta.

y odalia colgó la llamada.


—¡boscha! ¡boscha! ¡boscha!—susurró willow por el micrófono del walkie-talkie, llamando a su novia en desesperación.

—¿estás bien? ¿hallaste algo?—la pelirosa se asustó, temiendo por la seguridad de su chica.

—boscha, tienes que ver esto con tus propios ojos. hallé a m-arjehejeldkwlwkdbdi—la señal del walkie-talkie se cortó, y, junto con ella, la comunicación con willow. en vez de su voz, boscha tan sólo escuchó un agudo pitido; el aparato había caído al piso, y no había nadie para recogerlo.

—¿amor?—preguntó, expectante de una respuesta que no se le dio—¿¡amor?! ¡willow!

evidentemente, algo le había pasado a willow, y, evidentemente, no podía ser algo bueno. boscha pasó de buscar pistas a buscar a su novia, paseándose por todos los lugares en los que creyó podría estar, pero no la encontró. empezó a desesperarse, así que no tuvo más opción que llamar a sus amigas, pues eda no tenía magia que pudiera protegerles, y la suya nunca le parecería suficiente como para salvar por sí sola a su amor.

—¿lilith?—llamó, y la mujer no demoró en contestar.

—boscha, ¿hallaron algo?

—¡TIENEN QUE VENIR YA! ¡willow desapareció! ¡PERO YA!

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