Juntas

la nada.

se suponía que lilith tendría que haber sabido qué hacer, pues ella había corrido aquel riesgo antes; sin embargo, cuando abrieron los ojos después de pasar por el portal, ninguna de las tres entendía nada.

parecía que los métodos del titán se habían modernizado. la primera y última vez que la mujer trató de viajar, fue el destino propio quien las llevó a aquel lugar, así que en realidad todo ese rato había estado rezando para que al titán le diera la gana de llevarlas en el tiempo al lugar que necesitaban. sin embargo, esta vez no fue así.

habían despertado en un universo blanco, más no vacío. frente a ellas se veían torres y torres y torres de folders, que parecían estar siendo ordenados por orden alfabético por una chica pálida de ojos celestes que se veía que estaba enojada con la vida.

cuando la misma se dio cuenta de la presencia de amity, su novia y su madre, tuvo que reivindicarse y sonreír como si nada.

—¡bienvenidos a la Nada!—la chica las vio con falsa alegría—mi nombre es sandy, ¿en qué puedo servirles?

la mujer y ambas chicas se quedaron mudas y sin saber cómo reaccionar.

—perdona... ¿h-has dicho 'a la Nada'?—tartamudeó amity, y sandy sonrió.

—¡claro! es cierto, son muy jóvenes para estar acostumbradas a estar aquí.

en realidad, un niño, un joven, o un viejo habrían estado igual de impresionados al ver tal cosa, a pesar de que la chica de ojos azules hablaba como si estar en aquel sitio fuera lo más natural del mundo.

—esto es la Nada; aquí controlamos básicamente todo. cada uno de estos folders representa la vida de una persona, y veo que han sido lo suficientemente audaces como para venir a alterar la espera.

—sí...—luz fue la primera en hablar—necesitamos ver los folders de matthew allen. necesitamos saber dónde estará en... ¿una semana?—miró a su novia y a lilith, que asintieron en señal de aprobación. de igual manera, podían volver si aquel escenario no les servía... aunque no había mucho tiempo que perder.

—¿dónde están lilith y las chicas?—eda recién se levantó, y boscha y willow se miraron, preguntándose cómo debían decirle que se habían ido sin despedirse.

—bueno... puede que se hayan ido.

—¿se fueron... sin mí?—eda se desilusionó. en general, todo el tema del viaje en el tiempo la ponía mal, pero prefería ser parte de él y morir en el intento a quedarse fuera, esperando a que su hermana y las novias regresaran.

—van a estar bien, eda.—boscha intentó calmarla, aunque, en realidad, la dulce y tranquila de esa relación era willow, así que fue ella la que continuó—ajá... además, sabes que el portal sólo era apto a tres personas, y tenían que ir ellas. pero igual tenemos contacto con los walkie-talkies, así que no te preocupes de más.

eda no respondió y se metió al baño. las novias no tenían idea de qué hacer, pues jamás habían visto triste a la dama búho; así que decidieron huir y evitar provocar algún daño, saliendo hacia su habitación a buscar los walkie-talkies y empezar a investigar.

al cerrar la puerta tras ella, boscha no pudo evitar preguntar algo totalmente fuera del tema, pero que no podía quitarse de la cabeza.

—willow, oye...

—¿sí?

—no me lo tomes a mal, estuvo increíble, pero, ¿qué fue ese sexo de ayer tan repentino?

willow soltó una risa nerviosa y metió sus manos a los bolsillos, encogiendo los hombros.

—no lo sé... me hiciste sentir segura, y te tenía tan cerca, y empecé a sentir calor, y recordé que las paredes eran insonorizadas...—la bruja de gafas arqueó las cejas, y la pelirosa rió.

—aprovechando el momento, ¿eh?

cuando llegaron al cuarto, sacaron los walkie-talkies de sus cajones y planearon una búsqueda.

—escúchame, esto es lo que haremos. vamos a empezar por el castillo, ¿de acuerdo?—willow cambió de tema al instante.

—¿por qué encontraríamos pistas en el mismo castillo?

—porque en realidad, en todos lados hay pistas, hasta en los más inesperados, hasta en los rincones; sólo hay que saber buscar.

—están ordenados por apellido, así que nos tomará un rato hallar a este hombre, pero mientras tanto, están seguras aquí. nadie viene, y de venir, no hay muchos lugares donde esconderse.—la chica de ojos azules miró a su alrededor, y, fuera de las grandes torres de folders, que parecían casi islas de lo agrupadas que estaban, no había nada.

después de días, la mujer y ambas chicas pudieron respirar tranquilas. lilith estaba impresionada por cuantos apellidos con 'a' existían; tantos, que hasta amity pudo tomar una siesta.... increíblemente, sin la tan recurrente y horrible pesadilla.

después de como cinco horas, sandy bajó de su escalera y les entregó un folder.

—allen. lo-

—¿cómo nos trasladamos?— preguntó luz, sin dejar que la chica terminara de hablar.

—eso iba a decir. lo único que tienen que hacer es escribir nombres, fechas, u ocasiones. por ejemplo, si quieren saber con quién está su madre en este momento, escriban la pregunta. si quieren saber cuándo les propondrán matrimonio, escriban la pregunta. si quieren saber cómo fue la segunda guerra hirviente, escriban la pregunta. pueden escribir las preguntas que quieran, pero siempre deberán tener que ver con esa persona, y obviamente, sobre el pasado o el futuro. de otro modo, todo sería en vano, ¿saben?

las tres asintieron, y sandy les entregó una pluma y se despidió.

—¡mucha suerte!

amity miró a su novia y mentora y suspiró. era la hora de la verdad....

'¿dónde estará matthew allen dentro de una semana?'

apenas la chica de cabello verde separó la pluma del papel, las tres fueron trasladadas a un lugar espantoso, encontrándose con un escenario que las dejo en shock.