el primer paso.

276 17 6
                                    

—¿tierra llamando a luz?—boscha sacudió la palma de su mano a la vista de luz, haciéndola despertar de sus pensamientos.

—¡sí! sí, estoy aquí.

—como que te fuiste en trance un momento... ¿qué te pasó?—amity comenzó a preocuparse, pero luz ni siquiera le respondió. lo único que llegó a hacer fue soltar un suspiro, y, con lágrimas en los ojos, quitarse la cadena que llevaba y entregársela a su novia.

—fúndela.

amity no conocía a luz tan bien como luz conocía a amity. era extraño, porque en realidad debería haber sido al revés; después de todo, la que había tenido que fingir toda su vida era ella. aún así, luz era mejor actriz, y podía aguantar todo con tal de que su novia estuviera bien. sin embargo, amity no era egoísta, y sabía que esa cadena era muy importante para luz; era lo único que había conservado de su mundo, de su madre, y sin eso, ¿qué le quedaba?

la chica de cabello verde tomó la cadena y volteó el dije, apreciando las iniciales grabadas en él.

—luz, no puedo hacer esto. sé lo importante que es esta cadena para ti... no puedo dejar que la sacrifiques así.

—cada quien tiene sus prioridades, amity,—luz se calmó—y la mía eres tú. y esa cadena es una cosa material cuya pérdida podré olvidar; incluso algún día, si encuentro la manera, reemplazar. pero no puedo comprarme otra amity, no puedo enamorarme de nuevo.—todos se quedaron en silencio, y luz se dio la vuelta, dándoles la espalda—funde la cadena.

y su novia, desalentada y con un grandísimo sentimiento de culpa, reveló una llama de fuego de la palma de su mano y empezó a fundir el oro, este cayendo en un frasco que lilith sujetaba por debajo, y con luz mirando con atención cada gota caer en él.





odalia no era tan inteligente como se mostraba, ni tan astuta como quería que otros pensaran. odalia no era tonta, pero sí egoísta, y al ser egoísta, una cree que puede hacerlo todo sola, y así tener el derecho de no compartir la riqueza o el mérito que deseaba. odalia no era ingenua, pero era confiada, y, en la maldad, confiar en tu primer plan es lo peor que puedes hacer.

—siéntate, allen.—la mujer lo invitó—te voy a explicar el siguiente paso del plan.

—¡por fin, caray!—matthew había empezado a molestarse, pero no le había dicho nada a su "aliada" que, en realidad, lo veía casi como un sirviente—al fin me vas a decir que es lo que vamos a hacer.

—oye, es tu culpa...no debería yo sola la que hace todo.—le recriminaba, como si eso no le hubiera hecho todo más fácil. aún así, todos en la familia blight lo sabían; para odalia, era muy sencillo señalar a un culpable con la mano en la cintura, incluso si dentro suyo sabía que eso le había favorecido, o si cargaba con ella culpa también.

—habla, ¿quieres?

—ajá, como sea. en este momento, deben haber ido con lilith a buscar ayuda, ahora que esa mujer es gobernante, ¿estamos de acuerdo?—dijo odalia, sin recibir ni palabra ni reacción de parte de su compañero—han de estar en un punto de quiebre; la estúpida de amity ya debe estar pensando en las mil maneras en las que jesse ha regresado de la muerte, y luz debe estar al borde del colapso al ver a su querida noviecita en tal estado. y bueno, la dama búho... a delincuentes como ella no se les debe tomar en serio. son egoístas y egocéntricos, y sólo piensan en sí mismos.—odalia alzó una ceja teniendo su mirada en el piso, hablando con superioridad, sin darse cuenta de que se estaba describiendo a ella misma.

—han de estar destrozados...

—exacto,—ambos locos sonrieron—y es ahí donde entras tú.






la seda estaba enrollada y colocada formando un círculo; y, sobre ella, esparcido el pelo de perro ruloso. al centro de este, un viejo reloj de bolsillo estaba bañado en tinta mezclada con oro fundido; y, alrededor de todo, lilith, luz, y amity estaban sentadas de piernas cruzadas y agarradas de las manos, mientras boscha y willow veían la escena desde la puerta.

—¿qué es el tiempo? el tiempo no es nada, el tiempo lo es todo,—lilith comenzó el encantamiento, y mientras hablaba, el reloj iba deshaciéndose, mezclándose con el oro y la tinta, abriendo poco a poco un portal negro—y es por eso que, fuera de él, no existe otro modo. con este hechizo pido volver para regresar, pues hay una verdad absoluta que no puedo negar: puedes huir de las tormentas, de las lluvias y los vientos; mas nunca, pero nunca, podrás huir del tiempo.

con estas rimas, el agujero se hizo más, y más, y más grande, hasta el punto en que sólo fue la seda la que pudo detener su expansión, y, al abrir los ojos, sin siquiera incorporarse, cayeron hacia abajo cual alicia en el país de las maravillas, y apenas sucedió, el portal se cerró, sin dejar que las otras dos chicas siquiera vieran qué era lo que podría pasar ahí dentro.





—¿entonces me dices que entre ahí como si nada? ¿COMO SI NO ESTUVIÉRAMOS HACIENDO TODO UN PLAN EN SU CONTRA? odalia, ¿estás loca?

—es más, puede que incluso te pidan ayuda...—sonrió la mujer, para su desgracia, demasiado confiada de la "estupidez" de las chicas—esas taradas son capaces de creerse cualquier cosa. esto es lo que harás: cuando llegues al castillo, tienes que hacerte la víctima, el enfermo, el "pobrecito", ¿me comprendes?—el hombre asintió—cuando te pregunten qué pasa, dirás que no tienes la menos idea de cómo, pero jesse ha regresado y con sed de venganza "hasta con su propio padre, que nada le ha hecho"; créeme, se van a tragar toda la mentira. conozco a amity y a boscha; son un par de majaderas que no tienen criterio. y willow, de cualquier manera, es demasiado cobarde, demasiado... débil. no tienes que preocuparte. lo que harás será ir al castillo, hacerte como que eres una pobre víctima, y cuando todos piensen que eres el más inocente de todo el lugar, ¡bam! luz desaparece. amity se volverá LOCA, y no volverá a ver a esa humana... causante de todo este desastre. amity no volverá a ver a luz, y luz no volverá a ver la luz del día.

sí... odalia estaba algo enferma de la cabeza. el mismo allen estaba un poco asustado de esa última frase; él había sentido el dolor de perder a un ser querido para siempre, y una pequeña, pequeñísima parte de su corazón, aún había bondad, y no tenía ganas de matar a nadie. quizá torturar a amity un tiempo, teniendo a su humana secuestrada sin que ella pudiera hacer nada, y reír viendo su cara de dolor cada noche y cada mañana; sin embargo, no quería que nadie pasara el dolor que él pasó. aún así, tampoco tenía ganas de arruinarle la fiesta a su supuesta aliada... quizá, si la contradecía, las cosas saldrían de mal en peor, así que era mejor seguirle el juego.

—¡eh! ¡espera un momento! y, ¿dónde vas a estar tú mientras hago todo esto?—exclamó matthew, dándose cuenta que odalia quería que él fuera el único que se ensuciase las manos.

—yo estaré distrayendo a lilith, tarado. esa mujer es cercana a amity, y ella sí que no es tonta; es tan inteligente que puede que ella nos descubra,—advirtió, como si su plan fuera muy brillante—y has visto con tus propios ojos y en primer plano lo que pasa con los delincuentes las islas hirvientes.

—mmmm....—allen exhaló, dudoso, pero sabiendo que en realidad no tenía mucha opción—¿cuando iré al castillo?

—eso me estoy preguntando en este momento; ¡mueve tu trasero, allen! mientras más rápido, mejor. pero primero ve al bosque y tírate unos cabezazos contra los árboles y pelea con un oso o algo así; tienes que verte mal para que te crean eso de "pobre de ti".

JuntasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora