Seokjin recibirá dieciséis rosas en San Valentín, pero antes, seis chicos se enamorarán perdidamente de él. ¿Quién será aceptado?
Historia detrás de las dieciséis rosas que recibió Jin en San Valentín, en una preparatoria para varones. Específicame...
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Podría decir que tiene el corazón en su puño, siente que se estruja y él no es de exagerar, así que no cree que lo esté haciendo justo ahora. Porque le duele el pecho como si literalmente le estuviesen rompiendo ese órgano vital.
Escribiría eso si no estuviera tan ocupado viendo por la ventana del salón, esperando... ¿precisamente, qué? Es decir, sabe que Seokjin va a faltar, no asistió a la primera hora de clase y ya no cree que vaya a venir a la escuela, sobre todo si ha vuelto a llover y hace rato ya era demasiado fuerte.
Yoongi suspira para sonreír de lado, cerrando los ojos por un momento. ¿Qué esperaba?
Tal vez la presión fue demasiado para Jin, tal vez ese mismo día tomó una decisión y simplemente los demás no se enteraron, o tal vez el motivo de su ausencia sólo sea que no quiso salir de la cama porque está lloviendo.
De cualquier manera, sigue sintiendo ese peso horrible en el pecho que parece cortarle la respiración.
Min disimuladamente voltea sobre su hombro, rueda los ojos al ver que Jaehwan y Chanyeol tampoco están en sus asientos. Bien, estaba intentando ignorar ese detalle pero ahora ya no puede hacerlo. Es obvio, Seokjin sí ha venido, solo que no ha querido entrar a clase.
Eso explicaría y justificaría que se esté sintiendo tan mal, no lo haría por otra cosa. ¿Debería tomar esto directamente como un rechazo?
Se asoma por la ventana que da hacia el patio, agradece que su lugar ahora esté junto a esta por primera vez, porque no cree tener la fuerza para ponerse de pie.
Se frota la nuca cuando ve que el salón de Park ya está afuera esperando por ellos seguramente. La clase que tienen compartida todos los lunes antes no le importaba en absoluto, a Yoongi se le cruzaba el horario con otra asignatura y no asistía allí. Pero sabe que Jin sí, y la expresión de Jimin mirando a todos lados le demuestra que está esperando por él, lo más probable en su mismo estado.
Cuando vuelve a fijarse el salón, la mayoría de sus compañeros ya han salido a cambiarse con sus uniformes deportivos, o seguramente ya se encuentran en la primera planta. El tiempo corre para él, si llega tarde a la siguiente clase podría meterse en problemas pero, ¿sería tan malo?
Es decir, antes no le importaba en absoluto y no es como si ahora lo hiciera, a lo mejor solo está intentando hallar una buena razón para irse en lugar de lucir patético esperando en su escritorio por algo que obviamente no va a pasar. Min lo sabe.
Pero quiere creer que tiene opciones, podría empezar a preocuparse por sus notas desde ahora y solo retirarse, dejando en duda lo que hubiese pasado si Seokjin realmente hubiera venido a buscarle.
Porque lo hará, ¿cierto?
Yoongi siente su mente quedarse en blanco cuando ve entrar al salón al chico alto y esbelto que conoce a la perfección, pero que parece un desconocido con ese semblante tan inusual. La cabeza gacha, el flequillo ocultando sus ojos, sus manos juntas hacia el frente, desde su lugar Min puede notar cuán fuerte está apretándolas.
