𝟮𝟱. 𝙉𝙤 𝙡𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙚𝙨

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— Cuarta Parte —

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Cuarta Parte

      Para ser las primeras horas del día nunca antes había estado tan de buen humor

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      Para ser las primeras horas del día nunca antes había estado tan de buen humor. Es casi como si revoloteara en lugar de dar pasos y por más de que se sienta ligero como pluma, los golpes y patadas que reparte son dados con fuerza y certeros, para nada acorde con su sonrisa brillante e inocente, casi infantil. Quizá ese sea un factor para que sus compañeros le miren felices de igual manera, admirando su habilidad y destreza más que estar celosos. Jungkook siempre es un miembro excepcional del club, pero específicamente ahora está demostrando ir más allá de sus propios límites, hasta el maestro lo ha notado.

El hombre se cruza de brazos viendo a su alumno estrella con una enorme sonrisa en el rostro, al contrario de lo que piensan los demás menores en la sala, esta no es provocada por orgullo del avance de Jeon ni nada parecido, no. Al señor mayor le provoca una extraña alegría y alivio el ver que Jungkook parezca volver a ser el mismo chiquillo relajado pero centrado en las prácticas que llegó al inicio del año pasado. Es muy bueno, sí, verlo de nuevo tan saltarín, risueño y animado. Sin furia en los ojos y sin tener la cara toda apretada e intimidante.

El instructor está a punto de interrumpir el enfrentamiento de Jungkook para felicitarlo y mandarle a descansar un momento, cuando el ruido provocado por la puerta del ambiente que ha chocado contra la pared sobresalta a todo el mundo. El sabonim voltea sobre su hombro, molesto, listo para encontrarse con la figura de Park Jimin ingresando con prisa, reverenciando a manera de disculpa por el alboroto.

Tarde.

Jimin no llega ni a pronunciar su disculpa como es debido cuando ya ha sido mandado a los vestidores, después de recibir un simple; "tú con Jeon", soltado con la voz agria del sabonim acompañada de su gesto duro y decepcionado.

El de cabellos castaños claros refunfuña a medida que se va vistiendo con el dobok, diciéndose que no fue para tanto, maldición. Solo salió un poco tarde de casa y ni siquiera fue su culpa, la alarma de los Sábados no sonó y eso ya escapa a su voluntad, ¿no? Bah, de todas maneras el que su instructor vea ponerlo a enfrentar a Jungkook como castigo o reprimenda no debería ser tan malo, el menor será hábil y todo lo que quiera pero Jimin puede vencerle, solo debe concentrarse.

𝙎𝙄𝙓(𝙏𝙀𝙀𝙉) 𝙍𝙊𝙎𝙀𝙎 ;  𝘑𝘪𝘯 𝘩𝘢𝘳𝘦𝘮 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora