Seokjin recibirá dieciséis rosas en San Valentín, pero antes, seis chicos se enamorarán perdidamente de él. ¿Quién será aceptado?
Historia detrás de las dieciséis rosas que recibió Jin en San Valentín, en una preparatoria para varones. Específicame...
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Jimin está acostado en el césped, esperando a que la clase de Seokjin por fin entre al campo.
Después del fin de semana tan largo y duro por estar atormentándose a él mismo debido a su vecino, sobre si ir o no a llamar a su puerta y decirle en lo único que estuvo pensando esos días, por fin poder verlo sin necesidad de buscarlo parece algo relajante y tranquilizador. Si se anima, puede que llegue a acercarse a Seokjin y le hable como si nada hubiera pasado, eso sería perfecto.
Solo cierra un momento sus ojos para dejar de lastimarse con el sol, el profesor todavía está demorando en aparecer así que no pasa nada si sigue ahí, holgazaneando repasando las palabras que le dirá a Seokjin apenas le vea.
Pero eso no sucede.
Cuando es regañado para ponerse de pie y unirse a la fila con los otros alumnos en uniformes divertidos, ni siquiera cruza miradas con Seokjin una sola vez.
Es extraño porque antes siempre solían verse, Jin le observaba y le sonreía agitando su mano, luego se le acercaba en caso de que Jimin no tomara la iniciativa y comenzaba a platicarle sobre esa chica, ¿cómo se llamaba?
Bah, no lo recuerda. Pero hasta que venga a hablarle de ella sería mejor a ser terriblemente ignorado por su hyung, justo como ha estado pasando desde el día en que todos se vieron juntos en la cafetería.
Luego de eso no ha vuelto a encontrarse con los otros, la razón es sencilla y Jimin cree estar atinando con sus ideas respecto al tema. Solo veía a esos chicos porque inevitablemente siempre estaban juntos por Seokjin, si no los ha vuelto a encontrar debe ser porque el mayor también los está evitando.
La cuestión es porqué.
Jimin suspira agotado no por el ejercicio de calentamiento, es más un cansancio mental. Pero no debería pensar demasiado hasta ese punto cuando sabe, o cree saber perfectamente, porqué todo parece haber cambiado de un momento a otro entre los seis y el mayor.
Quiere patalear fastidiado porque lo ha admitido, no ha podido evitar incluir a esos chicos en lugar de sólo mencionarse a sí mismo. Le guste o no, ya todos están involucrados.
Park se cruza de brazos antes de empezar a caminar hacia un arbusto del lado de cemento en la cancha. Va a tomar el descanso de la clase para esto cuando en otras ocasiones usaba ese tiempo para ir y hablarle a Seokjin-hyung, qué desastre.
—Sé que estás ahí.
Las hojas se remueven un poco hasta revelar una mata de cabellos negros despeinados y con ramitas. Jimin frunce el ceño y se agacha para observar mejor. ¿Qué Taehyung no tiene el cabello marrón?
—¿Jungkook?
Por fin revela su rostro inexpresivo, solo con ojos redondos muy abiertos y mejillas apretadas.
