Seokjin recibirá dieciséis rosas en San Valentín, pero antes, seis chicos se enamorarán perdidamente de él. ¿Quién será aceptado?
Historia detrás de las dieciséis rosas que recibió Jin en San Valentín, en una preparatoria para varones. Específicame...
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— Sexta Parte —
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Ve las calles pasar a través de la ventana, no lo suficientemente rápido para marear, pero tampoco tan lento como para arrullarle y permitir que se quede dormido. Jin detesta que ahora hasta le preste atención a esas cosas cuando nada más está viajando en el autobús de regreso a casa. Antes no le importaba a qué velocidad iba el transporte, ni el efecto que eso pudiera tener en él.
Y a todo esto, ¿siempre fue tan aburrido el trayecto? ¿Cómo hacía para llegar vivo a casa? Y no es que esté exagerando trayendo todo el dramatismo que le faltó en su actuar el día de hoy, precisamente ahora.
Es decir, si sus amigos no hubiesen insistido tanto en ser todo alegría y festejos, creyendo así que su ánimo forzadamente mejoraría cuando es obvio que no es la manera, ahora Seokjin podría estar sentado tranquilo sin tener la necesidad de sacar toda la tristeza que estuvo reprimiendo las horas anteriores.
¿Qué tiene de malo dejar fluir las emociones? Empezó optimista en la mañana pero vamos, es un adolescente, puede que casi adulto pero, ¿los mayores no sufren por amor también?
¿Y por qué le fastidia tanto el asiento vacío a su lado?
Mira hacia el frente, bufando, porque varios estudiantes con uniformes de colores, mezclados con personas vestidas informalmente, se amontonan en los primeros sitios mientras él se encuentra ahí, en el último lugar al fondo pegado a la ventana, completa y patéticamente solo.
Olvidado, miserable.
No llegará a casa vivo, se dice suspirando comenzando a tensar su rostro como si realmente se estuviese tomando en serio sus berrinches mentales como opción viable para desfogar su frustración. Seokjin quiere chillar, porque no puede estar tan carente de atención, mimos y consuelo, no.
Puede que se trate de otra etapa.
Lo que le ocurre es que desde que subió, no ha dejado de pensar en cuán diferentes serían las cosas si su compañero de bus estuviera a su lado.
