Seokjin recibirá dieciséis rosas en San Valentín, pero antes, seis chicos se enamorarán perdidamente de él. ¿Quién será aceptado?
Historia detrás de las dieciséis rosas que recibió Jin en San Valentín, en una preparatoria para varones. Específicame...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Maratón 3/6
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Poco o nada le importa que esté atrasado y probablemente el profesor gruñón de hangul ya se encuentre en el aula y le vaya a regañar por venir tan tarde del receso, tiene otros asuntos para estar preocupado ahora.
Quizá el más irrelevante de estos sea el hecho de que sienta que nunca en su vida había estado más rojo, que su corazón todavía no se calma y que definitivamente no quiere entrar a su salón así. Se encuentra hasta mareado, sus mejillas quieren alzarse y las siente acalambradas. Es una locura.
Todo el día de hoy viene siendo una locura. Jin solo desea ir al baño y lavarse la cara, y si es posible, conseguir un recipiente para hundir la cabeza en él para empaparse por completo. No cree que vaya a olvidar este día, ningún otro año había sido igual y es obvio, porque claramente en ningún otro año se había enamorado de...
—¡Jin!
Detiene sus pasos tan bruscamente que hasta se inclina para adelante. Al voltear sobre su hombro rogando porque alguien tenga compasión de él y de sus desastrosas emociones, reconoce a cierto alumno extranjero acercándose dejando atrás a otro estudiante que nunca antes había visto.
Suspira aliviado, tomando la oportunidad para distraerse, queriendo enfocarse en lo genial que cree que es el que Shawn haya podido arreglárselas para tener sus propios amigos a pesar de la barrera del idioma. Le dejó prácticamente en el olvido desde días atrás pero a Seokjin no le molesta en absoluto, ahora quizá el chico alto solo se esté acercando a saludar.
—Hola, Jin— saluda sonriente cargando su mochila colgada del hombro, trayéndola hacia adelante para abrir el cierre principal. Es entonces que las alertas suenan en la cabeza del mayor y quiere gritar porque nada tiene sentido.
Le tomó mucho esfuerzo y tiempo darse cuenta de los sentimientos de los chicos más cercanos a él, y aún cuando algunos prácticamente acaban de confesarle la verdad, sigue sin ser capaz de asimilarlo.
¿Cómo esperan todos los demás que siga bien después de que parece que le gusta a todos sus amigos? Es tan absurdo, tan extraño.
Pensó que con tener que lidiar con su confusión sobre seis personas ya era bastante complicado, con todos los demás ya se vuelve imposible.
