Seokjin recibirá dieciséis rosas en San Valentín, pero antes, seis chicos se enamorarán perdidamente de él. ¿Quién será aceptado?
Historia detrás de las dieciséis rosas que recibió Jin en San Valentín, en una preparatoria para varones. Específicame...
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Para aclarar, un día antes del capítulo anterior.
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—¿Qué tienes que hacer tú, Jungkook?
El pelinegro no escucha, tiene la cámara de video en la mano y podría hasta hacerla caer por el estado de letargo en el que repentinamente ha entrado apenas ha visto quién acaba de ingresar por la puerta del taller.
Una sonrisa empieza a crecer en su rostro, sus ojos se arrugan y su labio superior desaparece.
Yugyeom ladea la cabeza sin entender por qué Jeon está sonriendo ahora. Parecía que hace unos minutos estaba molesto por el proyecto que les habían encargado a los del club de video donde estaban incluidos los dos, todo por el regreso a clases los días posteriores a año nuevo.
—Ya regreso, Yugyeom —avisa levantándose de la silla, sin dejar la cámara de video. Hasta que se detiene para volver a mirar a su amigo—. Y no me molestes.
El menor se ríe, Jungkook se ha adelantado a los hechos. Estaba a punto de hacer alguna broma respecto a que acaba de ver la razón por la que Jeon se ha levantado:
El hyung de anchos hombros y bonito rostro que acaba de hacer aparición.
—¡Eso es muy gay de tu parte, Jungkook-ah! —exclama hacia su amigo sin importarle que los otros chicos del club escuchen.
Sabe que no le prestarán importancia, todo el mundo sabe cómo se lleva Jungkook con sus amigos más cercanos, hasta el punto de recibir cualquier broma aunque insinúe cosas que están lejos de la realidad.
¿Jeon Jungkook, gay? ¿Gustando de otro chico?
Ah, solo debe ser parte de los disparates de su amigo, Kim Yugyeom, nada más.
