𝟯𝟴. 𝙇𝙤𝙨 𝙨𝙚𝙞𝙨

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     Es extraño, pero aún ahí sentado en la escalera manchando su uniforme escolar y muriendo de frío porque llueve y debería estar esperando a que suene el timbre dentro de su salón, y no afuera, Jin no ve esta forma de comenzar el lunes como la ...

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     Es extraño, pero aún ahí sentado en la escalera manchando su uniforme escolar y muriendo de frío porque llueve y debería estar esperando a que suene el timbre dentro de su salón, y no afuera, Jin no ve esta forma de comenzar el lunes como la peor, porque de hecho que otros escenarios deprimentes habían pasado por su mente antes de llegar, y bien, también durante el fin de semana.

Ninguno de ellos incluía estar en esa común posición de fingir interés por las palabras en el idioma extranjero que ahora salen apresuradamente por la boca de Shawn, junto a risitas y su semblante tan contento a comparación suya, que hasta bloquean un poco el ambiente triste que de por sí lleva Seokjin a donde sea.

Está agradecido por eso, no es como si el menor le subiera los ánimos pero es mucho mejor que estar solo para darle pase libre a su mente de seguir metiéndose en el tema, cuando se supone que ya tiene una clara decisión. O por otro lado, de estar acompañado de personas que también le recordarán sus preocupaciones y harán preguntas que sólo le entristecerán más.

Seokjin sube la vista al notar una tercera presencia allí, y entonces sabe que se sintió aliviado antes de tiempo.

Bufa, Jaehwan lo ha encontrado.

—¿Qué haces aquí, Seokjinnie?— pregunta tomando asiento a su lado, sin detenerse a saludar al canadiense, que sigue en su mundo hablando mirando a cualquier punto menos a alguno de los dos. Parece que ni siquiera estaba teniendo una conversación con Jin.

Por eso Jae rueda los ojos ante la respuesta que le da su mejor amigo.

—Le estoy escuchando.

Sí, por supuesto, Kim "soy experto en inglés" Seokjin, está escuchando comprendiendo todo lo que el otro dice, claro. Mas, en lugar de soltar eso, Jae prefiere limitarse a negar contradiciendo sus palabras que nada más aceptan esa excusa. Quisiera dejarlo en paz, pero no es posible.

—Oh, ya veo— se coloca una mano en el mentón, sabiendo que su ironía es más que obvia para Kim —Interesante.

Nota que él está incómodo y desearía no seguir molestándolo, pero no puede. Estuvo casi todo el sábado y domingo llamando y mensajeando a Jin, esperando tener noticias de él, lo que fuera. Incluso si no le decía nada, estaría dispuesto a ir a su casa a pasar el rato y distraerlo, aún si no deseaba su presencia, intentaría con que aceptara a Chanyeol en su lugar. No que estuviera solo, preocupándose con sus ideas como sabe que ha hecho y sigue haciendo.

Estaría genial decirle que olvide lo sucedido, finalmente todos los años los días después de San Valentín eran sólo eso, días comunes. Los obsequios parecían ser olvidados ya que Seokjin nunca tenía nada que decir de ellos. Pero obviamente esta vez es diferente.

Suspira cansado, tampoco es como si pudiese evitar que le haga frente a sus propios problemas, distraerse está bien e intentar ser ese muro que protege a los amigos también, sobre todo a aquellos que uno verdaderamente ama. Quisiera que parte de ese amor no implicara impulsar a hacer lo más sano y correcto, porque de esa manera podría seguir intentando hacerse un espacio en el corazón de Seokjin.

𝙎𝙄𝙓(𝙏𝙀𝙀𝙉) 𝙍𝙊𝙎𝙀𝙎 ;  𝘑𝘪𝘯 𝘩𝘢𝘳𝘦𝘮 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora