Vol 2 CAP 4 part 2

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Esos eran los pensamientos que ocupaban la mente de Sakuta mientras veía el océano, esperando a que el examen terminara.  El clima fue terrible el jueves, con lluvias que se repetían durante todo el día. Incluso cuando llegó la tarde, el cielo azul no se mostró en absoluto, y su ropa estaba secándose en el suelo de la habitación.  —Oye, ¡ojos en el papel!— Estaba en su habitación con la ropa recién lavada tendida, y Mai estaba ahí también por alguna razón.   Había estado comiendo pacíficamente con Kaede, y una vez que había terminado la lavandería, ella llegó, dando el ultimátum, ella lo ayudaría a estudiar. Lo cual nos trae a la situación actual.  Había una mesa plegable extendida en medio de la habitación, con Mai y Sakuta sentados a cada lado, y cuando Sakuta vio su expresión sobre la mesa a unos 45 grados, podía ver su disgusto.  —Mai-san, ¿estás molesta?  — ¿Por qué lo preguntas?  —Porque viniste aquí de la nada para hacerme estudiar.   —Tenemos exámenes mañana. Te dije que ayudaría. Vamos, resuelve este. —Dijo Mai, apuntando a un problema de física, una pregunta acerca del efecto Doppler. —Tienes cinco minutos.  Ella tenía principios estrictos.  —Solo no quiero sacar una mala nota.  —Sakuta, ¿has pensado alguna vez en el camino que tu vida va a tomar?  —Me gustaría quedarme casado contigo por el resto de mi vida.  Mai comenzó a golpear mecánicamente la mesa con su lápiz sin palabras. No tenía un cuaderno a la mano, así que probablemente estaba planeando algo más que escribir, algo como apuñalar a Sakuta. Quizá debía mantener sus bromas con moderación, decidió, por su propio bien.   —Pensé que quizá debería ir a la universidad —dijo. Había dos condiciones a cumplir para lograr eso, la primera era solo cuestión de estudiar. Si no podía pasar el examen, no podría ir. La otra era la situación económica de la casa. Su padre le había dicho indirectamente que ir a una universidad privada podría ser complicado— ¿Y tú qué quieres hacer?  —Planeo ir a la universidad.  —¿No ibas a enfocarte en tu trabajo?  —Puedo hacer ambos. Lo he hecho antes después de todo —lo hacía ahora, de hecho—. Estaba pensando en ir a un lugar en Yokohama.
Aún si era o no una universidad privada o pública, el pasar el examen sería complicado.   —Bueno, eres brillante después de todo.  Sakuta había escuchado que jamás había sacado menos de un 8 en su boleta de calificaciones.   Mai recostó su barbilla en sus manos y se quedó viendo directamente a Sakuta. Pudo sentir cómo ella intentaba algo así que Sakuta vio hacia otro lado.    —No desvíes la vista —lo regañó—. Quieres ir a la misma universidad que yo, ¿verdad?  Las palabras de Mai eran exactamente lo que él estaba esperando.   —De hecho no.  —Lo quieres, ¿no es cierto? —Mai lo repitió con una sonrisa, apuntando la punta del lápiz hacia él.  —Si puedo.  —Entonces, ¿no deberías estudiar apropiadamente?   Sakuta permaneció en silencio.   —Una pública debería disminuir el gasto a tus padres, y puedes viajar fácilmente a Yokohama desde aquí.   Mai estaba completamente en lo cierto, y eso quitó todas sus protestas. La Campaña de Invierno había fallado, y de repente ya estaba en la Campaña de Verano.   —No, es solo que, bueno.  — ¿Por qué tan desmotivado?  —Es solo un problema con mis notas. —Sakuta tenía notas promedio, un perfecto promedio de ‘6’.   —Así que solo tienes que estudiar.   —Estoy en contra de eso porque no quiero hacerlo estudiando.  — ¿Incluso cuando te he dicho todo esto?  —No hay nada de ‘todo esto’, sigo sin escuchar que es lo que quieres.   A eso, Mai se enderezó y dejó de apoyar su cabeza en sus manos y observó fijamente a Sakuta.  —Si dijese ‘quiero ir a la universidad contigo’, ¿te esforzarías?  Las mejillas de Mai estaban un poco sonrojadas. Ella podría haber estado actuando, pero sus palabras eran como una flecha atravesando el corazón de Sakuta.   — ¿Q-qué?— Preguntó Mai al ver su reacción.  —De verdad quiero inclinarme sobre ti ahora mismo.
—Te apuñalaré.   Sakuta levantó sus manos en señal de tregua antes de dejarse caer al suelo otra vez.   —Oye, sin holgazanear. —regañó.   —Solamente no puedo motivarme.   — ¿Y si digo que te enseñaría esas clases usando mi traje de conejita?  —Eso me motivaría en muchos sentidos.   Su corazón latía con anticipación al solo pensar qué podría enseñarle. Aún con eso dicho, pensó que era una broma al final.   —Si estudias, lo usaré.  — ¿De verdad?— Sakuta dijo parándose rápidamente. Mai ya había abierto su ropero y tomado el traje de conejita de la bolsa.   —Me cambiaré, sal. —dijo, aparentemente seria.   Esta era la mejor oportunidad que había tenido en su vida, no podía dejar que la comida que tenía en frente se desperdiciara. Salió de la habitación sin ninguna objeción.   —Si espías, te mataré. —le advirtió gravemente, cerrando la puerta desde el interior.   Sakuta siguió la orden de Mai, esperando inmóvil en el corredor. Mai se estaba vistiendo en su habitación, separados solo por una simple puerta. Realmente quería abrir la puerta despreocupadamente, pero decidió mantener sus deseos reservados.  Incluso sin tomar tan peligroso riesgo, sería capaz de disfrutar a Mai en su traje de conejita si solo esperaba un poco más. Cuando enfrentó la opción de verla desnuda por un segundo o verla en traje de conejita por un largo rato… Sakuta decidió elegir la que duraba más, creyendo que tomaba la decisión correcta.   Mientras esperaba, Kaede lo veía confundida, pero se las arregló para distraerla diciendo que debía alimentar a Nasuno.  Después de cerca de quince minutos, la voz de Mai se escuchó del otro lado.  —Terminé.  —Ya voy a entrar. —dijo, solo por si acaso.  —Adelante.  Había esperado por la respuesta, y ahora abrió la puerta de verdad.  Mai estaba una vez más sentada frente a la mesa plegable con las piernas extendidas detrás de ella.   El leotardo negro resaltaba cada una de sus curvas. Sus piernas delgadas estaban envueltas en unas medias negras. Había un moño atado a su cuello, con los puños de la camisa rodeando sus muñecas, y un par de orejas de conejita sobre su cabeza. Los tacones altos que iban con el traje estaban a un lado porque se encontraban dentro.
Solo con el hecho de que Mai se había cambiado de traje había cambiado completamente la atmósfera de la habitación.  —Vamos, siéntate. —dijo Mai, sus orejas de conejita se movían con sus palabras.  Sakuta se sentó frente a la mesa, sus piernas tocaban las de Mai por debajo de ella. Ella no hizo ningún tipo de movimiento para alejarse, aparentemente, permitiendo este tipo de contacto.  —Ahora, estudia. —dijo.
Como prometió, Sakuta abrió su cuaderno y observó las preguntas en el libro de texto.   Aún con eso, sin siquiera darse cuenta, su mirada se dirigió a Mai. A sus suaves y desnudos hombros, a su pecho pálido, al suave valle en medio de sus pechos. Su figura de reloj de arena hacia una artística combinación con las curvas de su espalda, y sus caderas eran hermosas, y quería quedarse viéndola por siempre.   —Has parado de trabajar. —dijo Mai, pellizcando su nariz— no me veas a mí, ve el libro.  Pensó que ella se enojaría, pero ese no parecía ser el caso, de hecho a cambio se veía feliz de tener a Sakuta enfocado en ella.  — ¿Pasa algo, Mai-san?  — ¿Debería?  —Solo no te ves tan molesta.   — ¿Qué quieres decir?  — ¿Pasó algo?  —No… solo creí que debería darte un premio de vez en cuando. —Mai murmuró mientras se apartaba.  — ¿Qué has dicho?  —Dije que no pensé que fueses a meterte en una pelea por esa chica.  — ¿Viste eso el lunes?  —Llegué a ver solo el final. Ah, lava tus zapatos, ¿bien?  —Mentí acerca de haber pisado suciedad de perro.   —Ah, vamos, eso es aburrido. —dijo injustamente. Tratar de ganarse a una reina malhumorada sí que era difícil. Ella no estaba al punto de sentirse celosa, pero trataba de hacer ver las cosas que le molestaban como algo aburrido.  Mai se inclinó hacia delante sobre la mesa, viendo a Sakuta, enfatizando su pecho mientras que el movimiento lo  hacía resaltar.  —Oye, no veas hacia mi pecho.  — ¿Así que solo querías que te prestara atención?  —Te golpearé.   —Deja mi cara. —dijo, poniéndose en defensa a broma mientras Mai lo golpeaba ligeramente en el hombro antes de dejar salir un largo suspiro.  —Apresúrate y anímame.   Ella era exigente, pero eso le quedaba perfecto y al mismo tiempo le molestaba.   — ¿Tienes algún plan para el verano? —Preguntó Sakuta.
—Estaré trabajando la mitad del verano, ¿y tú?  —La mayoría trabajando, pero quiero pasar el resto contigo, es verano después de todo.  —No iremos a la playa o a una piscina.  —Ehh.  —No puedo evitarlo, soy una actriz después de todo.  Ella no era solo una actriz, era una actriz popular conocida por todo el país. Si se presentaba a una playa o piscina con un traje de baño, el área probablemente caería en el caos.  —Solo ve con tu linda novia. —Mai lo apuñaló desinteresadamente.  —Mai-san.  — ¿Qué?  —Te amo.  Su mano se dirigió a pellizcar su mejilla.  — ¡Owowowowow!  —No engañes a alguien más tan descaradamente, eres el novio de la de primer año ahora.  —Había una belleza frente a mí, lo hice accidentalmente.   —No te confieses a la gente ‘accidentalmente’. —dijo, sonriendo incluso cuando su tono de voz lo regañaba, parecía que estaba de mejor humor y disfrutaba el pasar el rato con Sakuta. —Vamos, estudia.  —Ehh.  —No te dejaré dormir hasta que respondas todas esas preguntas.   La página que Mai tenía abierta en el libro estaba lleno de problemas de física. Fue difícil ver su cambio de actitud, pero, una promesa era una promesa.  El viernes, después de la escuela, el día final del periodo de exámenes, Sakuta se fue de compras con Tomoe como habían acordado.   Tomaron la línea JR Tokaido desde la Estación Fujisawa cerca de 20 minutos, llegando a la Estación Yokohama, Sakuta veía la cara de Tomoe mientras ella leía apasionadamente una revista de moda que había sacado de su mochila.  Usaron la estación, que siempre estaba en construcción por alguna u otra cosa, para cambiar a la línea Negishi. Una sola parada los llevó a Sakuragicho.   El reciente edificio construido que ahora era el segundo más alto en Japón y la gigante rueda Ferris llamaban la atención, un tipo de ciudad costera diferente a Shichirigahama.
Era lo que probablemente la mayoría de las personas pensaban cuando imaginaban a Yokohama. Incluso cuando dejaron la estación, no podían disfrutar la atmósfera.  —Senpai, tú naciste en Yokohama, ¿verdad? ¿O también solo es un rumor?  —Viví lejos de la playa, donde ni siquiera podías ver el mar. Yokohama es una ciudad grande.  Sakuta se preguntaba si ella estaba escuchando o no… Tomoe había sacado su celular para tomar fotos a la rueda Ferris. Podía ser una mentira, pero ellos eran una pareja hasta finalizar lo acordado, así que se estaba concentrando en crear recuerdos.   Sakuta y Tomoe fueron primero a una tienda grande cerca de siete u ocho minutos a pie desde la estación. Era una nueva tienda que había abierto alrededor de hace un año, por supuesto, ahora todo estaba más organizado.   Tomó aproximadamente 30 minutos el terminar de comprar todo lo que se habían propuesto. Con el presupuesto sugerido de Sakuta o siete u ocho mil yenes, Tomoe tomó un set completo de ropa que parecía le quedaban a Kaede. Se veían a la moda ciertamente, y eran sorprendentemente baratos.   Tenía algo sobrante en su billetera, así que debería buscar algo apropiado para usar debajo de la ropa.  —Oye, Koga.  — ¿Qué?  — ¿Qué tipo de bragas estás usando?  El silencio reinó por varios segundos.   — ¿Eh? —Dijo Tomoe, con la boca abierta.  — ¿No estás usando ninguna?  — ¡Lo estoy! Son, no- espera, ¿¡Qué me estás haciendo decir!? ¿¡Qué clase de pregunta es esa!?  —Nah, solo pensé que ella necesitaría ropa interior que le quede a alguien de quince años también.  —Ella puede comprar eso ella misma.  —Ah, no mencioné nada acerca de eso cuando fuiste, pero Kaede es una chica que prefiere más que nada estar en la casa.   — ¿Una chica que prefiere estar en casa? —Preguntó Tomoe confundida.  —Ella se encierra en casa todo el día, sufrió de acaso en la escuela primaria.  —Eh, ¿y qué hay de tu madre?  —Un montón de cosas sobre Kaede la derrumbaron, y ya no vivimos juntos ahora. Nuestro padre la cuida.
Tomoe lo observó en silencio.   —Por fin lo entiendo.   — ¿Entender qué?  —Por qué me ayudaste.  —Vaya, eres increíblemente buena leyendo la atmósfera.  No tenía sentido el negarlo ahora, así que Sakuta lo admitió fácilmente.   —Tú también lo eres, las personas creen que no puedes y te excluían por eso… pero sí puedes, solo no lo haces.  — ¿Es así?  —Sí. —Tomoe dijo, riendo y moviéndose a la izquierda. —Espera aquí un minuto.  — ¿Por qué?  — ¡N-no importa! ¡Solo no te muevas de aquí! —Tomoe le dijo antes de correr hacia una escalera eléctrica.  Después de diez minutos, regresó sosteniendo una bolsa azul opaco de plástico.  —Listo.  Sakuta tomó la bolsa y observó adentro.  — ¡Wah! ¡No veas!  — ¿Por qué?  —P-porque, son iguales a las que estoy usando ahora.  Se movió, halando su falda hacia abajo. Sakuta observó entre ella y la bolsa.   —Quiero ver más ahora. —dijo Sakuta, viendo de nuevo la bolsa.  — ¡No! ¡No puedes! Dios, Senpai, harás que Sakurajima-senpai te odie si sigues haciendo ese tipo de cosas.  — ¿Huh?— Por qué traía a Mai a la conversación, se preguntó.   —Le gustas a una famosa actriz internacional, te arrepentirías.   —Pensé que estabas segura de que yo malentendía las cosas.  Para ser más precisos, ella le había preguntado a la misma Mai mientras estaban en la enfermería por el resfriado.  —Pero, cuando la vi llegar a tu casa.  —Ah sí, cuando trajo los suvenires.  Ellas se habían cruzado cuando Tomoe llegó a estudiar.  —Te ayudaré para que las cosas vayan bien con ella.
— ¿Y de quién es la culpa de que no esté saliendo con ella?  —Ugh… B-bueno, te apoyaré.   —Seguro seguro, gracias, aprecio tu esfuerzo… Bueno, ¿qué haremos ahora? ¿hay algo más que quieras comprar?  — ¿Eh? Ah, sí, ¿puedo buscar una cosa más?  Sakuta subió un piso más con Tomoe a un área vívida y colorida. Había trajes de baño a la venta, de diferentes estilos y colores alineados en cerchas  —Prometí que iría a la playa con Rena-chan y las otras. Solo tengo mi traje de baño de la escuela… Me pregunto cuál es el que todos usan.  — ¿No puedes solo usar el de la escuela?  — ¿Por qué usaría eso? Ah, ¿qué opinas de este?  Tomoe sostenía tímidamente un bikini rosa con volantes frente a ella.   —Mirar un montón de relleno no me emociona.   —No me lo pondré para mostrarte.   —Para ese tipo de bikini. —empezó Sakuta, originalmente intentando dirigir su mirada a un maniquí de buena figura, pero vio a una mujer rubia que sería aún mejor. Era una extranjera glamurosa que podría robarte el aliento con solo verla.  Tenía los ojos azul claro y grandes, unos labios eróticos. Podrías decir que tenía una muy buena figura incluso con la ropa puesta, y su cintura estaba bien formada. Probablemente tenía la misma estatura que Mai, alta para una mujer. Parecía estar en medio de los 20 y 25 años. Estaba en una esquina del área de los trajes de baño hablando fluidamente japonés con una mujer delgada con el cabello largo y negro, preguntando por la opinión de varios trajes de baño animadamente.   No, viendo más de cerca, la segunda persona no era una mujer, era un hombre con una figura delicada, más cerca a lo ‘refinada’ que solo a lo ‘apuesto’. Se veía más o menos de la misma edad que la mujer.   No solo los veían Sakuta y Tomoe, la tienda completa parecía estar interesada en la pareja internacional.  — ¿Qué te parece este?— preguntó la mujer.  —Solo toma el que quieras. —respondió el hombre, de mal humor aparentemente.  —No tienes que ser tímido, nadie está observando. —le dijo en un tono persuasivo.  De hecho, todos estaban observando. Y sobre eso, él no parecía ser tímido, parecía molesto. ¿Qué tipo de relación tenían?  —Todos son iguales.
— ¿Te refieres a que todos me quedan bien? —La mujer rubia se rio bromeando. De hecho era algo similar a Mai. Tenía la confianza de una mujer que sabía lo bien que se veía. Ella estaba bromeando, pero sus palabras en sí no eran una broma.   —Así es. —el hombre lo admitió inmediatamente. Parecía que ella no esperaba esa respuesta y parpadeó por un momento. Pero pronto sonrío en completa felicidad, una sonrisa brillante que parecía alumbrar sus alrededores.  —Es raro que me halagues.  —Solo dije la verdad. —dijo el hombre antes de irse molesto del área.  —Ah, ¡Espera!— saltó detrás de él, tomando su brazo forzadamente mientras él le dedicaba una mirada desagradable.   —Ya habías regresado a Inglaterra, ¿por qué regresaste a Japón?  —Te dije que venía por la exhibición, ¿no? Ah, y mis padres vinieron también esta vez, así que ven a conocerlos esta noche por favor.   —E-espera un minuto, no había escuchado que tus padres iban a venir.   —Es por eso que te lo digo ahora.  ¿No era esto un desarrollo interesante? Como fuera, los dos tomaron las escaleras eléctricas y desaparecieron escaleras abajo, así que no había forma de saber cómo terminó su conversación.  —Bueno, así debe ser —dijo Sakuta, dándose la vuelta hacia Tomoe, una vez recuperó su concentración a la conversación—. Deja ese bikini para cuando hayas crecido como esa rubia.    —Eso jamás va a pasaaaar.  — ¿No es mejor así?— Sakuta preguntó mientras tomaba un traje de baño cercano.  El top era como una camisa, cubriendo del pecho a la cintura. La parte de abajo era como un short. Mirando más de cerca, podías notar que el top y la parte de abajo se traslapaban.  —Lo pensaré un poco más, no compraré uno esta vez.  Después de verse por un momento, Tomoe puso el traje de baño de donde lo había sacado.  Una vez habían terminado con las compras, Sakuta y Tomoe tomaron una caminata al Parque Yamashita. Era un parque grande que tenía vista al mar. Tomoe tomó fotos con su celular, ocasionalmente tomando unas que parecían de pareja con Sakuta.  Cuando el sol comenzó a ponerse, Tomoe apuntó a la rueda Ferris y sugirió que terminarían el día ahí.
La ciudad comenzó a parecer más grande, y comenzaba a iluminarse mientras ellos ascendían en la góndola. Los edificios también estaban iluminados por el sol del atardecer, así que también tomó fotos ahí, conmemorando su cita.  Una vez llegó a su máxima altura, Sakuta trajo a conversación algo que podía ser un problema.  —Oye, Koga.  — ¿Qué? —Preguntó desde donde presionaba su cara contra el cristal, emocionada con la vista de afuera.  — ¿No deberías pensar en cómo es que vamos a terminar?  — ¿Eh? Ah, sí, lo sé. —Tomoe respondió mientras se daba la vuelta. Juzgando por su actitud, ella ya lo había notado. Su relación era bien conocida dentro de la escuela, y el hecho de que Sakuta se sentía tan fuerte como para pelear con un estudiante mayor también se había regado por toda la escuela. Diciendo que simplemente se habían separado durante las vacaciones sería un poco difícil, crear una razón más apropiada para terminar sería mejor.   —Ya he pensado en cómo terminarte. —Sonrió Tomoe como si estuviera sugiriendo un nuevo juego.  —Espera, ¿yo soy al que terminan?  —Usaré el ‘no pudiste superar a Sakurajima-senpai, y cuando me di cuenta de eso, te terminé’.   —Eso es poco realista.  —Voy a terminar con una cachetada y gritando ‘¡ya no te necesito!’  —No vamos a hacer eso, ¿verdad?  —Es importante ser realista.  — ¿Entonces vamos a…?  —Asegúrate de estar libre después de la ceremonia de clausura. Estoy planeando esta ruptura para después de una cita en la playa.  Tomoe relató su plan de darle una cachetada a Sakuta con una sonrisa.  La rueda de Ferris estaba llena de parejas mientras daba vueltas, pero no había ni una pista de una atmósfera así entre Sakuta y Tomoe. Tampoco habían sentimientos forzados de unos novios falsos. Si tenían que poner su relación en palabras, sería como una buena amistad de unos compañeros de clase que habían crecido lo suficientemente cerca como para ir juntos a cualquier parte.  Eso era el por qué se sentían como si pudieran mantener esa promesa que habían hecho por ese plazo.   —Una vez que esta farsa termine, sé mi amiga.
El tipo de conversación que habían tenido hasta ahora era como la de un par de amigos.  —Senpai, ¿de qué te ríes?  —De nada.  —Ehhh, dimeeee.  Para Sakuta, era una relación maravillosamente cómoda.  Los exámenes habían terminado y la escuela completa había cambiado a un humor vacacionista. Incluso si se preocuparon y regocijaron acerca de sus notas cuando fueron entregadas, todos tenían la actitud de ‘solo una semana más’.   La playa estaba abierta ahora, así que enfocarse apropiadamente en los exámenes de práctica dentro de la clase era ridículo. El que hayan prohibido nadar en la playa de Shichirigahama debido a las olas agitadas era un poco de ayuda. Probablemente habría habido un pequeño motín si veían a la gente nadando ahí.  Dicho esto, la playa de Yuigahama podía ser vista desde las ventanas del lado izquierdo, y el este de la playa Enoshima era visible a la derecha.   Las cabañas que estaban en la playa eran distantemente visibles, y verlas todos los días sería en vano, incluso si los estudiantes seguían estudiando.  Incluso los profesores parecían saber esto y no estaban particularmente emocionados tampoco. Solo había un aura de decepción en el aire.  Ya había un gran número de estudiantes que nadaban después de la escuela. Podías darte cuenta por el tono de su piel que se había vuelto a un rojo brillante. Todo esto era parte de la típica escena de verano de una escuela en la costa.  De esa forma, los días pasaron pacíficamente.   La relación falsa de Sakuta con Tomoe también había ido bien, nadie dudaba de ella. Tomoe iba a salir con sus amigas y le dijo durante su horario de trabajo que iría con Rena, Hinako, y Aya a comprar un traje de baño.  —Senpai, ¿quieres ver mi traje de baño?  —Nah, no creo. Más importante. —empezó.  — ¡No le digas ‘más importante’ a eso!— lo interrumpió.  —A mi hermana realmente le gustó la ropa que elegiste, gracias.  —Ah, sí, me alegra.  —Pero pensar que tú usarías ropa interior como esa…  — ¿¡Eh!? ¿¡Viste!?  —Eres sorpresivamente atrevida debajo de tu falda. Sakuta pasó los días así, y la última semana llegó a su final después de todo. El último día, el 18 de Julio, un viernes, todo llegó muy rápido sin ningún desfile o algo similar.   Sakuta fue despertado por Kaede quien lo agitaba como lo hacía todas las mañanas, pero ese día era la ceremonia de clausura escolar.   —Buenos días, Kaede. —La saludó.  —Buenos días. —Respondió.  Sakuta dejó su habitación y empezó a cocinar el desayuno, encendiendo la TV mientras esperaba que la tostada terminara. La noticia destacada era sobre el juego de Fresh All-Star que había tomado lugar la noche anterior. El equipo no tenía más que jugadores jóvenes y tuvo un buen panorama en ambas ligas y había llenado el Estadio Nagasaki.   Sakuta lo había visto ausentemente mientras comía con Kaede, Nasuno comía su propia comida a sus pies también.  —Las vacaciones de verano empiezan mañana. —dijo Kaede.   —Hmm, ¿Entonces qué necesitamos para el verano?  —Una sandía. —sugirió Kaede.  —Iré a comprar una entonces, supongo.  —Una redonda sería genial.  Comerse una sandía entera sería difícil. Tal vez compartirlo con Mai funcionaría, Sakuta pensaba eso mientras se preparaba para la escuela y luego salió.   —Te veo luego, Onii-chan. —dijo Kaede al ver que se iba.   Tomó el tren con Yuuma ese día, terminaron parados uno junto al otro y sosteniéndose de los agarradores del tren.    — ¿Qué planeas hacer durante el verano, Sakuta?  —Trabajar.  —Bueno, Koga-san estará ahí. —Yuuma dijo bromeando. Sakuta ignoró el tono en el que lo dijo. Yuuma había estado curioso acerca de esa relación desde el principio, pero luego había decidido ‘¿quizá funcione?’ después de verlos todos los días.   — ¿Tú?  —Trabajar, cosas del club, citas.  —Eres todo un joven idiota.  —No deberías decirle eso a las personas. —Yuuma golpeó el hombro de Sakuta jugando mientras continuaban su conversación sin tanta importancia mientras llegaban a la escuela.   Después de la primera clase, todos los estudiantes se reunieron en el gimnasio para la ceremonia de clausura. Hacía calor, así que el discurso de agradecimiento del director no pudo entrar en sus mentes, había incluso estudiantes tratando de poner ventiladores y dándose aire a ellos mismos. Los profesores también tenían calor, así que no se quejaron.   Una vez que Sakuta regresó a su clase, tuvo la última clase del ciclo escolar. El profesor los llamó uno a uno por sus nombres para entregarles sus notas.   Sakuta, con su apellido como ‘Azusagawa’, fue llamado de inmediato, sin siquiera tener el tiempo para ponerse nervioso o tener realmente confianza en él mismo para poder pasar con una calificación cercana a 10.  Sus resultados eran en la mayoría normales, aunque su nota de física había subido a un ‘8’ gracias a las lecciones de la Conejita Mai. Aún con eso, su promedio permanecía firmemente en un ‘6’.   Había una pequeña advertencia de su profesor acerca de la pelea con Maesawa-senpai, pero estaba escrita indirectamente, y no había nada más de interés ahí.   —Sé cuidadoso y no te metas en problemas este verano. —dijo el profesor, en la clase final. Esas últimas palabras no habían cambiado desde que Sakuta estaba en la escuela primaria.   Después de que los estudiantes a cargo le dijesen ‘levántense, reverencia’, la clase reventó en aplausos y gritos de felicidad. Se terminó por fin, hurra, finalmente está aquí, y varios gritos más se mezclaron al mismo tiempo.   Sakuta dejó la clase rápidamente, escuchando esas celebraciones atrás de él.   Los corredores estaban llenos con estudiantes que no querían dejarse unos a otros. Tendrían un montón de tiempo libre, así que Sakuta pensó que simplemente podían intercambiar sus números e irse a casa, pero aparentemente existía alguna razón por lo que no podían hacerlo.   Y porque había muchos estudiantes en los corredores, el camino a la estación estaba de hecho más vacío que lo usual, así como la Estación Shichirigahama, había solo como unos diez ahí cuando Sakuta llegó.   Sakuta caminó al final del lado de Fujisawa y espero por el tren. Tenía que esperar alrededor de 6 minutos.   Antes de que llegara, Tomoe llegó trotando.   —Ah, llegaste aquí primero. —dijo.  Habían prometido ir a la playa juntos después de la escuela. Sería su última cita y se encontrarían ahí.   La ropa de Tomoe no parecía estar del todo ordenada mientras seguía jugueteando con la correa en su cintura.   —Me cambié a mi traje de baño en la escuela. —respondió antes de que Sakuta pudiese preguntar cuando se dio cuenta de que la observaba. Esa era una técnica secreta en las escuelas cerca de la playa. Los estudiantes que tenían actividades de club regresarían a la escuela una vez terminaban para usar los vestidores. Incluso Yuuma admitió haberlo hecho el año pasado.   —Senpai, estás viéndome de una manera pervertida.   —Lo sé.   Algunos destellos de rosa se lograban ver debajo de su blusa.  —Eso significa que dejes de verme tanto. —dijo, sosteniendo su bolso de mano frente a su pecho.  El tren llegó rodando a la estación mientras ellos aún hablaban.   Sakuta y Tomoe bajaron en la Estación Enoshima Enoden, y llegaron al este de la playa en unos diez minutos. La playa era un arco amplio, y siempre se mantenía llena para esta temporada.   Aún era un día entre semana, así que no había muchos locales alrededor, lo que hacía ver a la playa más bien vacía.   Se separaron por un rato frente a las cabañas. Sakuta se cambió la ropa a un bañador y una camisa, porque mostrar las cicatrices de su pecho lo harían verlo como una persona mala. Puso sus cosas en un casillero y salió al mismo tiempo que Tomoe, quien había terminado rápido al haberse cambiado en la escuela.   —Bien, nademos.  — ¿Eh? ¿No vas a decirme lo que piensas sobre mí?  —Creí que no querías que te viera demasiado.   Sakuta recordó el traje de baño que estaba usando, era el que él había tomado cuando estaban comprando la semana anterior. No había comprado nada en ese entonces, pero seguramente lo había encontrado y comprado el mismo día que fue con sus amigas.  —Bueno, creo que te ves linda.   —N-no me digas linda.  — ¿Entonces qué quieres que diga?  —…Que soy linda, ¿tal vez? —respondió después de pensarlo un momento.   — ¿Así que hoy estás emocionalmente inestable otra vez?  —Así es el corazón de una doncella.  —No es el más confuso.  —En serio me irritas, Senpai.   —Supongo que iré por un elote a la parrilla si te he molestado.  Sakuta dio la vuelta sobre su talón y quedó frente a las cabañas.
—Iré también. —Dijo Tomoe, apresurándose hasta alcanzarlo.  Sentarse bajo el sol de verano mientras comían elote era magnífico.   Los cielos se abrieron de repente mientras comían, pero se mojarían en el mar de cualquier forma, así que no importaba.   A la hora de almuerzo, comieron yakisoba en las cabañas y luego Sakuta llevó a Tomoe al agua para digerir la comida con algo de ejercicio mientras se salpicaban el uno al otro con agua. Una vez estaban cansados regresaron a la arena a hacer castillos.   —Veamos qué castillo resiste mejor a las olas. —sugirió Sakuta.   —El perdedor tendrá que comprar raspados. —agregó Tomoe.   —No vengas llorando cuando pierdas.  —Lo mismo te digo a ti.  Sakuta terminó perdiendo. El factor que lo decidió fue una depresión en el frente del castillo. Era donde Tomoe se había sentado mientras lo hacía y había dejado una marca en la arena con su trasero.   —Tu trasero te salvó, Koga.   —C-Cállate. Aún tienes que pagar.   Tomoe cubrió su trasero con sus manos y su cara se puso roja.  Una pérdida era una pérdida, así que Sakuta fue y compró los raspados. Tomoe pidió uno de jarabe de fresa para ella, y Sakuta pidió uno de jarabe de melón.
Cuando el sol comenzó a ponerse, Sakuta y Tomoe se sentaron en la playa y observaban ausentemente a una niña y un niño de cinco y seis años, jugando con una pelota. Los golpes viciosos de la niña abrumaban al pequeño y terminó recibiendo la pelota con la cara varias veces.  —Oye, Senpai.  — ¿Tienes hambre de nuevo?  —Gracias por todo hasta hoy.  Sakuta no respondió.  —Ven —dijo Tomoe, extendiendo su mano—. Apretón de manos.  — ¿Por qué?  —Es como una despedida.  Sakuta limpio su mano en su camisa y tomó la pequeña mano de Tomoe por sí mismo.   —Senpai, aún con todo esto aún sigues enamorado de Sakurajima-senpai, y me rendí contigo, así que terminamos aquí. —dijo Tomoe como si estuviese leyendo una historia mientras veía hacia las olas.   — ¿No necesitas darme una cachetada?  —Solo diré que lo hice. Si te golpeo ahora, estaría siendo muy malagradecida.  —Está bien, buen trabajo. —dijo Sakuta, sin estar completamente seguro sobre qué decir en esa situación.   —Sí.  —Ten un buen verano.  —Tú también, Senpai… Espero que salgas con Sakurajima-senpai.  —Bueno, lo tomaré despacio.  Tomoe soltó su mano y se puso de pie.  —Vamos a casa. —dijo con una sonrisa.  —Sí, estoy cansado de jugar en el mar. —Sakuta estuvo de acuerdo y se puso de pie.   —Suenas como un viejo. —Tomoe se rio de él mientras recogían sus cosas y regresaban a las cabañas. Cuando terminaron de vestirse, tomaron el tren en Enoden y llegaron de vuelta a Fujisawa.  —Senpai, ¿qué harás durante el verano?  —Vagar.  Viajaron de vuelta con ese tipo de conversación sin sentido…  Sin nada sexual relacionado en absoluto… Solo era el final de un tiempo que fue divertido. Solo pasaron el día con un amigo que conocían bien.  Además, su mentira había terminado bien, sin nadie que sospechase, y un divertido y disfrutable verano llegó.  Todo terminó bien gracias a ti Senpai.  Todo está bien ahora.   Estoy segura que estaré bien.  Pero…  Quizá cometí un error porque Senpai estaba aquí.

Seishun Buta YarouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora