Vol 3 CAP 1 pat 2

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Después de separarse de Shouko, Sakuta salió un poco más temprano de lo normal
para su turno, dirigiéndose al edificio de mayoristas de electrónica en lugar de ir
directamente al restaurante en el que trabajaba. Caminó a través de las filas de los
últimos teléfonos inteligentes y montó la escalera mecánica hacia arriba, sin mirar ni el
piso de audio ni el piso de electrodomésticos.
El ambiente general de la zona cambió cuando llegó al séptimo piso, porque este y el
siguiente estaban llenos de librerías generales.
El gran piso tenía estanterías alineadas, repletas de libros. El séptimo piso distribuido
en libros especializados tenía una gran variedad de edades y un ambiente tranquilo, casi
como una biblioteca. Sakuta caminó entre los estantes, revisándolos mientras los pasaba.
No estaba buscando ningún libro en particular, porque cuando había contactado a
Futaba Rio antes para consultarle, ella le había dicho que estaba en una de estas tiendas y
que él mismo acudiera.
No podía verla en ninguna parte. Había estado seguro de que ella estaría en el rincón
de los libros de física, pero la única persona allí era una chica con el pelo atado y en
uniforme de la preparatoria Minegahara. Sin otra opción, dio una vueltas por el piso.
Realmente no estaba allí.
—En tiempos como este un teléfono sería útil… —se dijo a sí mismo. Podía enviar un
correo electrónico, llamar o simplemente enviarle un mensaje y verificar su ubicación en tiempo real.
Mientras pasaba por la sección de física en su segundo ciclo, alguien le habló desde
atrás.
—Azusagawa.
Se detuvo y se dio la vuelta.
—¿Estás tratando de acosarme? Caminando de esa manera... —dijo la chica que Sakuta
había visto antes. Al examinarla más de cerca, pudo ver que era Rio.
—¿Futaba?
—Supongo que el calor del verano está golpeando fuerte tu cabeza... —suspiró.
Llevaba el familiar uniforme, y por supuesto, al no estar en la escuela no llevaba la bata de
laboratorio. Pero había una razón aparte por la que Sakuta pasó de largo, incluso después
de haberla visto dos veces.
Su peinado era diferente de lo habitual. Normalmente caía casualmente sobre sus
hombros, pero ahora estaba atado detrás de ella, exponiendo la piel blanca de su nuca
que estaba completamente sin curtir. Río siempre fue bastante reservada, por lo que eso
por sí solo era bastante tentador.
—Hace demasiado calor para llevarlo suelto… —Rio le dijo antes de que pudiera
preguntar, notando su mirada. Incluso su razón se parecía mucho a ella. Sin embargo,
Sakuta no solo tenía una pregunta, lo siguiente que se preguntaba era sobre sus ojos—.
No llevo gafas porque tengo lentillas hoy… —respondió antes de que él pudiera preguntar
de nuevo.
Con el pelo recogido y sin gafas, era bastante diferente de su impresión habitual. Sin
embargo, su desinteresada respuesta a su pregunta era tal como la conocía.
—¿Por qué el uniforme? —se las arregló para preguntar, su última pregunta. Río no era
el tipo para publicitarse como estudiante de secundaria durante las vacaciones.
—Iré a la escuela después de esto.
—Kunimi está trabajando conmigo, por lo que no estará allí…—le dijo él.
—Soy el único miembro del club de ciencias, si no dejo algo, lo abolirán… —le dijo con
una mirada de reproche— Entonces, ¿qué querías?
—Hm, oh sí. Sobre eso…
—¿Esto va a ser otro sin sentido? —preguntó mientras tomaba un libro de la estantería
sin interés, hojeándolo. Era un libro de mecánica cuántica que estaba lejos de la zona de confort de Sakuta.
—Tal vez si, tal vez no.
—Tan indeciso.
—Me encontré con Makinohara Shouko. —fue directo al punto.
Rio levantó la vista del libro abierto en ese punto, con sorpresa en su mirada. Él se la
había mencionado antes, Shouko había sido su primer amor, la razón por la que el tomó el
examen para la preparatoria Minegahara era para seguirla. No estaba en la escuela
cuando él ingresí. No había rastro de su graduación o incluso de estar inscrita. Con esas
circunstancias desconcertantes, Sakuta había terminado triste, y Rio sabía todo ello.
Debido a eso, pudo entender la sorpresa de Rio con sus siguientes palabras:
—Así que ella realmente existió.
El mismo Sakuta había pensado que nunca volverían a encontrarse, y no había soñado
con conocerla en casi un año.
—Lo que es más sorprendente es que ahora es una estudiante de primer año de la
escuela media.
—¿Ah? —dijo Rio en shock, casi dejando caer su libro.
—Cuando la conocí hace dos años, estaba en su segundo año de preparatoria, pero
cuando la volví a encontrar el último día antes de las vacaciones, estaba en su primer año
de media.
—Azusagawa, ¿estás cuerdo?
—Desafortunadamente.
—No se acumula entonces.
Si estaba en su segundo año de preparatoria hace dos años, asumiendo que fue directo
a la universidad, sería extraño que no estuviera en el primer año de este. Pero estar en el
primero año de la escuela media era una regresión.
—¿Y tú…? —preguntó Rio
—Ella no me recuerda... o más bien no parece saber que nos conocimos.
En realidad le había dado un saludo completo de "primera vez" inmediatamente
después de que se conocieron.
Rio cayó en pensamientos con el ceño fruncido.
—Azusagawa… —dijo eventualmente, mirándolo por el rabillo del ojo.
—¿Hm?
—¿Crees que podría ser solo una persona con el mismo nombre que se ve igual?
—Eso parecía lo más probable, sí… —respondió Sakuta. Lo había pensado, pero
también pensó que parecía una coincidencia.
—Al parecer, hay tres personas en el mundo que se parecen a ti.
—Eso es solo una leyenda urbana, ¿no es así?
—Sí, solo una leyenda urbana… —Rio respondió, apartando la mirada. Actuó
completamente despreocupada, como si realmente no le importara, pero algo de eso se quedó en la mente de Sakuta porque no podía ver ninguna razón por algo que la
conmoviera. Normalmente ella se habría burlado de él sin rodeos en este punto.
—¿Futaba?
—¿La otra posibilidad es que ella sea la hermana pequeña de Makinohara Shouko y se
presente con el nombre de su hermana por alguna razón? —Rio continuó sin preocuparse,
así que Sakuta dejó de preguntar por eso ahora.
—¿Qué tipo de razón sería? —la configuración para eso era demasiado compleja.
—Solo pregúntale por ti mismo.
—Si hago demasiadas preguntas extrañas, pensará que soy un bicho raro.
—¿Sería diferente si lo hago yo?
—Solo digo que preferiría no hacerlo.
—Es sorprendente ver qué quieres lucir bien con cualquiera que no sea Sakurajima-
senpai.
—Solo asegurándome de que lo sepas, pero no estoy tras una estudiante de media.
—Eso no importa. La otra posibilidad que puedo dar es que la Makinohara Shouko que
conociste hace dos años fue como una ilusión del futuro actual... o algo así.
—No fui yo quien causó eso… —Sakuta insistió. La simulación futura fue causada por el
Síndrome de la Adolescencia de Koga Tomoe. Ella era una estudiante que iba a la misma
escuela que él y estaba un grado atrás, su linda kouhai con cara de melocotón.
—No creo que sea posible afirmar categóricamente que no fuiste la causa cuando lo
experimentaron juntos.
—En ese caso, mi edad no coincide.
—Es cierto, pero... no ha habido daño ahora, ¿verdad?
—Bueno, no.
Era fundamentalmente diferente que con Mai y Tomoe. No sabía si esto era el
Síndrome de la Adolescencia, pero nada malo había sucedido todavía. Rio cerró el libro y
lo devolvió, sacando otro del estante. Dos chicas en yukata pasaron junto a ellos. Estaban
hablando de algún tipo de informes, así que probablemente eran estudiantes
universitarias que estaban aquí para encontrar algún libro de referencia. Sakuta las siguió
con sus ojos mientras pasaban.
—Azusagawa, estás mirando… —Rio señaló bruscamente.
—Usas ese tipo de trajes para que te observen.
—Probablemente, pero no para que tú las mires.
—¿Hay algún festival hoy?
—Chigasaki tiene uno.
—No esperaba que lo supieras.
—Está escrito allí… —dijo, moviendo sus ojos hacia la pared a su lado, donde un cartel
publicitaba un espectáculo de fuegos artificiales en Chigasaki con vista a la Bahía Sagami,
dos estaciones más abajo de la Estación Fujisawa en la línea Tokaido. Estaba agendado
para el segundo de agosto, que era de hecho hoy.
—Oh sí, fuimos a uno el año pasado.
Fue la exhibición de fuegos artificiales en Enoshima, que tuvo lugar la noche del 20 de
Agosto para alejarse del calor del verano.
—Fuimos… —Rio estuvo de acuerdo, enviando una mirada no impresionada a las chicas
que se fueron.
—Solo llevabas ropa normal entonces, Futaba.
—Tú también.
—Kunimi y yo lo estábamos esperando… —dijo Sakuta. Fue en esa época cuando
descubrió que Rio tenía sentimientos por Yuuma. En realidad, fue ese día cuando vio a Rio
mirando fijamente la cara de Yuuma mientras observaba los fuegos artificiales— Debiste
haberte preparado.
—¿Por qué habría hecho todo ese esfuerzo para mostrártelo a ti?
—Sería para mostrárselo a Kunimi.
Rio lo miró infelizmente.
—Sin embargo… no me quedaría bien.
—¿No?
—No
—Ah, ¿porque los yukatas no se adaptan bien a los pechos grandes?
Con Rio, incluso su uniforme dejaba su talla clara.
—Eso no es lo que quiero decir… —ocultando su pecho con el libro en la mano, no
queriendo que se viera demasiado.
—Entonces, ¿qué quisiste decir?
—No necesito responderte.
—¿Por qué?
—Ya crees que lo sabes, solo estás tratando de que yo lo diga.
—Si crees que eres demasiado simple para lograrlo, estás muy equivocada.
Su mirada le preguntó a qué se refería en realidad.
—Creo que usar un yukata con tu cabello así te quedaría bien —con ese peinado
realmente parecía que luciría muy linda con un Yukata—. Además, has intentado usar uno
antes, ¿cierto?
La expresión de Rio cambió a la precaución.
—¿Y qué se supone que significa eso?
—La forma en que lo dices, probablemente tengas uno.
—¿Qué base tienes para pensar eso? —su pregunta era prácticamente una afirmación.
—Si no lo tuvieras, entonces habrías dicho eso en lugar de decir si te queda bien o no,
en la forma en que hablas normalmente de las cosas.
Rio siempre se basaba en la lógica y en la realidad.
—En serio eres irritantemente observador con ese tipo de cosas.
—No lo digas como si a ti realmente te disgustara.
—Tengo que hacerlo, realmente me disgusta.
—Qué horrible.
Rio ignoró la tensa sonrisa de Sakuta y sacó un libro titulado El Futuro de la
Teletransportación Cuántica.
—Olvídalo, me voy. —dijo, dirigiéndose hacia las cajas.
—Gracias por la charla… —respondió Sakuta mientras ella le daba la espalda.

Seishun Buta YarouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora