Oye ¿Deberíamos besarnos?
Una hermosa chica se burló de mi con esas palabras seductoras.En el último día de la Golden Week, Azusagawa Sakuta se encontró con una conejita salvaje. Habían pasado alrededor de veinte minutos desde que se fue de su apartamento.
Pudo ver el paisaje urbano que rodea a la Estación Shonandai, donde se interceptaron las líneas de Odakyu Enoshima, Soutetsu Izumino y el metro municipal de Yokohama. Era una ciudad tranquila que tenía pocos edificios altos de aspecto suburbano. Cuando pasó por la estación a su izquierda, Sakuta giró a la derecha en el semáforo y después en menos de un
minuto llegó a su destino: la biblioteca.Sakuta dejó su bicicleta en el parqueo que estaba medio lleno y se dirigió al edificio. No importa cuántas veces viniera, nunca podría acostumbrarse al silencio particularmente característico de las bibliotecas y eso lo puso un poco tenso. Simplemente porque era el área más grande del lugar, había una gran cantidad de personas. Había un hombre de mediana edad que Sakuta veía a menudo en la esquina de 'Revistas y Periódicos' que estaba justo a la par de la entrada, leyendo la sección de deportes con una expresión de disgusto. Probablemente su equipo de béisbol perdió ayer.
Cuando llegó frente al mostrador de préstamos, su vista pasó por las mesas que llenaban la mayor parte del lugar. Estudiantes de secundaria, estudiantes universitarios y trabajadores que resaltaban con sus laptops abiertas frente a ellos.
Como reconoció distraídamente su presencia, Sakuta se fue a los estantes con novelas actuales de edición de lujo. Inclinándose un poco, desvió la mirada a través de los lomos alfabetizados; estaba buscando un libro que comenzara con 'Yu' y en comparación con la altura de 172 centímetros de Sakuta, el pequeño librero apenas llegaba a su cintura. Pronto encontró el libro que su hermana le había pedido. Fue escrito por 'Yuigahama Kanna', su título era 'The Prince's Poison Apple' y fue lanzado hace cuatro o cinco años. A Kaede le gustó el trabajo anterior de la autora y decidió que iba a seguirlos todos.Sakuta sacó el libro más desgastado del librero. Fue justo en ese instante, cuando levantó la cabeza para llevarlo al mostrador de préstamos, entonces algo captó su atención.
Una conejita estaba de pie entre los libreros.Parpadeó varias veces, no estaba seguro si era una ilusión o algo diferente y tomó en cuenta su apariencia y existencia.Ella tenía altos tacones negro-brillante en sus pies. Sus piernas estaban envueltas en medias negras un poco translúcidas que mostraba el color de su piel. Además, un leotardo negro resaltaba sus curvas y aunque su pecho era moderado,mostraba bien su escote. Alrededor de sus muñecas tenía guantes blancos, con una mirada expresiva y por supuesto, una corbata de lazo negro estaba alrededor de su cuello.Quitando la altura de los tacones, ella tendría unos 165 centímetros. Su rostro mostraba una expresión aburrida y de ella brotaba una indiferencia y un atractivo sexual. Al principio, Sakuta se preguntaba si había algún tipo de filmación, pero cuando miraba a su alrededor no había adultos que parecieran personal de televisión. Estaba completamente sola, perdida. Sorprendentemente, ella era una conejita salvaje.Por supuesto, su presencia ocupaba la biblioteca de las primeras horas de la tarde.
¿Estaría mal utilizar ese término...? Los únicos lugares en los que Sakuta podía pensar donde viven las conejitas era en los casinos de Las Vegas y los restaurantes algo sombríos, pero de cualquier manera: estaba fuera de lugar. Sin embargo, la verdadera razón de la sorpresa de Sakuta fue algo completamente diferente. Siendo así, aunque ella estaba en un traje tan llamativo, nadie la estaba viendo."¡¿Qué demonios?!"
No pudo contener su voz y un bibliotecario cercano le tiró una mirada fulminante,diciéndole que se callara. Mientras le devolvía el saludo con la cabeza al bibliotecario,pensó, 'No, no, hay otra persona por la que deberías estar preocupado'.
Pero eso, fue lo que confirmó esa extraña idea de Sakuta. Nadie se preocupaba por la conejita, ni siquiera hubo alboroto, no parecía que alguien la haya notado. Normalmente,si tuvieran a una sexy conejita a su lado, incluso el estudiante que actualmente estaba luchando con libros de leyes aún con su ceño fruncido, levantaría la vista. El hombre mayor que leía el periódico habría seguido fingiendo leerlo después de haberle robado la mirada, mientras que el bibliotecario habría tenido que regañarla educadamente con algo como: "Esa ropa es un poco..."
Era extraño, era claramente extraño. Era casi como si ella fuera un fantasma que solo Sakuta podía ver.
Un rastro de sudor frío corría por su espalda.Ignorando su inquietud, la conejita buscó un libro y se dirigió a un rincón de estudio dentro de la biblioteca. En su camino, se asomó a la cara de un estudiante y sacó la lengua, agitó una mano entre la cara de un trabajador y su tablet PC como si se asegurara de que él no pudiera verla. Cuando se dio cuenta que no reaccionaban, sonrió satisfecha y luego tomó un asiento vacío que estaba más alejado.El estudiante universitario frente a ella no se dio cuenta. Incluso cuando ajustó el área del pecho del leotardo que se había deslizado un poco hacia abajo, él no reaccionó para nada.
Aunque ella debería haber estado al alcance de sus ojos...
Un rato después, el estudiante recogió sus libros y se preparó para irse. Luego, como si nada hubiera pasado, se fue y al hacerlo, no miró los pechos de la chica.
Después de estar preocupado por un rato, Sakuta se sentó en el lugar del estudiante que acababa de irse. Miró fijamente a la conejita: Las curvas de sus brazos que fluían desde sus hombros desnudos, la piel pálida desde su cuello hasta su pecho, su curiosa sensualidad y movimientos suaves que coincidían con su respiración. A pesar de estar en una biblioteca que debería dar la impresión de ser dedicada, parecía que su ánimo tomaría un tono extraño. No, su ánimo ya se había vuelto bastante raro.
Después de un rato, sus ojos se encontraron con los de la chica mientras ella levantó su mirada del libro que tenía en su mano.
Ambos parpadearon dos veces y la chica fue la primera en abrir su boca.
"Que sorpresa." su voz tenía un tono de alegría, "todavía puedes verme."
Su comentario sonaba dando a entender que otras personas no eran capaces de verla. Pero esa fue probablemente la forma correcta de tomar sus palabras, porque ninguna de las personas de aquí se había dado cuenta de la existencia de la chica que era como una masa de sensaciones ofensivas...
"En ese caso."
La chica cerró su libro y se puso de pie. Normalmente, aquí sería donde se separarían y él podría hablar después sobre cómo conoció a una extraña persona. Pero Sakuta tenía una razón para evitar que se fuera así como así; Lo que le preocupaba era el hecho de que conocía a la chica. Ella fue a la misma escuela que él y era un año superior, cursaba el tercer año en la Preparatoria de la prefectura Minegahara. Además de que sabía su
nombre completo.
Sakurajima Mai.
Ese era el nombre de la conejita.
"Um"
Él la llamó en voz baja de forma algo grosero. En lo que se iba se detuvo en seco y preguntó "¿Qué?" con sólo su mirada."Eres Sakurajima-senpai, ¿verdad?"
Mantuvo en su mente el volumen de su voz mientras pronunciaba su nombre.Los ojos de Mai se sorprendieron por un instante.
"Si me llamas así, ¿eres estudiante de la Preparatoria Minegahara?"
Mai una vez más se sentó y miró directamente a Sakuta.
"Soy Azusagawa Sakuta de la clase 2-1. Azusagawa de 'Área de Servicio Azusagawa' y Sakuta de 'Florecer' y 'Tarou'."
"Soy Sakurajima Mai, Sakurajima de 'Sakurajima Mai' y Mai de 'Sakurajima Mai'.""Lo sé, eres famosa, Senpai."
"Cierto."
Sin ningún interés, Mai puso su mano en su mejilla y dejó que su vista se desviara hacia la ventana. Estaba inclinada hacia adelante, lo que puso énfasis en su escote y naturalmente, atrajo los ojos de Sakuta hacia ese par. Seguramente, una vista agradable para los ojos adoloridos.
"Azusagawa Sakuta-kun."
"¿Sí?"
"Te daré un consejo."
"¿Consejo?"
"Olvida lo que viste hoy."
Antes de que Sakuta pudiera decir una palabra, ella continuó:
"Si hablas con alguien sobre esto, serás considerado un demente y serás tratado como tal."
De hecho, si fue un consejo.
"Y de ninguna forma debes llegar a involucrarte conmigo."
"Si entiendes, di 'sí'."
Mai lo miró con indiferencia mientras Sakuta se quedaba en silencio. Sin embargo, ella regresó a su humor de antes y una vez más se puso de pie y después de regresar el libro a su estante, caminó hacia la salida.
En ese momento, ni una sola persona le puso atención. Incluso mientras ella pasaba tranquilamente justo delante del mostrador de préstamos, el bibliotecario continuó trabajando en silencio. Sakuta era el único que veía con fascinación sus hermosas y esbeltas piernas con medias encajadas.Cuando ella ya se había ido, Sakuta cayó hacia delante sobre el escritorio.
"Diciéndome que lo olvide", murmuró para sí mismo, "no hay manera de que pueda olvidar a una conejita tan excitante."
El erotismo de sus hombros hasta su pecho había sido puesto en evidencia y Mai poniendo su mano en su mejilla había enfatizado su escote. Había dejado un olor agradable y el sonido de su voz solo había sido escuchado por Sakuta. Él había visto directamente sus ojos claros. Todas estas cosas habían estimulado la masculinidad de Sakuta y una cierta parte de su cuerpo se estimuló.
Por ese motivo, estaba preocupado por las miradas de todos si se levantaba, así que no podía levantarse de la silla. Tendría que sentarse allí en silencio por un tiempo. Esa fue la razón por la que no pudo seguirla aunque tenía muchas cosas que quería preguntarle.
ESTÁS LEYENDO
Seishun Buta Yarou
Teen FictionSíndrome de la pubertad: ciertas experiencias poco corrientes que se rumorea en Internet que son la causa del exceso de sensibilidad e inestabilidad durante la adolescencia. Este año, Sakuta Azusagawa, estudiante de segundo en una preparatoria cerca...