"Tienes que encontrar al verdadero"
Rio le había dicho eso, pero ¿por dónde comenzar? Ni siquiera tenía una estimación sobre quién podría ser el demonio, y para empeorar las cosas, no había garantía de que estuviera cerca de él. En el peor de los casos, podría ser alguien que viva en el otro lado del mundo.
"Si eso sucede entonces sería el fin..."
Él era un simple estudiante de preparatorio, no tenía la cantidad de dinero necesario para cruzar el mundo, ni siquiera para un pasaporte. Sus probabilidades
eran desalentadoras, en realidad, lúgubres sería un mejor termino.
Su humor había caído en picada.
Incluso así, se dirigió al salón del tercer piso donde se llevaba a cabo la hora del almuerzo, para cumplir la promesa de almorzar con Mai en un salón vacío.
Justo ahora, lo más importante para Sakuta era salir con Mai. Incluso eso estaba siendo borrado de la existencia. Una vez más, tendría que comer el almuerzo casero de Mai y confesársele. Lo único bueno de todo esto era que él disfrutaba
cada pequeña parte.
Sakuta alegremente deslizó la puerta del salón. En ese punto, escuchó sonidos de lo que él estaba seguro era un salón desierto. Al ver, pudo notar la parte trasera de una falda en las sombra del escritorio del profesor. Aparentemente, intentaban
ocultarse. Un fuerte sentido de presagio pasó por su espina.
Esto no había pasado ninguna de las veces anteriores. En ambas ocasiones, Sakuta había llegado justo al comienzo del almuerzo, tras lo cual tuvieron un disfrutable almuerzo. Nadie los había interrumpido, y Sakuta no se había encontrado con
nadie más que Mai en el salón.
Y por eso, este era un desarrollo diferente al primero o segundo de los días que ya había vivido, la influencia de alguien tomando acciones diferentes.
Las palabras de Rio de esta mañana llegaron a su cabeza.
"El demonio, junto contigo, tienen recuerdos de los días repetidos, ¿verdad?
Entonces ellos bien podrían tomar acciones diferentes a las que tomaron el ultimo
junio veintisiete, o eso creo."
Y entonces, frente a sus ojos estaba una situación que llenaba esos requisitos.
"Ahí estas, Demonio de Laplace", habló Sakuta, y en respuesta, la chica oculta tímidamente mostró su cabeza, como un pequeño animal saliendo de su madriguera para revisar el peligro.
Sakuta reconoció esa cara. Estaba enmarcada por cabello corto hasta los hombros con grandes y redondos ojos y maquillaje espolvoreado que daba una impresión linda y suave. Un aura de 'alerta' emanaba de su cuerpo, dejando ver que era una chica de preparatoria a la cual dicho termino, 'chica de preparatoria', le quedaba como anillo al dedo.
Tenía su Smartphone, de marco rosa salmón, en una mano, y su boca abierta a punto de hablar. Era la chica de primer año, Koga Tomoe.
Era delgada, incluso para una chica, y no parecía tener nada a su favor, eso la hacía ver muy débil como para llamarla demonio. A lo mejor la llamarías diablillo, un pequeño demonio.
La brisa marina que soplaba por la ventana abierta hizo que el cabello y falda de Tomoe se mecieran levemente antes de que rompiera el silencio.
"Satou Ichirou."
"Ese es un alias que uso para esconderme de todo el mundo," contestó Sakuta, sorprendido de que ella haya recordado ese nombre falso que le había dado la primera vez que se presentó. Aparentemente, ella era el tipo de persona que recordaba el nombre de quienes conocía, a diferencia de Sakuta.
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Seishun Buta Yarou
Teen FictionSíndrome de la pubertad: ciertas experiencias poco corrientes que se rumorea en Internet que son la causa del exceso de sensibilidad e inestabilidad durante la adolescencia. Este año, Sakuta Azusagawa, estudiante de segundo en una preparatoria cerca...