El primer día de los exámenes que durarían tres días fue miserable para Sakuta.
Encima de no haber estudiado la noche anterior, no había podido dormir dos díasseguidos y su concentración era casi inexistente. Incluso cuando intentaba pensar, sus
pensamientos se detenían al leer la pregunta y su mente se ponía en blanco. Él tan soloveía a la hoja del examen, intentando asimilarlo.
Luego del examen, fue al salón de al lado en busca de Rio. Ella era fácilmente identificable
ya que incluso en el salón usaba su bata de laboratorio.
Ella lo notó, y reunió todas sus cosas antes de salir al corredor.
"¿La recuerdas?"
Preguntó Sakuta con nerviosismo.
“¿Eh? ¿A qué te refieres?”
Rio lo veía inquisitivamente.
"Ah, no importa.”
"Bueno, me voy al laboratorio.”
"Nos vemos.”
Él levantó su mano mientras ella se iba. Rio se alejaba mientras sacudía la manga de su bata de laboratorio. No parecía que fuera a voltearse repentinamente para
decir que bromeaba, ella continuó y se desvaneció tras las escaleras. "Así que tu teoría eracorrecta.”
Como prueba de ello, Rio misma se había olvidado de Mai. Ahora, Sakuta era el único que quedaba. El único que podía recordar a Mai, escucharla, verla.
"Wheew, esto se está volviendo emocionante.”
Contra esta adversidad, lo único que podía hacer Sakuta era forzarse y sentir la voluntadde pelear.
El día siguiente era veintiocho de mayo, segundo día de los exámenes, y no fue mejor queel anterior.
Él estaba somnoliento, demasiado somnoliento. Cada vez que parpadeaba, podía sentircómo el sueño lo llamaba. Quería cerrar sus ojos y descansar.
Él no había dormido desde la cita del domingo. Hoy era miércoles, el cuarto día sin dormir.Ya había superado su límite.Sentía nauseas, y en realidad ya había vomitado dos veces y estaba preocupado de lo que saldría la próxima vez.
Su condición era terrible. Su pulso irregular y resonante en sus oídos. Por todo eso, estabapálido, y Yuuma lo había llamado zombi esta mañana, en el tren, con una cara seriamente preocupada.
Lo único por lo que daba gracias era que no tenía turnos en el trabajo durante los exámenes.
Trabajar en esta condición sería demasiado.
Sus parpados se sentían pesados y sus ojos no querían abrirse. La luz del sol era fatigante y pellizcarse los muslos había dejado de hacerlo despertar, el estímulo no surtía efecto amenos que fuera algo como apuñalarse con un lápiz.
"Te ves cansado.”
Mai dijo de camino a casa.
A pesar de que el único que podía verla era Sakuta, ella venía a la escuela todos los días.
Ella había dicho que no tenía nada más que hacer, pero él no creía que se encontrara tancalmada. Estaba seguro de que se sentiría incomoda al quedarse todo el día en casa, y estaría esperando que, si iba a la escuela todos los días, quizás, solo quizás, todoregresaría a la normalidad.
"Siempre me pongo así durante los exámenes. Me gusta estudiar un día antes.”
"Esto pasa solo porque no estudias como se debe.”
"No lo digas como si fueras profesora.”
"SI lo pones de ese modo..."
“¿Hm?”
"Te ayudaré a estudiar.”
"Si te quedas en mi habitación, no seré capaz de pensar cosas que no sean pervertidas,mejor no lo hagamos.”
Mai se veía honestamente sorprendida, no esperaba que él se negara.
"C-Cierto...entonces está bien.”
"Te veo mañana.”
Se separaron frente a los departamentos.
Él entró al ascensor y respiró aliviado. No podía dejarle saber que no estaba durmiendo, si lo hacía, le diría que no podría seguir sin dormir. No quería hacer que ella se preocupara ni que se sintiera responsable por algo que él mismo había decidido.
Una vez llegó a casa, abrió el libro de física en la sala de estar. Se lo había prestado a Rio el día en que él regresó de Ogaki, esperando encontrar una pista para alguna solución.
Era un manual básico diseñado para romper la teoría cuántica. Pero incluso eso era difícil y no lograba retenerlo en su cabeza. Él había estado ignorando sus estudios para los exámenes y había estado leyendo esto, pero sus manos se sentían pesadas mientrasvolteaba las páginas.
El libro de física no funcionaba con sus somnolientos parpados así, actuando como una fuerte píldora para dormir. Él gritó para enlazar su conciencia que se desvanecía con su deseo, y así poder seguir las notas.
Quería salvar a Mai. Eso era todo lo que lo mantenía despierto.
Después de una hora, el estómago de Kaede gruñó mientras se sentaba junto a él en la sala, leyendo también. Sakuta sin mediar palabra se levantó y comenzó a preparar la cena y luego comió con Kaede.
"Onii-chan, te ves pálido, ¿estás bien?"
Kaede dijo algo desde el otro lado de la mesa, y aunque volteó a ver en esa dirección,
Sakuta olvidó responder.
“¿Onii-chan?”
“Ahh, ¿Hmmm?”
Sus pensamientos se detuvieron por la fatiga.
"¿Estas bien?"
"He tenido exámenes estos días.”
No estaba seguro de que eso fuera a funcionar como excusa.
"No te sobre esfuerces.”
"Sí, no lo haré.”
Pero aunque dijo eso, sobre esforzarse o no, Sakuta no podía dormir.
Si dormía, olvidaría a Mai.
No era seguro, pero sí una gran posibilidad.
Y por eso, Sakuta no podía dormir.
"Gracias por la comida.”
"Gracias por la comida.”
Después de que ambos terminaron de cenar, Sakuta se dirigió hacia la tienda de conveniencia. Quedarse sentado después de comer era peligroso e incluso se sentía somnoliento estando de pie. Había llegado al punto de quedarse dormido de pie en el tren de camino a la escuela, aun sosteniendo las correas. Mientras colapsaba sus rodillas sedoblaban, y gracias a la colisión con el hombre de traje frente a él, se había logrado despertar, fue realmente peligroso.
Compró bebidas energéticas, las más caras que eran del mismo precio que un tazón de carne.
Probablemente porque las ha estado tomando continuamente, su efectividad había bajado. Tenían un gran efecto, pero después de dos o tres horas, la somnolencia atacaba de nuevo. Incluso así, peor era no beberlas.
Él salió de la tienda mientras colocaba su billetera en su bolsillo trasero.
El viento acarició su mejilla y Sakuta se detuvo allí mismo con una sacudida.Alguien estaba frente a él. Sintió un escalofrío, como si su cuerpo lo traicionara, que
gradualmente se convirtió en sudor frio.
"¿Qué compraste?"
Mai estaba parada ahí en sus ropas casuales viéndolo abrumadoramente.
Frenéticamente hurgó en su sacudida mente por una excusa, pero no pudo pensar en nada, su sueño habiéndole robado facultades.
“Ahh, humm…”
Mai arrebató la bolsa y reviso el contenido.
"Estaba en lo cierto, no estas durmiendo.”
Fue directo al grano.
Parecía que Sakuta se equivocaba sobre no ser atrapado. Su condición actual era obvia a primera vista, ambos Yuuma y Kaede se lo habían hecho saber. Hubiera sido extraño que Mai no lo hubiera notado.
"¿Pensaste que podías ocultarlo?"
"Eso esperaba.”
"Idiota, no puedes seguir así.”
"No podía pensar en nada más.”
Él dijo, como un niño malhumorado.
Sabía muy bien que no sería capaz de continuar. Los humanos no podían vivir sin dormir, e incluso si ese no fuera el caso, no resolvería nada. Incluso si sabía que no tenía sentido,Sakuta no tenía otra elección más que continuar con este sinsentido. Él aún no había descubierto nada para resolver este fenómeno incomprensible que atormentaba a Mai.
Ni siquiera sabía si existía una solución. Pero aun así tenía que buscar una y no podía permitirse dormir hasta encontrarla. Incluso si no la encontrara, no tenía intenciones de rendirse e irse a dormir.
Él quería recordar a Mai, incluso si era solo por un día más, Él quería estar con ella, incluso si fuera solo un minuto más. Él quería reducir la cantidad de tiempo que ella pasaría sola,incluso si era solo un segundo más. Eso era todo en lo que su exhausto cerebro podía pensar.
"Te ves muy pálido, realmente eres un idiota.”
"Esta vez estoy de acuerdo.”
"Ven, vamos a casa.”
Ella empujó la bolsa de compra de regreso a él y caminó de regreso a casa. Sin pensarlo,Sakuta la siguió.
Eran pasadas las ocho de la noche cuando regresaron a casa.
Kaede probablemente estaba en la bañera pues podían escuchar un alegre canto viniendo desde el otro lado de la puerta.
Ella cantaba una de esas canciones publicitarias de la tienda de electrónicos. Era corta, así que la repetía una y otra vez.
Él se dirigió a su habitación, pero se detuvo frente a la puerta.
Justo en medio de su habitación estaba Mai, sentada en un cojín y colocando una mesa plegable.
"Si entras a la habitación de un chico a esta hora de la noche, es lo mismo que decir que no te importa lo que pase, ¿verdad?"
"Ocho en punto, aun es seguro.”
"Incluso así, por qué estás aquí, Mai-san.”
"Me quedaré contigo.”
"Hurra, una confesión de amor.”
"No es eso. Ya deberías saberlo, no te dejaré dormir esta noche.”
"Mierda, ya me estoy emocionando.”
"Si veo que vas a caer dormido, te daré una bofetada para despertarte.”
"Uwah, será una noche difícil.”
Mai parecía, de algún modo, estar divirtiéndose. ¿Cuántas veces había tenido ella la intención de abofetearlo? Esperaba que no hubiera desarrollado un extraño fetiche,pero...
"Ven, siéntate.”
Mai le dio una palmada a la alfombra. Por el momento, él se dirigió hacia allí.
"¿Y tú libro de texto y libreta?"
"¿Qué?"
"Estudiarás para tus exámenes toda la noche. Te estaré observando.”
"Ehh, no importa." Estudiar no le hará ningún bien ahora, tan solo lo cansará más.
“Además, ¿tú eres buena para estudiar?"
"No fui a la escuela debido al trabajo el primer año, pero desde segundo, no ha habido ningún número menor a 8 en mis calificaciones."
La preparatoria Minegahara tenía un sistema de puntaje de diez, uno siendo el menor y diez el mayor, así que nunca haber sacado menos de un ocho la hacía a ella una extremadamente buena estudiante.
"Eres más cerebrito de lo que pensé.”
"Tan solo estudiaba en mi tiempo libre.”
"Pues normalmente uno jugaría en ese tiempo libre.”
"Suficiente, hazlo. No lo soy todo para ti.”
"Pues por el momento lo eres.”
Si no fuera así, él no estaría pasando por toda esta imprudente estrategia de negación de sueño.
"Incluso si las cosas se resuelven, si continuas así, todo lo que verás será una penosa hoja
de respuestas en blanco frente a ti.”
"Tengo sueño, deja de hacerme esto.”
"Suficiente. Estudia.”
"Me falta motivación.”
"¿A pesar de que estoy actuando como tu profesora y visitándote en casa?"
"Si estuvieras en tu traje de conejita, podría tener más motivación.”
"¿Alguien haría eso por ti, Sakuta?"
"Pues te lo pediría solo a ti.”
"Eso no me hace feliz en lo absoluto." Sakuta bostezó y frotó sus ojos lo suficientemente fuerte como para hacer que se humedecieran. "Además, si me pusiera ese traje de conejita, pensarías solo en cosas pervertidas y no podrías estudiar nada.”
"Bueno, al menos lo intenté.”
Su cabeza ya casi no funcionaba, tan solo decía todo lo que llegaba a su mente.
"Bueno, sabes...si sacas una nota perfecta en uno de los exámenes, te daré un premio.”
Su cuerpo se movió ligeramente hacia adelante al escuchar la atractiva oferta de Mai.
"¿Te puedo pedir cualquier cosa?"
"Sí, sí, lo que sea.”
Mai aceptó fácilmente, de cualquier modo, pensarlo sería inútil.
"Mañana es el examen de Matemática II y español, eh..."
Él revisó su horario y despertó un poco.
"Podría ser capaz de sacar una nota perfecta en matemática.”
"¿Eh? ¿Eres bueno en matemática?"
Mai habló consternada.
"Normalmente me va bien en ciencias.”
Es por eso por lo que sacrificaría español y apostaría todo a Matemáticas II. Japones
tenía unas cuantas preguntas vagas, así que era difícil sacar una nota perfecta. Por el contrario, matemática tenía una respuesta definitiva y siempre y cuando escribiera el procedimiento bien, debería ser capaz de evitar perder puntos.
Inmediatamente abrió el libro de Matemáticas II. Pero fue robado por Mai.
"¿Por qué me detienes cuando fuiste tú la que dijo que estudiara?"
"Aunque dije que haría lo que sea, no me refería a todo.”
Ella hizo un puchero, inquieta.
"No iré tan lejos," insistió él.
"¿En serio?"
"Me conformaré con 'tomar un baño conmigo'.”
"Eso no.”
“Ehh.”
"¡P-Por supuesto que no!"
"¿Ni siquiera si lo haces con traje de baño?"
"¿Qué tipo de pervertido eres? Pensando en usar traje de baño en la bañera..."
Ella lo veía con desprecio mientras lo empujaba. Eso por sí mismo ya era una buena estimulación.
"Entonces, haré que me dejes descansar en tu regazo mientras usas tu traje de conejita.”
"¿Qué te hace pensar que eso si te lo permitiré?
Él había hablado en serio esta vez, pero Mai no lo permitiría.
"¿Qué tal entonces si tenemos esa cita en Kamakura que no pudimos tener antes?"
Quizás por la repentina sugerencia madura, Mai quedó sorprendida por un momento.
"Eso está bien... pero ¿estás seguro?"
"¿Entonces puedo pedir algo más extremo?"
"No dije eso.”
Los dedos de Mai parecían a punto de golpearlo en la mejilla, pero terminó siendo pellizcado solamente.
"Ahh, no me despiertes~”
"En serio, eres demasiado insolente para tu edad.”
Y así, pasaron casi dos horas estudiando juntos.
Sin embargo estudiar Matemática II estuvo prohibido y estuvieron trabajando en Japones...
"Escribe las derivaciones correctas de garan en las siguientes oraciones: 'No hay nadie que
vaya a ________ del futuro de Sakuta' y 'No se puede ________ que Sakuta viva hasta ser anciano'.”
"Sensei, creo que las preguntas se burlan de mí."
"Escríbelas de una vez.”
Mai dio un golpecito a la libreta.
Por el momento, él escribió 'garante' y 'garantizar'.
"¿Cuál es la correcta para 'No hay nadie que vaya a ________ del futuro de Sakuta'?
"Es..."
No podía distinguirlas, así que movió su dedo hacia garante y volteó a ver la reacción en la
cara de Mai. Esperaba poder determinar cuál estaba correcta con la expresión que ponía.
Sin embargo, ella había visto a través de eso. Sus ojos se encontraron y ella sonrió de manera amable, pero aun así espantosamente. Era una gran sonrisa, de oreja a oreja, así
que era aún más aterradora.
"Qué tal si ahora vamos con 'No puedo ________ la seguridad de Sakuta si hace trampas '.
"Lo siento, por favor dame una pista.”
"El que usa 'te' tiene matiz de "responsabilizarte", y el que usa 'tizar' tiene el matiz de
"protección".”
"¿Entonces sería 'Seré el garante de la felicidad de Mai-san' y 'Se puede garantizar que
nuestra vida juntos será gratificante'?
"No cambies las preguntas.”
"No fue lindo.”
Aparentemente él estaba en lo correcto. Si la misma pregunta venia en el examen, él sería capaz de responderla, probablemente. Él se aseguró de recordarlo, junto con la expresión malhumorada de Mai. Después de eso, Mai continuó haciéndole preguntas de ese índole, y Sakuta se las arregló para estudiar las derivaciones como si fueran un juego.
Eso dicho, su concentración tenía límites y fue en ese momento, cuando completaron el primer nivel de estudio de derivaciones, que Sakuta se levantó y dijo.
"Iré por algo para beber. ¿Te parece bien café? Aunque instantáneo.”
"Sí.”
Mai estaba revisando un libro de trabajo, buscando una nueva pregunta para hacerle.
Sakuta dejó su habitación y puso la tetera a hervir. Mientras esperaba, fue a ver a su hermana, su luz ya se encontraba apagada, así que probablemente se encontraba dormida.
Él tomó dos tazas con café instantáneo y puso una frente a Mai antes de preguntarle.
"¿Leche o azúcar?" Sakuta había olvidado completamente que él iba a tomarlo negro para
mantenerse despierto. "Iré por ambos.”
Dejó la habitación de nuevo y fue por algunos sobres de azúcar, leche y una cuchara.
Cuando regresó, Mai aun revisaba el libro de trabajo.
"Aquí tienes, Mai-san.”
"Gracias.”
Mai puso la leche y la azúcar en su taza y los mezclo lentamente con la cuchara. Sakuta tomó un trago de su café mientras disfrutaba de esas acciones tan femeninas de Mai. El líquido negro y amargo se asentó en su estómago donde su calor lo relajó.
"¿Y tu hermana?"
"Ya está dormida.”
Ella había ido a verlo a su habitación hace alrededor de una hora, pero al verlo estudiar lo dejó con un simple 'esfuérzate'.
"¿Eres hija única, Mai-san?"
Él tenía esa impresión.
"Tengo una hermana menor.”
Mai usó ambas manos para llevar la taza a su boca.
"Ah, ¿en serio?
"Mi madre se divorció de mi padre... así que ella es del segundo casamiento.”
"¿Es linda?”
"No tanto como yo.”
Mai respondió de inmediato, como una adulta.
"Uwah, que madura.”
Mientras hablaban, su mente se volvió borrosa. Se sentía mareado, y sus párpados cayeron.
"¿Te gusta el tipo de chica que adula la lindura de otras a pesar de que ella misma sabe que es linda?"
"Odio ese tipo de chicas.”
"¿Verdad que sí?"
"Pero, tu propia hermana..."
Él no se había detenido por voluntad propia, sino que sus palabras se detuvieron antes de acabar.
Las sensaciones dejaron gradualmente su cuerpo. No podía detenerlo, a pesar de que entró en pánico.
Se sostuvo de la orilla de la mesa.
Sus ojos ya se encontraban medio cerrados.
"Que bien, funcionaron.”
Volteo para ver y la expresión conflictiva de Mai entró a su reducido campo de visión. Ella lo veía amablemente, pero había definitivamente una ansiedad en su mirada mientras que de sus ojos brotaban lágrimas.
"Mai-san...qué hicis..."
Los delicados dedos de Mai sujetaban algo.
Era un pequeño bote, con 'píldoras para dormir' escrito en la etiqueta.
"¿Por qué…?”
Ya no podía elevar la voz.
"Lo hiciste bien, Sakuta.”
"Yo, aun puedo..."
Perdió la fuerza que le quedaba para estar de pie.
"Lo hiciste bien, por mí.”
“…No.”
"Es suficiente, ya es suficiente.”
Mai estiró una mano y tocó gentilmente su mejilla. Era una sensación placentera, tibia.
Hacia cosquillas y lo hacía estremecer. Pero incluso esa sensación dejó su cuerpo.
"Esto...no..."
Él ya ni siquiera sabía lo que decía.
"Siempre estuve sola, así que está bien. No importa si me olvidas."
La figura de Mai se desvanecía. Incluso ahora, su mano aún se encontraba en su mejilla, su
dedo índice lentamente tocaba bajo su oído.
"Pero, gracias por todo."
Él aún no había hecho nada que mereciera sus gracias.
"Y, lo siento.”
Ella no había hecho nada por lo que debiera disculparse.
"Descansa bien..."
Guiado por esa gentil voz, Sakuta finalmente cerró sus ojos, y cayó en un agradable sueño.
"Buenas noches, Sakuta.”
Se hundió profundamente, muy profundamente...
Está bien.
Podrá haber sido doloroso y triste...
Pero por la mañana lo habrás olvidado todo, incluso a mí.
No te preocupes por nada, descansa.
Estas tres semanas fueron muy divertidas.
Adiós, Sakuta.
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Seishun Buta Yarou
Teen FictionSíndrome de la pubertad: ciertas experiencias poco corrientes que se rumorea en Internet que son la causa del exceso de sensibilidad e inestabilidad durante la adolescencia. Este año, Sakuta Azusagawa, estudiante de segundo en una preparatoria cerca...