El día después de la cita de Sakuta con Tomoe… Junio treinta, llegó sin aviso.
Tal vez los días no se repitan más, tal vez el Síndrome de la Adolescencia causando esto
había sido curado.
Con esas cosas ocupando su mente, Sakuta se dirigió hacia la escuela, donde llegó a la
Estación Fujisawa con Tomoe.
Él simplemente no podía ignorarla entre los otros estudiantes de su escuela. Después
de todo, él era su “más que compañeros de clase, menos que novio”. Él debería hablar
con ella. Pensando así, se le dirigió.
—Koga, ¿quieres ir juntos?
—Sí —respondió en una voz ronca con un asentimiento.
Él miró a su cara inclinada, notando que estaba extrañamente roja.
—Te resfriaste, ¿eh?
Probablemente empaparse en el mar ayer fue la causa. Eso y no ser capaz de subir al
tren, caminando así aproximadamente treinta kilómetros a Fujisawa empapada y
goteando.
Debía ser verano, pero eso era muy descuidado.
—Estoy completamente bien —dijo, sus ojos en blanco contrastando sus palabras. Ella
ni siquiera tenía la energía para mirar a Sakuta y se mantenía mirando abajo, pareciendo
incluso que se le dificultaba respirar.
—No te miras bien en absoluto —dijo Sakuta, poniendo una mano en su frente. Estaba
caliente, muy caliente. Tan caliente que Sakuta se habría alegrado en tener el día libre. Y
aun así, cuando el tren llegó, Tomoe no dudó en abordarlo.
Antes que nada, Sakuta la sentó en un asiento vacío.
—Bájate en la siguiente parada y ve a casa —le instruyó.
—No quiero —vino su respuesta infantil.
—¿Tanto te gusta la escuela?
—Si me tomara el día libre, no sería capaz de mantenerme al día con las
conversaciones.
—Sólo es un día.
—Ese día es fatal.
Aparentemente, ella nunca podía relajarse.
—Entonces duerme hasta que lleguemos; te despertaré.
—Gracias —dijo honestamente antes de relajar y cerrar sus ojos.
Sakuta caminó con Tomoe a la escuela, pero cuando ella no podía cambiar sus zapatos,
él la arrastró a la enfermería y le pidió a la enfermera que la cuidara.
Por supuesto, él ignoró su ronco “Traidoooor” mientras salía.
Sakuta se escapó de la escuela a la hora del almuerzo, caminando a una tienda cercana
y apresuradamente terminando sus compras y volviendo a clases antes que su profesor se
diera cuenta de que faltaba; luego apareció en la enfermería.
Rena, Hinako y Aya estaban reunidas alrededor de la cama en la que Tomoe estaba
recostada. Cuando las tres notaron a Sakuta entrar, salieron, con una orden burlona de
que los dos se divirtieran.
La enfermera también estaba ausente; tal vez haciendo algún recado.
—¿Te estás sintiendo mejor?—preguntó Sakuta mientras se sentaba en un taburete a
un lado de la cama.
—Sí—Tomoe respondió silenciosamente, pero un poco más fuerte que esa mañana.
—¿Quieres naranjas enlatadas? —preguntó mientras dejaba la bolsa de compras en la
mesa unida a la cama.
—Es en contra de las reglas dejar la escuela durante el día.
—Si no las quieres… —dijo, tomando la lata de naranjas de la bolsa.
—Las quiero —ella se apresuró a intentar tomar la lata.
—Espera un minuto.
—¿Por quéééé? Son pa’ mí, ¿no?8
Sakuta sacó una bolsa de hielo triturado.
—¿Hielo?—preguntó Tomoe en confusión.
Sakuta ignoró su pregunta y añadió agua al hielo, luego puso la lata en la mezcla,
girándola de vez en cuando.
—Senpai, ¿qué ‘tás haciendo?
Él estaba copiando un método de enfriado rápido que Rio usó una vez. Después de
aproximadamente dos minutos, él sacó la lata, abrió la tapa y lo puso en frente de Tomoe
esta vez.
—Te las puedo dar de comer si quieres.
—Sería difícil comer de esa manera, así que estoy bien—ella usó el tenedor que incluía
y tomó un bocado—. ¡Ah, está realmente frío!
Tomoe sonrió en alegría.
—No me veas comer —le dijo a Sakuta mientras él la miraba cuidadosamente.
—¿Por qué?
—Es vergonzoso.
—¿Tú qué?
Las dudas de Sakuta sólo crecieron, pero molestar a su debilitada kouhai no le atraía,
así que se paró y abrió un poco la ventana, dejando entrar una brisa salada a la habitación
con aire acondicionado.
—Ahh, el olor del mar —dijo Tomoe, los aromas naturales de la brisa marina
aparentemente la hicieron sentir mejor tan pronto como cerró los ojos por un momento.
—Oye, Senpai—dijo después de un rato de sentarse así.
—¿Hm?—él respondió, inclinándose hacia afuera de la ventana.
—¿Por qué escuchaste mi ridícula petición?
—¿Será esa la de ser más que tu compañero de clase, menos que tu novio?
—La de ser más que mi compañero de clase, menos que mi novio, sí.
Sakuta miró varios surfistas deslizándose a través de las olas del mar por Shichirigahama,
[8 Es un acento particular de su región.]
—Porque me lo pediste tan formalmente.
—¿Aun cuando apenas me conocías?
—Somos compañeros patea-traseros, ¿no?
—Por dios, estaba siendo seria —dijo mirándolo por encima del hombro y sosteniendo
de mal humor su tenedor en la boca.
—Aunque en ese entonces, pensé que eras una buena chica —insistió.
Ella pensó que un pervertido estaba asaltando a una niña pequeña y así pateó a Sakuta
lo más fuerte que pudo en el trasero. Era un malentendido, pero no todos habrían tenido
el coraje para hacer tal cosa, y la postura de Tomoe en ese tipo de cosas fue mostrado una
vez más el día anterior cuando ella ayudó a buscar el colgante de teléfono de Yoneyama
Nana.
—¿Y así me ayudaste?
—Bueno, también fue porque eres linda.
—Estás jugando otra veeeeeez.
—No sé si hubiese hecho lo mismo si fueses fea. Así es cómo son los chicos.
—…Lo habrías hecho—dijo Tomoe en voz baja y Sakuta decidió que no podía escuchar.
—No soy tan amable como para ayudar a todos.
—Pero en cambio, eres amable hacia ciertas personas.
—Bueno, sí; incluso yo quiero que algunas personas piensen que soy medio decente.
—Hmmm.
Tomoe todavía no parecía estar completamente de acuerdo, pero no parecía querer
seguir. Ella terminó de comer la fruta y bebió el jugo sobrante de un solo trago.
—Koga, ¿tienes a alguien que te guste? —preguntó Sakuta.
—¡¿Eh?!—gritó en sorpresa a la repentina pregunta— ¿P-Por qué preguntarías algo
como eso?
—Sólo me imaginé que rumores sobre ti saliendo conmigo podrían ser un problema si
estuvieras tras alguien.
—No lo estoy, así que está bien.
—¿Alguien en quien estés interesada?
—No lo hay.
—Hehh, qué desperdicio.
—No tengo tiempo para ese tipo de cosas.
—Bueno sí, tienes que mantenerte al día con videos que tus amigas envían.
—No me gusta tu tono ahí.
—Supongo que eso significa que has tenido dudas sobre eso por ti misma.
—¿Qué se supone que significa eso?
—Si estuvieras bien con cómo las cosas han estado yendo, no te importaría lo que
dijera.
—Lo haría… —dijo después de pensar sobre eso en silencio por un momento— Me
preocupa la forma en que la gente me ve. Incluso cuando estoy sentada aquí en la
enfermería, me estoy preocupando acerca de lo que todos en el salón están pensando.
—Eres demasiado insegura.
—Tú eres el raro, Senpai. ¿Cómo puedes seguir viniendo a la escuela cuando todos te
miran como un fenómeno y se burlan de ti? ¿Cómo puedes mantenerte de pie? Eres
demasiado insensible.
—Hombre, estás haciendo algunas preguntas raras. En mi cara, además.
—Uh, lo siento.
—No dolieron, así que está bien.
—No lo siento, entonces —ella murmuró, su mirada siendo seria hacia Sakuta,
pidiéndole responder adecuadamente con sus ojos.
Sakuta no podía contra esa mirada así que solo miró hacia afuera otra vez y empezó a
hablar como si lo hiciera consigo mismo.
—Es solamente porque no vivo para ser querido por todos.
—Quiero agradarle a todos… o que, al menos, no me odien.
—Estoy bien con sólo una persona. Siempre y cuando esa persona me necesite, puedo
seguir adelante.
Sakuta rompió el sello en la caja de onigiri que había traído para sí mismo, llevando el
arroz envuelto en nori a su boca, disfrutando comer mientras miraba el mar. Eso en sí
mismo hacía que el escoger a esta escuela valiese la pena.
—¿Incluso si el resto del mundo te odia?
—Eso sería mejor, ¿no?
—Me pregunto.
—Bueno, lo entenderás algún día, Koga —Sakuta terminó la conversación antes de que
se volviera aún más vergonzosa.
—Que me mires hacia abajo así es irritante —dijo Tomoe con un puchero. Sakuta se rio
ligeramente de su expresión pero su risa paró pronto, al haberse dado cuenta de por qué
la trataba como alguien mucho menor que él.
En su primer día de trabajo, había pensado que era una torpe kouhai, pero hablar así
con ella le hizo darse cuenta que ella realmente estaba entendiéndolo, tanto lo que decía
y lo que no.
Más precisamente, Tomoe estaba fuertemente concentrada en lo que estaba
sucediendo alrededor de ella así ella no se perdía de nada. Para decirlo correctamente,
ella podía leer la atmósfera apropiadamente, o dicho de otra manera, ella le estaba
prestando demasiada atención a la atmósfera. Entonces, ella escogería cómo actuar
basándose en la atmósfera. Ese era el por qué ella comenzó a usar maquillaje, cambió su
estilo de peinado y se puso a la moda.
Esta mentira sobre ellos saliendo era igual.
Haciendo esto, ella evitó el conflicto con sus alrededores, incluso en la forma de
pequeños roces, y vivió bien. Ella puso un montón de esfuerzo en no causar discordia y
siempre estaba prestando atención para así no causaba problemas.
Era una forma de vivir que Sakuta nunca sería capaz de imitar; definitivamente lo
agotaría.
—Senpai, estás pensando en algo grosero, ¿no?
—No, no realmente.
—Definitivamente lo estás haciendo.
—Cualquier cosa, estoy pensando algo realmente bueno.
—¿A qué te refieres?
Sakuta ignoró su pregunta y contestó con otra.
—Dime, Koga. Si te terminase gustando la misma persona que a tu amiga Rena, ¿qué
harías?
Él podía imaginar la respuesta sin realmente hacer la pregunta, la razón por la que se
molestó fue para hacer que ella se diese cuenta: Había fricciones en las relaciones que no
podías evitar y pasar de ellas. Hacer eso haría que esa fricción te agote.
—Si nos gustara la misma persona, nunca le diría a Rena-chan.
—¿Y qué harías si te gustara la misma persona que tu amiga Hinako?
—No lo diría.
—¿Y si fuera tu amiga Aya?
—No lo diría.
—Así que simplemente te rendirías.
—Creo que sí.
—Eso fue lo que pensé.
—Entonces no preguntes —era mejor decidir rendirse y hacer eso mientras pudieras.
Cuando tus sentimientos están en ese punto, no importa, pero los problemas vendrían
cuando sentimientos que no has tomado en cuenta entran en escena. La respuesta de
Tomoe ahora era inevitable, y ella sentía el peligro en esta.
—Sí, pequeña.
—N-No me trates como una niña.
—Lo dices con líneas que te hacen parecer una niña, ¿no?
—Ugghhh… —ella gimió antes de continuar— Ah, sí. Senpai, eso me recuerda…
—¿Hmm?
—¿Cómo terminaron las cosas con Sakurajima-senpai?
—Estoy esperando su respuesta.
—¡¿Eh?! ¡¿Todavía no te ha rechazado?!
—Si esa repetición no hubiese sucedido, ella habría aceptado salir conmigo.
—¡De ninguna forma!
—Es verdad.
—No, eso definitivamente es una mentira.
—¿Por qué no me cre-
—Es decir, es Sakurajima-senpai, ¿no? ¡La actriz Sakurajima-senpai! ¡Esa, ¿no?!
—Sí.
—¿Y ha dicho “te amo”? —preguntó Tomoe con una mirada llena de duda.
—Bueno… No.
—¿Ves? Estoy segura de que solo lo estás imaginando.
Era cierto que Mai nunca lo había dicho, y también era cierto que él quería que lo
hiciera. Eso también sería bueno para su relación.
La extraña insistencia de Tomoe en resaltar eso le hizo aún más consciente de eso. Al
final, si él le gustaba a Mai, el denso mes de confesiones lo hizo parecer bastante
superficial, y ella también ignoró su última confesión, así que con seguridad parecía que
ella había decidido pararlo. Ese pensamiento trajo una sensación de inquietud al pecho de
Sakuta.
—Haré mi mejor esfuerzo para que ella lo diga la próxima vez que me confiese.
—Definitivamente serás rechazado —dijo Tomoe, aún incrédula.
—Bueno, de todas formas, este periodo tiene que terminar primero.
Ellos estaban engañando a la escuela por este periodo, si ellos no lo sobrepasaran, no
había un futuro brillante esperando a ninguno de los dos.
—Sí…
Afortunadamente, Rena y las otras no mostraron ninguna señal de notar la mentira.
Actualmente, parecía que ellos serían capaces de finalizar las tres siguientes semanas
bien. La única cosa que no podía ser predicha eran las acciones de Maesawa-senpai.
Sin importar si su mentira fuese descubierta, si Rena-chan descubre acerca de su
confesión, ese sería el final. Ellos no podían dejar a Rena-chan escuchar acerca de a lo que
ellos realmente estaban apuntando.
Ellos ya no podían ver las cosas de manera optimista.
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Seishun Buta Yarou
Teen FictionSíndrome de la pubertad: ciertas experiencias poco corrientes que se rumorea en Internet que son la causa del exceso de sensibilidad e inestabilidad durante la adolescencia. Este año, Sakuta Azusagawa, estudiante de segundo en una preparatoria cerca...