Cap 4.3

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A final de cuentas, Sakuta no dio ni un parpadeo de sueño, y pasaron varias horas hasta que el cielo se ilumino escuchando el tranquilo respirar de Mai. Por supuesto, el estado de ánimo dio un giro extraño, pero incluso cuando tomo valor y se atrevió a mirarla nuevamente, ella no mostró signos de despertarse, y por el contrario, lo hacía sentirse muy infantil al emocionarse por su cuenta. Concentrándose y pensando que solo estaba él nada más basto para tranquilizarlo.
Eso debería haberle facilitado el poder conciliar el sueño, pero además del hecho que Mai estaba durmiendo a un lado suyo, la fatiga del largo viaje hizo que le dolieran las articulaciones y mantuvieron a Sakuta despierto toda la noche. A medida que el tiempo transcurría, del otro lado de las cortinas también se iluminaba con el amanecer.
Cuando las horas ya pasaban de la seis y media, Mai se despertó y se saludaron mutuamente. Luego comenzaron a prepararse para su registro de salida. Dicho esto,
estaban casi con las manos vacías, por lo que los preparativos de Sakuta fueron bastante rápidos.
Mai no terminó tan rápido y dijo que primero se bañaría, transcurriendo más de treinta minutos. Justo cuando finalmente pensó que estaban listos para irse, ella dijo que tenía otras cosas que hacer y lo obligo a salir de la habitación, que injusto.
Para matar el tiempo adecuadamente, Sakuta fue a la misma tienda de ayer para comprar el desayuno. Tendría que caminar lentamente...
Cuando él regresó, cada uno comió su pan de crema y finalmente registraron la salida
cuando el reloj marcaba las ocho en punto.
Se dirigieron a la estación de Ogaki, abordaron el tren y luego viajaron por varios cientos
de kilómetros. Sin embargo, a diferencia del día anterior, abordaron un Shinkansen de
Nagoya, por lo que Sakuta y Mai regresaron a Kanagawa y Fujisawa bastante rápido.
Todavía era de mañana cuando llegaron a casa. Ese fue un sueño súper Express, fue sumamente rápido. Después de regresar momentáneamente a sus propias casas, se encontraron de nuevo frente a los edificios.
"Te ves tan desaliñado.”
Comento Mai, ella se había cambiado y había llegado primero, mientras observaba a Sakuta reprimir un bostezo.
"Y tu estas tan hermosa como siempre.”
"Tu corbata está torcida. Sostén esto.”
Mai le dio su bolso a Sakuta y puso sus manos en su cuello, arreglando su corbata.
"No pensé que tomarías una actitud de recién casados tan rápido, Mai-san. Gracias."
"Deja la estupidez para ti mismo.”
Ella tomó su bolso de regreso y siguió adelante.
"Ah, espera.”
Corrió tras ella, tomándola de un lado. Las calles pudieron parecer conocidas, pero
evocaba un leve sentimiento de nostalgia, y en su pecho le afligía un sentimiento como si
hubiera dejado la casa vacía por una semana.
Y sin embargo, sólo se habían ido el día anterior. Llegando tarde a la cita prometida que solo había sido el día anterior, y hasta eso ya se había convertido en memoria.
Mientras pensaba estas cosas:
"Haummm….”
Dejo salir un bostezo. Las consecuencias de no poder dormir toda la noche se dejaron
sentir, y el llegar aquí de repente lo había puesto soñoliento.
"Queeee… no dormiste lo suficiente?"
Mai miró a los ojos de Sakuta, probablemente estaban enrojecidos.
"¿Y de quién crees que es la culpa?"
"¿Tratas de decir que es mi culpa?"
"Es porque no me dejaste dormir la noche anterior.”
"¿No será que te la pasaste excitando tu solo?"
"Como fuera que sea, yo estaba tenso.”
Sakuta habló honestamente mientras bostezaba una vez más.
"También tienes encanto para ti, Sakuta.”
"A ti realmente no te importa el mundo, dormiste muy bien.”
"Cuando era niña iba a todas partes para las sesiones fotográficas, incluso dormía en los vestidores. Además..." Mai hizo una pausa e hizo una mueca como una niña que acababa de pensar en una broma.
"El haber dormir a tu lado no fue nada.”
"Qué bueno es escuchar eso, respecto a eso me aseguraré de hacerte una broma la próxima vez.”
"La verdad es que tú no tienes el coraje de hacer algo al respecto.”
Sakuta y Mai llegaron a la escuela durante la hora del almuerzo. Era la hora donde casi todos los estudiantes se relajan después de terminar sus alimentos. Ellos podían escuchar
a algunos de los estudiantes jugando en las canchas de baloncesto. Esa sensación de sentimiento escolar cotidiano parecía un poco extraña. Como regresar a la escuela
después de las vacaciones de primavera o invierno. Cambiaron su calzado al de los
interiores en el vestíbulo de la entrada y Mai dijo.
"Voy a mirar los alrededores de la escuela.”
"Yo iré con Futaba. ¡Ah!... Futaba es la amiga que te recuerda... "
"Futaba…", ¿entonces es una chica?... Eso sí que es una sorpresa.”
Mai se detuvo mientras estaba por salir.
"Futaba es su apellido.”
Sin embargo, ella no estaba equivocada de que Futaba fuera una chica...
"Ya veo. Luego nos vemos.”
Sakuta inconscientemente observó su espalda mientras salía por el pasillo.
Pasó junto a una estudiante sosteniendo un paquete de notas, la profesora de geografía
sosteniendo sus diapositivas de clase, y un grupo de chicas charlando sobre un estudiante superior del club de baloncesto. Ninguna de ellas prestó atención a Mai, ni siquiera la miró. Sakuta no pensó que fuera extraño, esa siempre fue la situación. Esa era la condición que Mai había obtenido al entrar a la escuela.
Así se veía el aislamiento en su extremo, iba más allá de simplemente fingir el no verla y era como si ella hubiera pasado a formar parte de ese ambiente desde hace mucho tiempo.
Esa forma de ignorarla como si fuera algo cotidiano debía tener un trasfondo.
Esa fue la reacción de las personas que no habían podido ser capaces de verla ni siquiera de pensar al respecto. Esa misma actitud se había presentado en la Preparatoria Minegahara por bastante tiempo, desde ya antes de que Sakuta hubiera llegado...Mai pasó entre los estudiantes. La escena era completamente idéntica a la causada por el síndrome de la adolescencia.
Sólo había un fragmento de lógica para eso, pero tenía la sensación de que ahí estaba la
conexión, un sentimiento de que estaba vagamente vislumbrando la causa.
Sakuta presentía lo mismo que Rio, quien sugirió que la causa podría estar dentro de la escuela.
"Azusagawa.”
Pensaba en ese nombre, cuando Rio ya se encontraba de pie detrás de él, con las manos
en los bolsillos de su bata de laboratorio. Miró a Sakuta y bostezó, provocándole también
un bostezo.
"Tengo malas noticias.” Ante las repentinas palabras de Río, Sakuta se puso tensó.
"Todos los demás excepto yo, puede que hayan olvidado a Sakurajima-senpai.”
“¿¡…!?”
Frunció el ceño, eso sin duda fue una mala noticia.
"Por lo menos, Kunimi no la recuerda.”
"¿En serio?"
Río no tenía motivos para mentir, no era el tipo de broma que se podía hacer en esta situación, y Sakuta era muy consciente de que Río no tenía el tipo de Personalidad para
hacer ese tipo de bromas. Pero Sakuta buscó reflexivamente una confirmación, y deseaba
que fuera una mentira.
"Cuando mencione su nombre, Kunimi preguntó quién era, no lo he comprobado con los otros estudiantes, pero...En ese caso, Sakuta pensó que debían preguntar a los otros estudiantes. Él miró a su alrededor, pero la necesidad pronto desapareció. Mai venia de regresó corriendo hacia
ellos, casi sin aliento y asustada... su expresión palidecía de miedo. Una vez que ella
recuperó el aliento, miró a Sakuta y le preguntó:
"¿Todavía puedes ver…me?"
"Sí, te puedo ver perfectamente.”
Él respondió con un profundo asentimiento. El nerviosismo se notaba en el rostro de Mai.
"Gracias a dios…"
Ella dejó escapar un suspiro, ocultando su alivio. Pero ¿qué debería hacer? por alguna
razón, ella solo era visible para Sakuta y Rio, los otros estudiantes probablemente ya la
habían olvidado. Todavía el día se ayer al menos, Sakuta, Rio, Yuuma… Koga Tomoe y sus
amigos habían podido ver a Mai.
"¡Eso es, Koga Tomoe!"
Sakuta corrió solo a las aulas de los primeros años.
Miró a través de cada una de las aulas en el primer piso y Tomoe estaba en la cuarta que reviso, Clase 1-4. Ella estaba en un escritorio cerca de la ventana con sus amigas que había
visto ayer, estaban comiendo sus almuerzos.
Al sonido de la primera de ellas que lo vieron, las cuatro miraron hacia Sakuta.
"Aquel"
Tomoe miró a Sakuta y callo. El verlo, Sakuta parado frente al escritorio del maestro, se dirigió a ellos.
"¿Conoces a Sakurajima Mai-senpai?"
Las cuatro, incluida Tomoe, se miraron y empezaron a hablar entre sí.
"¿De qué se trata esto?, ¿Tomoe, la conoces?"
"Y-yo no.”
"Además, Sakura... ¿Mai?"
"¿Quién es ella?"
Sakuta se alteró de nuevo.
"La viste ayer junto a las puertas de acceso Enoden en la estación Fujisawa.”
Las cuatro se miraron de nuevo y cada una negó con la cabeza. "¿Cómo puedes haberla
olvidado? es Sakurajima-senpai la actriz, ¿cierto?"
Sakuta dio un paso adelante.
"Piensa en esto adecuadamente, ella está en tercer año y es una verdadera belleza... ¡así
es ella!"
Se acercó aún más y la expresión de Tomoe se acentuó.
"¡Recuerda!"
Él puso sus manos sobre sus hombros.
"¡Yo... no entiendo!"
Asustada, las lágrimas brotaron de los ojos de Tomoe.
"¡Por favor!"
"¡Ay!"
En ese momento notó la fuerza que aplicaba con su mano.
"Sakuta detente.”
Escuchó una voz de restricción en su oído y Mai sujetó sus muñecas.
Lentamente, Sakuta quitó sus manos de los hombros de Tomoe.
"Mi culpa, lo siento.”
"D-de acuerdo..."
"En verdad lo siento mucho. Perdóneme.”
Se disculpó una vez más y salió del aula con pasos pesados.
"Azusagawa.”
Rio ondeo una mano, haciéndole señas a lo largo pasillo desde donde ella había llegado más tarde.
"¿Qué?"
Río estaba de pie, así que Sakuta no tuvo más remedio que dejar a Mai atrás y acercarse.
"Tengo una sola idea.”
Ella habló en voz baja para que solo Sakuta pudiera escucharla.
Sin embargo, hizo una pausa, como si no estuviera segura de cómo continuar.
"Dime."
"Te quería preguntar, Azusagawa... ¿dormiste anoche?"
Esa fue la pregunta con la que comenzó.
Después de la escuela en ese día, Sakuta regresó con Mai hasta la estación Fujisawa antes
de que se separaran.
Incluso en un momento como este, Sakuta estaba de turno y no podía dejarlo. Mai también le había dicho que lo dejara.
Trabajó hasta las nueve con ojos soñolientos, y de camino a casa, paso por una tienda de conveniencia. Recorrió la tienda mientras revisaba los carteles. Las bebidas energéticas que buscaba se ubicaban cerca de los cajeros, junto a las bebidas dulces.
Había bebidas que costaban doscientos yenes cada una, y aquellas que costaban lo de un enorme tazón de carne. Incluso encontró algunos que cuestan más de dos mil yenes.
¿Cuál será esa gran diferencia entre ellos, y cual debería elegir?
De momento, se llevó tres bebidas y un poco de chicle de menta y pastillas para mantenlo despierto.
Todo costo poco menos de dos mil yenes. Sumado con el costo del viaje de ida y vuelta a
Ogaki del día de ayer, y la estadía en el hotel comercial, su cartera se estaba volviendo más liviana y prácticamente ya no le quedaba nada más.
Dicho esto, este no era el momento para ser avaros.
Las palabras de Rio cruzaron por su mente.
"Te quería preguntar, Azusagawa... ¿dormiste anoche?"
Sakuta había respondió a eso con "ni un parpadeo.” Entonces Río pareció haberlo sabido.
"Yo tampoco.”
Sakuta no había entendido el significado de lo que dijo y espero a que ella continuara.
"No es más que una simple conclusión, pero yo no estaba con Sakurajima-senpai.”
"…Es correcto.”
"¿Recuerdas la charla sobre la teoría contemplada?"
"Si, el gato de Schrödinger.”
"Honestamente, pensé que era ridículo..." en ese punto los ojos de Rio miraron hacia Mai, quien había estado de pie un poco alejada. Rio no parecía estar segura de qué expresión debería tener, o qué debería hacer, y se había quedado claramente perpleja.
"Experimentarlo en persona es escalofriante.”
“¿Síndrome de la adolescencia?”
"No, incluso antes de que eso sucediera, ella fue tratada como el alma de la escuela.”
"Es verdad.”
"También me deje llevar con el ambiente, y acepté la situación como si fuera algo normal.
No tenía ninguna duda al respecto.”
"En todo caso, es porque no hay ninguna duda al respecto de que sucedió. Si la gente se
diera cuenta de que lo que ha estado haciendo estaba mal, no lo soportarían. ¿O lo harían?
No creía que hubiera muchos que pudieran saber que algo estaba mal, fuera desagradable, patético y ridículo... e incluso mantener sus cabezas en alto y proclamar
"estoy ignorando a mi compañera de clase.” Entonces, algo estaba mal con ellos.
La chica que actuó como cabecilla cuando Kaede fue acosada actuó como si no entendiera
de lo que le estaban hablando y solo dijo: "¿Acaso hice algo malo?"
Dadas las circunstancias con Mai, ella misma probablemente también fue la causa.
Ella había tratado de actuar como el alma del lugar en algunas ocasiones, y las personas que la
rodeaban habían actuado para aceptar esa situación. Ella había querido desaparecer, se
había comportado como el alma del lugar. Solo actuación.
"Pero es por eso por lo que pareciera como la causa fuera el ambiente de aquí.”
Rio había murmurado para sí misma, leyendo entre líneas en los comentarios de Sakuta.
"Para Sakurajima-senpai, la escuela es la caja con el gato adentro.”
Nadie la vio, nadie intentó verla. Porque nadie la estaba observando, la existencia de Mai se volvió indeterminada... así que ella estaba desapareciendo. No es que ella estuviera dejando de ser alguien, más bien pareciera que ella nunca lo habría sido. El no ser reconocida por todos era lo mismo que no existir en el mundo...
Un escalofrío lo había atravesado, una comprensión visceral de las palabras de Rio.
En esencia, la causa estaba en la escuela, en la conciencia de cada estudiante. En su apatía
subconsciente hacia Mai. Ella no permaneció en sus corazones, y Río estaba sugiriendo
que el síndrome de la adolescencia podría haber inducido esos sentimientos que ni siquiera podrían llamarse sentimientos.
¿Cómo deberían cambiar su subconsciente? Ellos ni siquiera se daban cuenta de que había
un problema, ni siquiera pensaban que el problema fuera un problema. Había alrededor
de mil de esos estudiantes en la Preparatoria Minegahara.
¿Había alguna forma de convertir su apatía hacia Mai en simpatía?
Se sentía como si hubiera un espacio vacío de oscuridad frente a sus ojos.
Fue la verdadera causa de su estremecimiento, la verdad detrás del origen. Algo que Sakuta tendrá que vencer, algo que podría llamarse su enemigo. No era una cosa visible, pero ciertamente existía, el "ambiente.” El mismo "ambiente" que Sakuta ridículamente
había invocado para lucha“Si el ambiente en la escuela es la causa, entonces ¿por qué Mai es invisible incluso en personas no relacionadas con la escuela? "
"Ella podría haber sido borrada del ambiente de la escuela.”
Sakuta no había pensado que podía negar esa posibilidad cuando la conoció en la Biblioteca Shonandai y cuando ella había ido al acuario en Enoshima. Mai había actuado como el mismo ambiente, y el mismo Sakuta había pensado que ella podría ser la causa.
Pero ahora, ese no era el caso.
Mai no quería desvanecerse más, ella lo había declarado definitivamente.
Ella había decidido regresar al mundo del espectáculo, y aunque había sido una broma, ella le había preguntado a Sakuta:
"Si comenzara a temblar y llorar y dijera 'No quiero desaparecer', ¿qué harías?"
Y le dijo:
"Acabo de conocer a un chico joven y descarado, y comencé a disfrutar ir a la escuela…"
Esos eran sin duda los verdaderos sentimientos de Mai.
"Aun así, el ambiente se propaga fácilmente", había dicho Rio desinteresadamente.
"Vivimos en una era en la que las personas simplemente leen ese ambiente como les place, y la información puede cruzar el mundo en un instante, así es como las cosas son tan convenientes hoy en día.”
Había llegado a negarlo, habiendo pensado mucho sobre cómo hacerlo. Incluso Rio tenía
que haberse dado cuenta de que la explicación estaba llena de huecos. Aun así, él podría
estar de acuerdo en que había zonas en las que la época era así. Era… una época conveniente y, al mismo tiempo, una desagradable...
Y es así como no había podido replicar. En primer lugar, Sakuta no le vio sentido discutir
sobre la causa de la propagación de los fenómenos, todo lo que le importaba era la
realidad ante él."Volviendo al punto..." Rio había observado su silencio y añadió cuidadosamente su
explicación final. “Si la conciencia y la observación son la clave, puedo de alguna forma
aceptar el cambio que ocurre cuando las personas están inconscientes y dormidos.”
Cuando eso sucedía, la gente podía ver, podía pensar. Pero cuando estaban dormidos, no
podían permanecer conscientes de algo, inclusive podrías decir que el poder cognitivo
decae. Como resultado, aceptaron el cambio de Mai en el ambiente mientras su conciencia se detenía.
Recordó la noche anterior y sus entrañas se congelaron. Porque si se hubiera dormido, él podría no haber recordado a Mai el día de hoy...
Masticó el chicle para mantenerse despierto mientras regresaba a casa, y bebió la primera bebida energética de su vida. Tenía una extraña dulzura, bastante distinta de los jugos, y tenía una ligera acidez en su sabor.
De ninguna manera era desagradable y era bastante fácil de beber, pero él no disfrutaba el sabor cuando se tenía en cuenta el estado de ánimo.
No había puesto mucha esperanza con su efecto, pero su cuerpo estaba claramente energizado, y él estaba completamente despierto con su mente clara.
"Onii-chan, ¿qué bebiste?" Kaede inclinó la cabeza hacia él cuando vio la botella en la cocina. Eran casi las once, y Kaede normalmente estaría durmiendo, así que ella estaba bastante soñolienta. Sus ojos estaban caídos, pero ella no se movió hacia su habitación, probablemente porque todavía tenía en mente su partida de ayer. Luego añadió "No me iré a dormir hasta que me expliques lo de ayer.”
Y entonces habló con Kaede por un tiempo, principalmente sobre los libros que ella había
leído recientemente.Al principio, ella había dicho que no dormiría hasta la mañana siguiente, pero ella estaba acurrucada en el sofá con Nasuno casi una hora después.
La tomó en sus brazos y la llevó a su habitación. Incontables libros estaban reunidos dentro y había pilas de libros cerca de sus pies que no cabrían en los libreros. Cuidando donde ponía sus pies, Sakuta se acercó a su cama y la acostó sobre ella.

Seishun Buta YarouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora