-Estas dos personas de aquí son los creadores. -ella continuó, presentando al
hombre y la mujer. Ambos se veían estar entre los veinte y algo. El hombre era alto y
delgado, usaba unos lentes oscuros que le daban una apariencia apuesta mientras sonreía
sin dudar a la presencia de la cámara. La mujer era de apariencia pequeña, y tenía una
cara linda. Aún con eso, tenía una figura grandiosa, todo eso se podía ver incluso teniendo
una playera sobre su traje de baño. Su bikini rojo se veía a través, sosteniendo firmemente
su pecho, y su camisa llegaba justo a la altura de su estómago tonificado, dando un vistazo
a su pequeña cintura.
Era bastante similar en altura con Rio y se giró a verla tratando de compararlas.
-No soy así de delgada. -dijo Rio, leyendo su mente. Aunque por otro lado, eso podía
entenderse como que estaba de acuerdo con lo demás. Tal vez ella se veía mejor de lo que
Sakuta imaginaba sin ropa.
-¿Están saliendo actualmente? -pregunto Fumika en la televisión.
-Eres más linda en la vida real, ¿no es así? -el hombre preguntó en respuesta,
ignorando su pregunta, pero cuando ella levantó la ceja, él continuó ligeramente- Ella es
mi esposa.
Inmediatamente, la mujer mostró su reluciente anillo que llevaba puesto, haciendo un
sonido de brillo mientras lo hacía.
-Se ven realmente jóvenes, ¿son recién casados? -Fumika siguió preguntando.
-Para nada, nos casamos a los dieciocho.
El hombre observó hacia la distancia. Casarse a los dieciocho, seguramente mucho ha
pasado desde entonces. Quizás estaba pensando en esas dificultades. Sakuta cumpliría los
dieciocho el año siguiente, pero el concepto de matrimonio aún se sentía como si fuese
parte de una fantasía.
-C-Casarse a los dieciocho es un poco sorprendente -dijo Fumika, ahogada por la
respuesta inesperada antes de pasarle el micrófono a la mujer-. Bien ahora, todo esto lo
hicieron ustedes, así que ¿hay alguna parte que fue particularmente difícil?
-¡Lo traeré para el evento en Kugenuma, en el veintitréeeeeees! ¡Ven a darle un
apretón de manos ahí! -la mujer gritó de repente, ignorando completamente la
situación. Sakuta no tuvo ni idea de qué estaba hablando. Después ella avanzó hacia la cámara riéndose en forma de burla. Luego, el hombre... su esposo, la tomó de los brazos desde atrás y la sacó de escena.
Fumika estaba sorprendida, pero pronto recuperó la compostura.
-Regresamos al estudio. -transmitió con una sonrisa. Una vez de vuelta en el estudio, quienes estaban algo sorprendidos aún, el conductor principal prosiguió con los anuncios.
La pantalla cambió, mostrando a otra persona familiar, era Mai esta vez. En un anuncio
de champú, su suave y brillante cabello fue barrido y luego puesto en orden tal y como el
narrador decía, "suave y flexible, cada día". Al mismo tiempo, Mai rio ligeramente frente
al espejo, como si le hubieran hecho cosquillas. Era una expresión devastadora que
combinaba tanto su ternura como su belleza. No importaba cuántas veces él la viese, le
robaría el aliento una y otra vez, era una vista grandiosa.
Mientras la TV cambiaba a otro anuncio, Sakuta tomó un soplador que estaba sobre la
mesa y se puso cerca de la ventana. El aire acondicionado era algo débil, así que la
habitación tenía un toque caliente así decidió darse un poco más de aire.
Mientras veía hacia afuera, pudo ver a cinco personas corriendo por el campo. El que
estaba corriendo al frente era Yuuma, así que probablemente eran miembros del club de
basquetbol.
-Dime, Futaba.
-¿Qué?
-¿Cómo crees poder regresar a ser una? -preguntó de repente, aun observando
hacia la ventana.
"El mundo no necesita dos Futaba Rio."
La misma Rio había dicho eso, y se mantuvo en la mente de Sakuta todo este tiempo. El
haber subido esas fotos provocativas era un problema ciertamente, pero el Síndrome de
la Adolescencia no podía dejarse de lado así como así.
-No se puede.
-Si dices eso por la divergencia de personalidad, podría ser posible si vuelven a ser
una misma.
-Tal vez... -respondió Rio sin darle importancia, como si se hubiese rendido.
-¿Entonces cómo lo hacemos?
-Actualmente, al menos, estamos divergiendo más y más. Estamos haciendo cosas diferentes y tenemos diferentes recuerdos y experiencias. Mientras más desordenadas sean esas cosas, no creo que podamos ser una otra vez.
-Sé un poco más optimista, me darán úlceras.
-Supongo que será hasta que nos sintamos de la misma forma.
-¿Llenas de amor por Kunimi?
Su única respuesta fue un frío silencio. Si se daba la vuelta, estaba seguro que ella lo
estaría observando con una mirada como dagas hacia él, así que se quedó en su lugar.
-Creo que ambas ya tenemos esos sentimientos -dijo eventualmente.
-Entonces regresen a ser una misma -dijo Sakuta
-El hecho de que aún no lo hayamos hecho podría significar que se necesitan
sentimientos aún más intensos.
-¿Tienes sentimientos más intensos que los que tienes por Kunimi? -Sakuta, al
menos, no creía que así fuese.
-No lo sé. -se rindió Rio. Se sintió como si acaba de preguntar una pregunta sin
respuesta. Su expresión cambió y giró su atención a lo que quedaba de la galleta. Mientras
masticaba lo que quedaba de la cola, Yuuma terminó de dar la vuelta al campo y se dirigió
al edificio.
Los ojos de Yuuma se encontraron con los de Sakuta, y su expresión se relajó
ligeramente cuando lo observó. Después vino corriendo hacia donde estaba Sakuta antes
de prácticamente colapsar contra el muro.
-Ah, ¡Estoy muerto! -Sakuta escuchó mientras abría la ventana.
Estaba jadeando y dejaba caer gotas de sudor en el concreto.
-Tienes una cosa muy buena ahí, ¿huh? -dijo Yuuma, observando a Sakuta que se
inclinaba fuera de la ventana. Yuuma hizo un movimiento como de soplador con la mano,
pidiéndole a Sakuta que le diera aire. Como prueba de ello, sus ojos estaban enfocados en
el soplador que Sakuta tenía en la mano.
-Nope. -dijo Sakuta.
-¿Por qué?
-No tengo razón alguna para brindarte mi servicio.
-¡Brisa por favor! -imploró Yuuma.
Ignorando eso, Sakuta se dio la vuelta para tener de frente el laboratorio.
-Futaba. -la llamó, indicándole que dejara los tubos de ensayo.
-¿Qué? -preguntó, haciéndolos a un lado mientras fruncía el ceño.
Le dio el soplador en la mano.
-Dale aire a Kunimi.
-Te lo pidió a ti, ¿no?
-Si alguien te va a dar aire, tiene que ser una chica.
Su expresión molesta era al menos mitad avergonzada.
-Futaba, ¡brisa por favor! -dijo Yuuma piadosamente, completamente exhausto.
Después de pensarlo un momento, Rio agitó el soplador de un lado a otro sin decir una
palabra.
-Ahhh, eso se siente bien.
Los otros cuatro miembros del club aún seguían corriendo, tambaleándose hacia
adelante alrededor del campo.
-El club está en el gimnasio, ¿no? ¿Por qué ustedes cinco estaban corriendo solos? -
preguntó Sakuta. Debería haber más miembros.
-Fue un castigo por haber perdido el partido amistoso.
-¿Tú perdiste?
-Todos los de mi equipo eran de primer año -se defendió.
-Echarle la culpa a tus compañeros no es algo que haría el verdadero Yuuma.
Seguramente eres un impostor.
-¿Qué clase de idea tienes sobre mí?
-Que eres irritantemente popular.
-Idiota. -respondió Kunimi, antes de comenzar a reírse.
-Es realmente un misterio el saber cómo ustedes dos se hicieron amigos. -murmuró
Rio, casi para sí misma.
Yuuma solo sonrió ampliamente, y Sakuta solo siguió su ejemplo. Realmente no quería
responderle, y jamás había logrado describirlo con palabras. Como fuese, realmente era
difícil hacerlo, incluso lo más básico, ellos simplemente se llevaban bien. Se decían lo que
querían sin guardarse nada, y Kunimi siempre había tenido una atmósfera que te dejaba
saber si bromeaba o no.
Podría decir lo mismo de Rio también. La primera vez que hablaron apropiadamente
fue en el primer semestre del primer año, después de que el rumor acerca de que Sakuta
había mandado a tres estudiantes al hospital se había esparcido.
En ese entonces, Sakuta había estado buscando un lugar en el cual pudiese comer su
almuerzo tranquilamente y terminó en el laboratorio de física, pero ya había alguien ahí.
-Estoy impresionada que puedas venir a la escuela todos los días con todo mundo
viéndote así, Azusagawa. -había dicho Rio, en su clase en ese entonces.
-Pensar 'todo el mundo me está evadiendo' es probablemente estar muy al pendiente
de sí mismo. -había respondido.
-No creo que sea así en absoluto. ¿Estás bien de la cabeza? De hecho, obviamente no lo estás ya que sigues viniendo a la escuela.
-Eres interesante, Futaba.
-¿Hm? ¿Cómo?
-Hablarme de esa forma realmente significa que eres igual que yo.
Así fue como todo había comenzado, con una conversación que no ocultaba nada.
Sakuta podía recordarla bien incluso después de tanto tiempo, y los sentimientos entre
ellos no habían cambiado ni un poco a pesar de que más de un año ya había pasado.
-¡Una última vuelta! -gritó Yuuma a los de primer año, causando que aumentaran la
velocidad un poco más, como si fuese una competencia, todos corrieron hacia Yuuma
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Seishun Buta Yarou
Teen FictionSíndrome de la pubertad: ciertas experiencias poco corrientes que se rumorea en Internet que son la causa del exceso de sensibilidad e inestabilidad durante la adolescencia. Este año, Sakuta Azusagawa, estudiante de segundo en una preparatoria cerca...