Al día siguiente, Sakuta se quedó estupefacto en la sala. Pasaron unos segundos después de que encendió el televisor mientras estuviera listo su pan tostado.
Pensó que el programa sería el mismo, sin embargo, había una historia feliz sobre
cómo encontrar diez millones de yenes enterrados en un jardín.
"Buenos días, hoy es sábado veintiocho de junio. Creo que deberíamos comenzar
con una historia asombrosa hoy ... "
El anunciador estaba en los cuarenta y tenía la cara típica de un presentador de desayuno. Mientras aún estaba tranquilo, su animado discurso no le agradó exactamente a Sakuta y solo dejó que el informe pasara por sus oídos, por lo que le tomó varios segundos comprender las palabras, entregadas sin ninguna
urgencia real.
"... Acaba de decir veintiocho, ¿cierto?".
"Lo hizo".
En algún momento de su introspección, su hermana Kaede, vestida con un pijama de panda, se había acercado a él para mirarle la cara.
"Dijo sábado, ¿cierto?".
"Si... lo hizo".
Sakuta no dio respuesta.
"¿Qué hay de malo con eso?".
"Kaede... pellizca mi mejilla".
"Seguro, como gustes", dijo Kaede, extendiendo su mano y pellizco su mejilla, con fuerza.
"Ay".
"Lo-lo siento".
"No, está bien".
No estaba bien en absoluto, pensó, si esto no era un sueño, era la realidad y, como le había dolido, probablemente ese era el caso. Sin siquiera el momento de reconsiderar, el mañana había llegado. Tampoco fue un veintiocho de junio normal. Originalmente, Mai habría aceptado salir con él y hoy habría amanecido el día con ellos como novio y novia. Sin embargo, a pesar de todo eso, no lo eran, y Mai había sido testigo de un extraño malentendido. El mañana había llegado de la peor manera posible.
"Esto ya no es divertido..."
En verdad fue una sensación de caer del cielo al infierno.
Sakuta se tambaleó hacia el teléfono y levantó el auricular.
"¿Onii-chan?" Preguntó Kaede con preocupación, solo para obtener una distraída palabra de aserción mientras Sakuta marcaba el número de su amigo. Tres timbrados después, el teléfono enlazo.
"Habla Azusagawa".
"¿Qué quieres tan temprano en sábado?".
La voz clara de Rio mostraba que probablemente ya había estado levantada por un buen rato, de todas formas.
"Constrúyeme una máquina del tiempo", dijo sin rodeos.
Inmediatamente después, el teléfono se desconectó sin palabras. Tal vez tenía mala señal, por eso los móviles no valían la pena, pensó Sakuta mientras él volvía a marcar.
... Sin embargo, a pesar de cuánto tiempo dejó que el teléfono sonara, no hubo respuesta. Al parecer, en realidad había sido intencional.
Su persistencia fue finalmente recompensada cuando ella respondió en su décima llamada.
"Si dices algo estúpido, colgaré", advirtió Rio.
"Lo decía muy en serio".
"Estoy a punto de cambiar de parecer".
"¿Qué tan lejos estás?", El preguntó de inmediato.
"Sólo necesito ponerme los calcetas", respondió ella.
"Ah... esa es una petición extraña".
"Esa es una petición normal, ¿cierto?".
"Comienzo con mis calcetas ¿sabes?"
"Eso si es extraño".
"Es completamente normal".
"Entonces, ¿qué es lo que quieres?" Rio retomo el tema.
"¿Recuerdas de lo que hablamos ayer? Ese asunto del día repitiéndose".
"Adivino... ayer escapaste,Felicidades".
"S-si... de la peor manera..."
"¿Encontraste el demonio de Laplace?"
"Buueeeeeno... Probablemente, ella es novata de primer año en nuestra escuela".
Fue irritante, pero no tuvo más remedio que aceptar esto como realidad y mirar hacia adelante. En primer lugar, tenía que pensar en qué fue lo que le había permitido escapar del ayer.
Repetir el mismo día una y otra vez hubiera sido insoportable.
Hubo tres diferencias principales entre los dos bucles y el día final. Lo primero fue sin dudarlo, el que Sakuta y Mai ya no estaban saliendo. Había sucedido un
malentendido impensable y ella se había ofendido terriblemente...
El segundo fue otro asunto de romance con Koga Tomoe que no recibió una confesión por Maesawa-senpai.
El tercero fue el resultado del partido de fútbol, habían ganado las dos primeras veces, pero perdieron en la tercera. Sakuta no quería pensar que era su culpa por verlo en vivo, pero aún sentía un extraño sentido de culpa.
Usando estas condiciones para descubrir el Demonio de Laplace, hubo una sola conclusión, Koga Tomoe era la verdadera identidad del demonio.
"¿Por qué crees eso?" Fue la respuesta de Rio cuando él se lo dijo.
"El culpable es el que más gana, eso lo hace obvio".
Y además de eso, ella era la única otra persona que había experimentado la
repetición.
"Hay algo de lógica en eso".
Sakuta y el equipo japonés habían recibido un gran golpe, y Tomoe se había beneficiado. Ella misma había dicho que la confesión de Maesawa-senpai era un problema, y que una confesión del chico por la que se sentía atraída su amiga ignoraría completamente el ambiente...
Sin esa confesión, las preocupaciones de Tomoe se resolvieron al menos por el momento. Es por eso por lo que habían resuelto el día veintisiete y ahora había llegado el veintiocho.
Sakuta tenía la impresión de que este era el caso, o al menos no conocía otra razón. El problema era, sin embargo, que esto no había resuelto nada realmente.
Maesawa-senpai lo había entendido mal, una vez que se diera cuenta de la verdad, probablemente se confesaría de nuevo. Y si ese fuera el detonante de la repetición, el mismo día se repetiría una vez más. Él se daría cuenta que Sakuta y Tomoe no tenían ese tipo de relación. En el mes anterior se había dado el hecho de que Sakuta se confesara a Mai frente a toda la escuela, y ver a Sakuta y Tomoe normalmente demostraría que no tenían ningún punto de relación.
Sakuta resolviendo el problema con Mai y empezar a salir con ella haría lo mismo.
Cuando llegó a esa conclusión, los pensamientos de Sakuta se detuvieron al darse cuenta de que había caído en una situación increíblemente pesada.
"Azusagawa, ¿sabes cómo se llama este tipo de cosas?"
"Sí... Jaque mate".
"Buena suerte, entonces. Voy a ponerme las calcetas".
El teléfono se desconectó con un clic.
"Entonces, ¿tus calcetas son más importantes que yo...?"
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Seishun Buta Yarou
Teen FictionSíndrome de la pubertad: ciertas experiencias poco corrientes que se rumorea en Internet que son la causa del exceso de sensibilidad e inestabilidad durante la adolescencia. Este año, Sakuta Azusagawa, estudiante de segundo en una preparatoria cerca...