¿Solamente amigos? (Draco Malfoy)

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¿Regresar de Francia? Bueno, no es algo que debería hacer, pero si algo que quiero hacer. Hace tiempo decidí dejar Hogwarts, dejar Londres y mudarme a Francia estudiar en Beauxbatons. Al principio mi familia no estaba de acuerdo, pues, soy la menor, pero con el tiempo aceptaron, ya que tenemos familia Francia. veía a mis padres y a mi hermano, Theodore Nott, en las vacaciones. Pero es hora de volver a casa.

Después de un año, volveré a mi hogar, volveré al lugar donde nací. Antes estudiaba en Hogwarts, pertenecía a la casa de Slytherin, como toda mi familia. Familia de Mortífagos. En parte mi decisión de estudiar en Beauxbatons era porque no quería estar cerca de Mortífagos, pero creo que al destino no se le puede engañar, somos lo que somos, y no puedo estar en Francia más tiempo.

                              
— Despierta, joder, despierta.— Theo, estaba brincando en mi cama como un niño pequeño.

— Joder, Theo. Deja de brincar.— respondí mal humorada. Ni haciendo el intento de despertar. Había llegado ayer de Francia, ¿qué mierda quiere?

— Pero joder, Nella. Tenemos que ir al callejón Diagon a comprar las cosas de Hogwarts.—dijo Theo, casi gritando.

— Déjala, Theo. Me hara gracia, si llega a Hogwarts sin las cosas que nos pidieron.— esa voz.... Draco. Draco maldito Malfoy. Me desperté de una, me incorpore en mi cama y lo miré directamente a sus ojos. Esos ojos grises, que dejan a todas babeando. Bah, a mi también, para que mentir.

— ¿Y tu qué haces aquí? — pregunté. Claramente la pregunta más tonta que pude hacer fue esa.

Draco y Theo inseparables desde pequeños, su familia es de Mortífagos al igual que la mía, así que nuestra familia se lleva hace años, antes que Theo yo y Draco naciéramos.

— ¿Te haces la tonta o lo eres? — preguntó Draco con obviedad. Ya sabía lo que hacía aquí, era obvio —. Bueno, ahora que te has levantado, dúchate. Te estaremos esperando abajo.— Ordenó Draco, como si fuera mi padre.

Antes de que me permitiera decir algo, ambos se dieron la vuelta y salieron de mi cuarto, dejándome sola, con cara de estupida.

Me desperté y me dirigí al baño, decidí darme una ducha rápida, ya que tenían razón no teníamos mucho tiempo. Al salir de ducharme me sequé el pelo, me vestí, me maquillé un poco y bajé las escaleras. Escuché hablar a Theodore y Draco en la cocina, así que me dirigí hacia allí. Estaban sentados en la barra de desayunos, hablando sobre Merlin sabe qué.

— Bueno, ¿nos vamos o qué? — dije y voltearon a verme.

Draco me miro de arriba a abajo, e hizo una mueca rara, ¿tan fea estoy?

Se acercaron a mi, nos tomamos de las manos y aparecimos en el callejón Diagon.

Ellos fueron a comprar sus cosas y yo las mías. Se me había olvidado como lucia el callejón Diagon.

entraría a quinto año, así que fui primero a Madame Malkin túnicas para todas las ocasiones. Al entrar la tienda estaba llena de estudiantes de todos los años, me apresuré a comprar las cosas que necesitaba allí, y después salí para comprar lo demás. En el camino me encontré a Draco de espaldas, así que decidí acercarme a él a urtadillas y taparle los ojos.

— ¿Pansy? —preguntó Draco.

Al escuchar el nombre de Pansy se me revolvió el estómago, me había peleado con ella a lo Muggle en primer año, siempre nos odiábamos. Bueno, ella me odiaba porque como pasaba mucho tiempo con Draco por Theo, pensaba que tenía algo con él, ¿no es idiota? Éramos unos niños, aunque era un año menor que ellos, siempre estaba pegada a ellos. Nunca me gustó juntarme con niñas.