Baje a la cocina vistiendo la camisa blanca de Draco, buscando un poco de café.
Todavía no podía creer la muerte de Donatella, todavía dolía... pero tenía que seguir adelante. ¿Así es la vida, no?
Me fijé sobre el comedor que había en la cocina, habían algunas cartas. Me acerqué para ver qué eran, y eran las mismas cartas que recibíamos yo y Theo casi a diario; de la Orden del Fénix.
Respire profundo y decidí dejarlo para después. No tenía cabeza ahora para pensar en cosas casi imposibles para mi.
Como había dicho Theo, «tal vez sea real, tal vez es una trampa.»
— ¿Interrumpo algo? — la voz de Draco llego a mis oídos, sacándome de mis pensamientos.
— Si. Interrumpes mis pensamientos.— bromeé.
— ¿Y qué estabas pensando? — dijo Draco, mientras se sentaba junto a mi.
— Creí qué sabías utilizar la legeremancia.
— Si, así es. Pero no quiero entrometerme en tus pensamientos, es algo personal para ti. Además... ¿qué tal si piensas que soy una mierda? Me rompería el corazón saber que mi prometida piensa eso de mi.— tomó mi mano, y dejó un beso sobre ella.
Reí un poco, entonces decidí contestarle.—Nunca pensaría que mi prometido es una mierda, aunque lo es.
— ¿Lo soy? — Draco Arqueó ambas cejas.
— Lo eres.— dije y bese su nariz.
— Tienes razón.— Draco sonrío.
— ¿Tienes noticias?
— ¿Acerca de...? — Dejó las palabras al aire esperando una respuesta mía.
— Nuestros padres.— respondi.
— No. me temo que hoy tengo que regresar a la mansión, tal vez mi madre sepa algo.
Asentí con la cabeza.— Bien.
— Regresaré pronto.
— ¿Cuándo?
— Después de ver cómo van las cosas en la mansión, regresaré.
— Escríbeme.
— Te escribiré.
Draco se puso de pie al igual que yo. Colocó su mano sobre mi mejilla, su pulgar acariciando mi piel ligeramente. Sus ojos penetrando los míos, entonces acercó un poco más su cara a la mía, y unió nuestros labios en un beso corto y sencillo; aunque lleno de amor.
— No olvides que te amo, Nella.
— Nunca lo olvidaré, Draco.
— Te amo más que a mi propia vida.
— Yo te amo más.
Él me dedico una pequeña sonrisa, y comenzó a caminar a la salida: Vi como abría la puerta, salía, cerraba la puerta. Y desaparecía de mi vista por completo.
Suspire una vez más, y me di cuenta que ya no tenía apetito.
Decidí subir a mi habitación, pero pasando por los pasillos escuché algunos sollozos provenientes del cuarto de Theo.
Me arme de valor y decidí entrar.
— ¡La gente con modales toca la puerta antes de entrar! — espeto Theo con la voz quebradiza.
— Pues, me alegro de no tener modales.— dije y me senté junto a él.
— ¿Qué deseas, hermanita?
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¿Solamente amigos? (Draco Malfoy)
Fiksi Penggemar¿Solamente amigos? Antonella Nott y Draco malfoy, creen que pueden jugar un poco sin enamorarse, ¿será eso posible? O llegarán a algo más. - Todo va a estar bien, Draco. Saldremos de esta. - No me preocupo por mi, Nott. Me preocupó por ti.