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Espere a que Draco se quede completamente dormido, quite su brazo con el cual rodeaba mi cintura y me paré de la cama.

Me quede parada por unos minutos pensando, si debería volver a mi recámara o quedarme aquí con Draco. Sus padres podrían darse cuenta, y bueno... no es algo que quisiera descubrir como se lo tomarían.

Emprendí mis pasos, suaves y lentos, y salí de la habitación de Draco, cerrando la puerta detrás de mí.

Entre a mi habitación, cerré la puerta y me acomode sobre mi cama.

•••••

— ¿Nella?

escuché a alguien tocando mi puerta.

No respondí, estaba cansada, quería dormir.

— ¿Nella?

Está vez sentí que alguién me sacudía. Abri los ojos y  me encontré con la cara de Narcissa, mirándome con  cautela.

— Lamentó despertarte, pero hay alguién en la sala que te busca. Creo que es el muchacho del cual nos hablaste en la cena.— avisó Narcissa con una sonrisa.

— Oh, gracias por despertarme. Dile que me espere, bajaré en un momento.

Narcissa salió de la habitación.

Me frote los ojos y bostecé.

¿Enzo? ¿Qué estaba haciendo aquí? Bueno, lo descubriré en un rato. Desperté de la cama y camine hacia el baño. Dándome una ducha rápida, salí, me seque el cabello y decidí bajar, pero antes de abrir la puerta de la habitación, mire al espejo mi cuello, en el cual tenía marcas, con un hechizo rápido los tape y decidí bajar.

Enzo estaba sentando en una de las mesas del jardín, me acerqué a él, lo saludé con la mano y me senté.

— En cuanto recibí tu carta, decidí que debía visitarte. Ayer no pude, pero aquí estoy.

Eran las 11:00 a.m. ¿no podía venir más tarde?

— Pero... Enzo, son las 11:00 de la mañana, podías venir más tarde.- dije pasando mis dedos sobre los mechones de mi cabello, tratando de que este se viera mejor.

Aa Bueno... tengo cosas que hacer más tarde, por eso vine tan temprano.

— Oh, bueno, me alegro de verte.

Los elfos de inmediato trajeron jugo de calabaza, algunas tostadas, pan dulce, pancakes y más cosas.

— Oh, mira, desayunaremos juntos.

— Si, le he pedido amablemente a la señora Malfoy, que nos sirva el desayunó, para poder pasar el rato juntos — Enzo miro el reloj que le adornaba la muñeca—.A la 1:30 debo irme.

— Oh, claro, claro... entonces a desayunar.

Todo el desayuno la pasamos sin hablar, yo miraba constantemente a la entrada de la mansión, para poder ver si Draco bajaba o algo así.

— Nella... te he extrañado.

Me atraganté con el jugo de calabaza.

¿Solamente amigos? (Draco Malfoy) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora