Treinta

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Una mañana, el abogado finalmente decidió actuar y pistola en mandó aguardó que el granjero saliese de la escuela y se subiese a su camioneta.

Willy lo siguió de cerca y cuando llegaron al cruce que Mew cogía siempre en dirección a su propiedad, este dio un acelerón y se puso a su lado.

Rápidamente bajó la ventanilla y apuntó con el arma al granjero, el cual ya desconfiado, dio un volantazo y entonces el abogado perdió el control del coche y se le cayó el arma en la carretera.

—¡Maldito granjero!, ¡Ahora verás!—gritó Willy persiguiendolo para lograr echarlo de la carretera.

En su camioneta, Mew conducía a toda prisa en dirección a su granja y aunque bo le había visto la cara al tipo pues llevaba un pasamontañas, sabía perfectamente que quería eliminarle.

Casi llegando a su entrada, Willy consiguió alvanzarle y dio un volantazo muy brusco, el cual este no pudo esquivar y terminó empontrándose contra su muro.

El abogado rió fuerte pero enseguida se dio cuenta que el granjero se movía, entonces se maldijo por no tener otro arma.

A lo lejos, este vio que Off y Zee, los cuales habían escuchado el choque, corrían a socorrer a su jefe y amigo, por lo que desistió y salió a toda prisa de allí, antes de ser descubierto.

Unos kilómetros más adelante, vio su arma, así que detuvo el coche y tras bajarse la recogió.

—¡Maldita sea he fallado!, ¡Ese hijo de puta tiene mucha suerte!

Afortunadamente a Mew no le ocurrió nada grave, tan solo unos rasguños pero la camioneta y el muro si estaban destrozados.

—¿Quién era ese?, ¿Por qué hizo que te estrellases?—preguntó Zee.

—No estoy seguro pero cada vez estoy más convencido de que ese tipo, el tal Willy esta detrás de todo esto...juraría que era el mismo coche en el que lo vi la vez que vino buscando a Gulf.

—Joder, maldita sea...ese cabrón no parará hasta arruinarnos la vida—se lamentó Off.

(...)

El furioso abogado entró en su casa y rápidamente cogió una botella del armario y tras abrirla, se bebió un gran trago.

—¡Aaaaaawwww...!, ¡Odio a ese maldito mugriento!, ¡Maldita sea mi suerte!, ¡Lo tenía todo planeado y aun así se ha zafado!, ¡Lo he subestimado, es más listo y hábil de lo que creí!.

Poco a poco se bebió toda la botella y tambaleante se tiró en el sofá y comenzó a reír como un endemonado.

...—Ya sé, ya se lo que haré...sus hijos...si, sus hijos son su punto débil....me encargaré de hacer que nunca vuelva a levantar cabeza y odie tanto a Gulf que lo desprecie, entonces él volverá a mi.

Luego de eso, este se desmayó producto de la gran cantidad de alcohol que tenía en su organismo.

Había pasado una semana cuando aún con la angustia en el cuerpo, Gulf volvió a enseñar en la escuela pues tras el episodio vivido, dijeron a lis padres que estaba enfermo y no podría enseñar.

Realmente, fue que tanto Mew como los demás decidieron que no saldrían de la propiedad por si el hombre que había atacado al granjero se le ocurría volver pero nada ocurrió.

Lo cierto fue que Willy no había desistido, para nada, sino que ciando su lucidez se lo permitió, este volvió a pensar otra manera de hacer daño a Mew y que odiase a Gulf por lo que, siguió madurando la idea de los niños.

Este vio que los hijos de Mew nunca estaban solos pues tanto en la escuela, como en la granja, siempre estaban vigilados por adultos.

El plan era muy arriesgado pero no tendría más remedio que actuar en la escuela pues ademas del granjero, en la granja había demasiados hombres fuertes e imprevisibles.

Tan solo faltaba una semana para la nueva vista con el juez y este  ya no tenía tantas esperanzas de poder evitar, que la sentencia de divorcio se hiciese efectiva, por lo que el tiempo se agotaba.

Prefería arriesgarse pues si iba a terminar en la cárcel, el saber que ellos jamás volverían a estar juntos, le era mucho mejor, que vivir el resto de su vida sabiendo que Gulf estaba feliz de la vida con otro.

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8. La granja Suppasit -Mewgulf, Zaintsee y Offgun TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora