Mew Suppasit es un atractivo granjero bisexual, que hereda la granja de sus abuelos. En un principio se cree un hombre solitario pero todo cambia cuando conoce a Janis Star pues creyendo estar enamorado, se casan e incluso tienen hijos.
Tras perder...
La discusión entre Mew y Gulf tras llegar a casa prosiguió pues el moreno fue directo a la habitación común, con la firme intención de irse.
-Amor, escuchame...Lo siento, no debí decirte eso, perdónam...¿Qué estás haciendo con eso?—preguntó el mayor detrás de él, al verlo coger la ropa y echarla en la maleta.
—Me voy, no quiero causarte más desastres.
Mew lo agarró de un brazo para detenerle.
-Oye, olvidémonos, ¿Ok?, fue un simple descuido, yo sólo me enfurecí y dije cosas que no quería pero no quiero esto, no quiero que te vayas, te amo.
—¡No solo tú lo crees, todos lo pensáis!...¡solo tú y yo tenemos llaves de la escuela!... ¡Me confiaste ese lugar!, ¡yo era responsable y sé lo importante que es para ti¡, ¡maldita sea!, ¿Acaso no no entiendes lo mal que me siento por causarte problemas—gritó este saltándose y continuando con el equipaje.
—¡Suelta la maldita ropa joder!, ¡He dicho que no te irás!
Gulf resopló furioso.
—¡Te dijo que yo he cerrado bien esa puerta todos los días y no me crees!, ¿Por qué demonios me quedaría si ya no confías en mí?
—¡Todo esto comenzó cuand...
-¡Si dilo venga!—gritó de nuevo Gulf empujandolo una vez más—...¡Comenzó justo cuando llego yo! ¿eso quieres decir?, ¿crees que lo he hecho a propósito?, ¡Dilo!, ¿crees que lo dejé abierto para que pasase eso?,.... ¡venga sueltalo ya!, ¡lo estás deseando!.
Mew volvió a enfurecerse.
-¡Pues si!...¡creo que odias que recuerde a mi mujer y por eso no has tenido cuidado!—gritó aunque arrepintiéndose al instante al ver las lágrimas de Gulf correr por sus mejillas.
—¡Aaaah va-le!, ¡solo eso te doy!, ¡so-solo preocupaciones!, ¿Acaso no crees en mi amor?, ¡aah no claro, espera!, ¡También crees que fui yo quien incendió tu granero y maté a tus animales!, ¿verdad que s....
Mew vio que este nuevamente iba a desvanecerse y rápidamente lo agarró y lo ayudó a tumbarse en la cama.
-Lo siento, amor... yo no he quería decir eso...es solo que todo esto es mucho—dijo este asustado, tras ver a su novio al borde de la hipoglucemia de nuevo—...dejémoslo aquí, descansa, por favor.
—Es-Estoy bien, tan solo me he ma-mareado un poco.... Sé que todos lo pensáis y ahora ya no tenéis dudas... será me-mejor que me vaya...ya no hago nada aqu...
-Wow... wow... wow, de aquí no se va nadie, ¿Qué os pasa?, ¿Acaso no creéis que ya es suficiente?-preguntó Saint tras abrir la puerta de golpe.
—Si, lo siento tienes razón...Iré a ver a mis hijos—dijo el granjero saliendo de su habitación.
Poco después, este regresó alarmado.
-¿Dónde están mis hijos?-preguntó al castaño.
-Están en su habitación-contestó éste.
-No, he ido y no están... Tampoco en el baño.
-¿Qué?, ¿Cómo que no están?—preguntó Gulf alarmado.
El granjero fue corriendo con Zee y Off pero tampoco estaban allí, luego fue a la cocina y vio la puerta principal abierta
—¡Se han ido!...¡Mis hijos se han marchado de casa!
Todos menos el moreno, salieron corriendo y los buscaron por toda la granja y los alrededores, llamándolos a voces pero no los encontraron.
-¡Oh no, Dios!, ¡mis hijos no por favor!...¡no Dios, no!...¡ellos no!- repetía el granjero muy asustado.
-¿Pero qué está pasando?, ¿Qué demonios hemos hecho mal?, ¿Por qué tanta mala suerte?-preguntó Off con los brazos hacia el cielo.
-Deberíamos buscarlos en los coches... quizás han ido por la carretera—dijo entonces Gulf tras ellos y agarrado a la puerta.
-Chicos creo que puede tener razón, vayamos por la carretera-dijo entonces Zee subiéndose al coche con Saint.
-Si vayamos y luego hablaremos de esto.... Ahora busquemos a los niños-dijo el granjero subiendo a la camioneta tras girarse a mirar a su novio.
—Yo quiero ir—dijo Gulf abriendo la puerta y subiéndose también.
—Pero estás mal y pud...
—Estoy bien, arranca ya.
Off se quedó para volver a buscarlos por la granja pues podían estar escondidos y quizás saldrían en cualquier momento.
Mew condujo por la carretera de la derecha que iba al pueblo y Zee fue por la que llevaba a la zona de los invernaderos pues no sabían por cual podrían haberse ido los niños.
Tras veinte minutos peinando las carreteras y llamándolos por las ventanillas, finalmente el granjero y el maestro los encontraron llorando y sentados en unas piedras en la vereda.
Rápidamente se bajaron y sonrieron llenos de felicidad por haberlos encontrado sanos y salvos, mientras los niños rompían a llorar mucho más con el miedo a la reprimenda de su padre.
-Oh Dios mío hijos, menos mal... Nos habéis preocupado mucho... Pensé que no os volvería a ver....Nunca volváis a hacerme una cosa así, por favor, no volváis a iros de mi lado... no lo soportaría- dijo Mew besándolos y abrazándolos fuertemente.
-Lo sentimos papá pero no queremos que tú y papi discutais más por nuestra culpa-dijo el mayor de sus hijos.
-No es vuestra culpa cariños míos...Vosotros no habéis hecho nada malo.—dijo entonces Gulf abrazandose a los niños también— ...papá y yo somos unos tontos y a veces nos enfadamos pero nunca será por culpa vuestra ¿de acuerdo?.
El granjero miró a su novio y se dio cuenta de lo bien que él conocía a los niños y a decir verdad estaba muy implicado con ellos y con la familia.
Se sentía un auténtico idiota creyendo que él podría cometer un acto malvado contra ellos, dejado abierto a posta la puerta, cuando se veía a leguas que amaba a los niños y la escuela pues ser maestro era su vida y lo que más feliz le hacía.
Tras regresar a la granja, estos acostaron a los niños pues estaban rendidos de tanto caminar, luego volvieron a su habitación, donde Mew sujetó a Gulf de los hombros y tras mirarlo a los ojos con pesar, lo abrazó con fuerza.
-Lo siento cariño, perdóname, lo siento mucho... Estaba furioso conmigo mismo y dije cosas que no pensaba, te amo, perdóname-dijo besando la cabeza de este una y otra vez.
-No te preocupes, yo también he dicho cosas que no pensaba de verás... Tan solo me dejé llevar por el enfado, lo siento también... perdóname tú a mi, me moriría si algo os ocurre-dijo este abrazándose fuertemente al mayor.
Ambos se sonrieron y acto seguido se besaron.
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