Dieciséis

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Una mañana más, Gulf no se sentía débil, no se mareaba, ni tampoco tenía fiebre, así que se vistió y salió de la habitación para ir a la cocina junto a los demás.

No encontró a ninguno de ellos, miró el reloj y vio que eran las once de la mañana, entonces se sirvió un tazón de leche con unas gotas de café y se sentó a disfrutarlo tranquilamente.

Mientras lo hacía, recordaba todos esos días que había pasado allí, donde realmente se sentía como en casa y no sabía si el destino o la casualidad lo habían llevado hasta esa granja y de la que ya no quería irse nunca.

Realmente había sucedido todo muy rápido pero quizás era lo mejor pues el pensarse las cosas y perder el tiempo con banalidades y protocolos no eran cosas para las que estaba hecho Mew y seguro que ahora él tampoco.

Toda su vida se había pensado tres veces sus pasos antes de darlos y los había tenido que retroceder; con su familia, a la que mantenía al margen por no dañarla, en su matrimonio fallido con un maltratador y en su carrera de maestro, a la que no había podido dedicarse todo el tiempo como había querido, por pasarse el tiempo escapando de su ex, de lugar en lugar.

-Hey buenos días— escuchó tras él—...¿ya te has levantado?—Saint lo miró con su característica y hermosa sonrisa.

-Hola buenos días...si, la verdad es que me encuentro perfectamente... oye, ¿Y Mew?.

-Oh él se levantó muy temprano ésta mañana, ha cogido la camioneta y se ha ido al pueblo pero no ha dicho para que....Supongo que estará al caer.

-Ah ok, bueno, ¿quieres que te ayude con algo?, necesito entretenerme para no pensar-dijo levantándose y yendo al fregadero para lavar su tazón.

-A ver...a ver, ¿Qué es lo que te ocurre?, ¿Qué es esa cara tan larga?, deberías estar feliz—habló el castaño acercándose y sentándose junto a él—… Estás mucho mejor y mi amigo está loco por ti y sé que tú también lo estás por él... Todos te hemos cogido mucho cariño en los días que llevas con nosotros, ¿Qué es lo que te pasa?

El moreno suspiró.

-Tengo miedo—dijo tapando su cara con las manos.

-¿Miedo de qué?.

-De Willy, por supuesto...No quiero que os lastime por ayudarme.... Él tiene contactos y es muy violento... No quie-quiero que arruine vues-vuestra vida también-este rompió a llorar.

-Sssshhh ...oye calmate....Eso no va ha ocurrir...Mew y tampoco nosotros lo permitiremos...Eres parte importante de ésta familia y como tal te protegeremos, ¿lo entiendes?... No dejaremos que te lastime nunca más, ¿de acuerdo?.

Gulf asintió.

—Gra-Gracias.

Saint se levantó para abrazarlo pues el maestro le inspiraba mucha ternura pues era un ser muy frágil y a leguas se veía que había sufrido mucho en su vida pasada.

-Todos sois todos fa-fantásticos y yo también os co-considero de mi familia... Os lo a-agradezco pues con la mía no pu-puedo estar, por cu-culpa de él.

En ese momento, la puerta se abrió y el granjero entró muy sonriente pero su cara cambió al ver al moreno llorando.

-¿Qué ocurre?, ¿Por qué lloras?...-Preguntó muy angustiado corriendo hacia ellos— ...¿Estás bien?.

-No pasa nada-habló el castaño para que se tranquilizarse.

-¿Cómo qué no ocurre nada?, si he entrado y lo llorando, ¿qué quieres que piense?.

-Tranquilo, estoy bien—dijo entonces Gulf—... Solo soy yo, que soy un bobo y sigo dando vueltas a todo.

-«Todo» es tú ex, ¿verdad?.

-Si, ya te lo dije... me aterra que nos lastime o haga algo en contra tuya o de tu granja.

El mayor lo abrazó fuertemente y besó su cabeza.

-Eso no ocurrirá, tranquilo... Mi amigo Lukas Travis nos ayudará con eso.

Gulf entonces levantó su cabeza y lo miró sin entender.

-¿Quién es Lukas Travis y cómo va ha ayudarnos?.

Mew se sentó al lado del moreno, entonces cogió su mano y la acarició.

-Lukas es un amigo mío del pueblo y es abogado.... Le he contado tu caso y me ha dicho que ésta tarde vendrá para hablar contigo, él va ha ayudarte con el tema de ese tipo.

Gulf sonrió por un segundo pero rápidamente se puso serio de nuevo.

-Pero eso debe ser muy caro Mew, es un dinero que yo no tengo... Tan solo dispongo del suficiente para el alquiler de la escuela... Seguro que no alcanzará para sus honorarios y no puedo permitir que tú gastes tanto dinero en mi... Tu granja, el internado de tus hijos, los sueldos de los muchachos, ya son muchos gastos los que tú tienes, no puedo permitirlo-dijo negando con la cabeza.

-Pues llegas tarde, porque ya le pagué el primer cheque para que vaya adelantando papeleo, así que no acepto negativas-dijo el mayor sonriendo.

Gulf lo miró resignado y asintió.

-¿Por qué no has llegado antes a mi Mew Suppasit?, es imposible no amarte, eres el hombre más bueno y maravilloso del planeta.

-¡Wow! pues lo cierto es que aún no te he dicho lo mejor.

-¿El qué?, Oh Dios, ¿El qué?

Este rió al ver su cara de sorpresa del maestro, el cuál abrió los ojos al igual que su boca.

-Dentro de dos días nos vamos de viaje.

-¿De viaje?, ¿a dónde?.

-Iremos a buscar a mis hijos al internado... Ellos regresarán a casa con nosotros -dijo el granjero feliz.

-¡Oh Dios, eso es maravilloso!, estoy muy contento por ellos y por ti, debéis estar siempre juntos.

-No amor, tú también estás incluido, así que la frase correcta es "debemos estar siempre juntos".

-Oh vaya gracias por esa corrección, maestro Suppasit.

—De nada, mi precioso ángel.

Saint como buen espectador satisfecho y emocionado, aplaudió entusiasmado ante la escena y acto seguido salio de la cocina en busca de  su novio y de su amigo Off para contarles las nuevas y buenas noticias

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Saint como buen espectador satisfecho y emocionado, aplaudió entusiasmado ante la escena y acto seguido salio de la cocina en busca de  su novio y de su amigo Off para contarles las nuevas y buenas noticias.

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8. La granja Suppasit -Mewgulf, Zaintsee y Offgun TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora