Mew Suppasit es un atractivo granjero bisexual, que hereda la granja de sus abuelos. En un principio se cree un hombre solitario pero todo cambia cuando conoce a Janis Star pues creyendo estar enamorado, se casan e incluso tienen hijos.
Tras perder...
Un coche bastante lujoso aparcó delante de la entrada de la granja y un tipo de unos cincuenta años muy elegante se bajo de él.
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Este miró con cara de asco a todos lados y al parecer estaba bastante preocupado por sus zapatos, los cuales se limpiaba en las hierbajos cada dos por tres.
Finalmente caminó hacia el granjero, el cual lo miraba extrañado tras haber parado su faena en el huerto.
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—Buenas señor, ¿qué es lo que se le ha perdido a usted en mi granja?—le preguntó Mew ya molesto cuando este se le acercó pues seguro que venía preguntando por la escuela también.
—Hola, vengo buscando a Gulf Kanawut, ¿lo conoce verdad?, me dijeron en el pueblo que probablemente estaría aquí—dijo este mirándolo con altanería.
—¿Por qué lo busca?—preguntó el granjero pues el tono del forastero no le dio muy buena espina.
—Es un asunto privado de él y mío y a usted no le importa.
Mew soltó su azada y lo miró con el ceño fruncido pues ese tipo era un insolente y un maleducado.
—Hable de una vez, ¡maldita sea!, no tengo todo el día, ¿Él está aquí o no?.—gruñó molesto el hombre ante el silencio de este.
Al granjero le provocaba darle un puñetazo y largarlo a patadas de su propiedad pero no lo hizo, por lo que decidió mentir sobre Gulf pues el tipo que ni se había presentado, parecía muy desesperado por encontrarle.
—No, él estuvo aquí pero ya se fue...pero, ¿Puedo preguntarle su nombre?.
Este lo miró con desagrado mientras chasqueaba la lengua con fastidio, luego metió la mano en el bolsillo de su chaqueta y se sacó una tarjeta, entonces se la dio y se fue de nuevo hacía su coche, el cual encendió y a continuación se marchó.
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Willy McIntosh
Abogado criminalista.
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...—¿Que quería ese hombre?—preguntó Zee acercándose.
Mew le pasó la tarjeta.
—Buscaba al maestro—dijo siguiendo con la mirada a la carretera por donde se alejaba el coche.
Su amigo frunció el ceño y devolvió la tarjeta a este, quién la guardó en su bolsillo.
—¿Qué querrá un abogado criminalista de Gulf?—preguntó Zee muy extrañado.
—Creo que nada bueno—dijo el granjero pensativo—…algo me dice que problemas.
De repente su amigo lo miró fijamente.
—¿Crees que Gulf sea un criminal fugitivo?.
Mew lo miró y rió.
—Amigo, ¿tú has visto a ese muchacho?, es muy frágil y delicado, ¡ese no mataría ni a una mosca!.
Zee asintió.
—Si, ya pero entonces ¿por qué crees que lo busque?.
—Pues no sé pero lo cierto es que Gulf cuando llegó parecía muy desesperado por quedarse en este lugar y no quería volver a la ciudad—dijo el granjero muy desconfiado.
—¿Piensas que puede haber venido huyendo de ese tipo no es así?.
Este respiró profundamente.
—Creo que ese chico tiene algo que contarnos.... Acabo de mentir para protegerlo y creo que cuando ese tipo sepa que lo he hecho, regresará.
—Debes hablar con él y decirle que este tipo lo busca... No podremos protegerlo por mucho tiempo, además de que nos metemos en un lío, si a ese hombre se le da por traer a la policía.
—Lo sé amigo...lo sé.
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