Treinta y siete

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Luego de pasarse dos semanas de pruebas y charlas con un psiquiatra, además de intentar asimilar todo lo que anto su médico como Mew le decían y con el propio Gulf pidió el alta voluntaria.

A pesar de intentarlo hasta el cansancio, el granjero no pudo llevárselo con él a la granja pues el moreno no quiso pues se creía aún casado y enamorado de su ex esposo.

Mew no tuvo más remedio que llamar al testaferro que llevaba el testamento del fallecido, ya que insistía en ir a casa de Willy.

Al llegar allí, el golpe fue muy fuerte pues este no encontró a su esposo ni tampoco lo hizo al viajar a la cuidad de Parttaya de donde eran naturales y ver que tampoco su despacho estaba activo desde hacía dos años.

Todo fue muy dramático pues este comenzó a llorar y gritar cuando finalmente el testaferro de Willy le mostró su tumba por lo que este se desplomó y nuevamente fue ingresado.

Tras volver en sí, tuvieron que sedarlo, ya que decía no querer vivir sin su esposo, el cual llamaba a gritos, mientras daba manotazos a las enfermeras y los sanitarios encargados de llevárselo.

El psiquiatra decretó recluirlo en una clínica psiquiátrica y cuando este se volvió a despertar, no entendía que demonios estaba pasándole, ya que se encontró tumbado en una habitación distinta y donde las enfermeras no eran las mismas, al igual que sus uniformes.

El maestro se atormentaba porque no podía recordar nada del dichoso accidente de coche, que todos le habían dicho que había tenido, si esposo no aparecía por ningún lado y para colmo estaba el granjero, el cual lo miraba con ternura y asombro cada vez que se le acercaba, intentando hablarle y como siempre él había acabado rechazando.

Este se repetía una y otra vez que no podía aceptar estar con él pues no lo conocía y además estaba el hecho de que era un hombre casado pues su mente había sufrido tal shock que había anulado el recuerdo de haber visto la tumba de Willy.

Mew estaba muy asustado pues le habían dicho que su novio estaba en camino de perder la razón y podía ser irreversible.

Cada vez que el psiquiatra de la clínica intentaba ayudar, este solo preguntaba por su marido, ya no le quedó duda de que era muy evidente y profunda la la dependencia emocional de este.

Luego de una semana allí dentro, el médico le dijo que no podía tener visitas hasta que pasase un tiempo de adaptación pero la verdad era que habían optado por ocultarle la verdad, ya que cada vez que le llevaban la contraria, Gulf se ponía muy mal de los nervios y le subía el azúcar teniéndolo que sedar.

Con el pasar de los días, este comenzó a intuír que ese médico y los enfermeros le ocultaban algo pero le aterraba lo que podían decirle, por eso prefirió no insistir más.

Una tarde, finalmente tras tres semanas, el director del centro acompañado de un especialista entró en la habitación de este.

-Gulf, éste es James Travis y es uno de mis colegas... Él es especialista en traumas tras los accidentes y quiere hablar contigo... No te preocupes tan solo charlareis un rato, por lo que si no te sientes cómodo lo dejaremos por el momento, ¿no te molesta verdad?.

Este se encogió de hombros, aunque le parecía bien hablar con alguien más y descubrir que le ocurría para así poder irme a casa cuanto antes.

Tras irse el director, Travis se acercó a la cama.

—Hola, bueno...así que quieres irte a casa, cuéntame ¿cómo es?.

El moreno suspiró con pesar.

—En realidad es la casa de mi esposo, yo no tengo...mis padres viven muy lejos y de alquiler, luego conocí a Mild pero me metió en un lío, así es como conocí a Willy.

—Háblame de él.

—Oh pues el es un famoso abogado y es mayor que yo pero no me importa pirque es maravilloso y me ama con locura.

El psiquiatra que conocía toda la historia asintió con pesar.

-Pareces muy feliz con él.

El moreno sonrió.

—Oh sí, lo soy pero ahora estoy aquí encerrado y él no puede venir a verme y tengo miedo.

—¿Por qué tienes miedo?

—No sé, supongo que temo que le hayan hecho algo.

—¿Quién?, ¿Quién le haría daño?

Gulf lo miró con horror.

—Ese hombre del hospital...ese tal Mew Suppasit...el dice que soy suyo y que Willy no...no...

De repente ya no pudo seguir hablando pues este tuvo otra crisis y volvió a ponerse muy mal, por lo que Travis dio por finalizada esa primera toma de contacto.

Luego de un tiempo, Gulf comenzó a tener sueños, los cuales eran recuerdos, aunque él no lo aceptaba.

....-¿Has soñado algo esta noche?

—Si, he tenido un sueño muy raro... he soñado con animales y con una granja...emm... no sé... Yo nunca he estado en un sitio así...siempre he vivido en la ciudad, ¿Cree qué signifique algo?....

Tras salir de la habitación, ese día Travis sonriendo llamó a Mew para contarle las noticias.

-Señor Suppasit, su novio parece estar teniendo progresos... Él cree que son sueños con su vida en común pero creo que en realidad, eso es muy esperanzador.... Esperemos que pronto pueda tener a su novio de vuelta en casa.

Mew se quedó contento, ya que después de mucho tiempo de espera e intentar no perder el norte de su vida, por fin había un hilo de esperanza de volver a recuperar a Gulf de nuevo.

La familia deseaba que se acabase ya la angustia y tener que ver las caritas de dolor de los niños cada vez que les decían que el moreno aún no los recordaba y por eso no podían ir a visitarlo.

Tharn contaba ya con casi nueve años, May ocho y Type siete y estaban deseosos de ver a su padre feliz con Gulf y vivían con agonía pues temían que en cualquier momento, su padre volviese a mandarlos lejos, como había hecho al perder a su madre.

......

😭😭😭😭

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8. La granja Suppasit -Mewgulf, Zaintsee y Offgun TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora