Treinta y cinco

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La vida seguía y todos tuvieron que adaptarse a la situación y mientras Zee, Off y Saint volvieron a tener todo el peso de la granja sobre sus hombros pues Mew seguía pasando las horas del día, de aquí para allá en la carretera para ver a su amado, Gun y los niños comenzaron con las clases.

Por otra parte, Gun se adaptó muy bien con los niños y también con los mayores pues a parte de que su relación era de empleado y jefe pues les pagaban un sueldo, poco a poco Off se convirtió en algo más.

Sonrisa tras sonrisa y mirada tras mirada, de repente un día el empleado de la granja se armó de valor y tras recoger a los hijos de Mew a la salida de la escuela y subirlos a la camioneta como siempre hacia, le pidió una cita al maestro.

Sonrisa tras sonrisa y mirada tras mirada, de repente un día el empleado de la granja se armó de valor y tras recoger a los hijos de Mew a la salida de la escuela y subirlos a la camioneta como siempre hacia, le pidió una cita al maestro

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Tuvieron esa primera cita, aunque les resultó rara pues los dos estaban muy nerviosos, ya que se gustaban mucho y eran muy tímidos.

De regreso a casa todo fue mejor pues tras el primer beso, todo lo demás les vino rodado y en poco tiempo se dieron cuenta que estaban totalmente enamorados el uno del otro.

Tras varias noches de salidas, al fin lo confirmaron y empezaron una relación formal, por lo que el maestro muchas veces se quedaba a comer o incluso a dormir en la granja pues le encantaba ese lugar y la familia

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Tras varias noches de salidas, al fin lo confirmaron y empezaron una relación formal, por lo que el maestro muchas veces se quedaba a comer o incluso a dormir en la granja pues le encantaba ese lugar y la familia.

Por su parte, el granjero se alegró un montón por su amigo pero en algunos momentos sintió nostálgica de lo vivido con Gulf pues ver la felicidad de sus amigos, era duro.

Todo lo que iba sucediendo, este se lo contaba al día siguiente a su novio, este hablaba y hablaba mientras le cogía la mano, le besaba o lo acariciaba, siempre con la esperanza de que en algún momento abriese los ojos y le sonriese.

Por sorpresa, un día un abogado apareció en el hospital y este le dijo que toda la fortuna de McIntosh estaba rentabilizando desde el momento en el que este había muerto y contra todo pronóstico, en su testamento había puesto todo en manos del moreno.

El granjero quiso negarse a que pasase a manos de este pues estaba seguro de que su novio lo rechazaría si estuviese consciente pero el abogado insistió y arregló todo para que la cuenta del hospital fuese pagada con esa herencia.

Los médicos le daban cada vez menos esperanzas de que no hubiese secuelas pues con el pasar de las semanas había más riesgo de que no se recuperarse o se quedase en ese estado para siempre.

El otoño pasó, luego lo hizo el invierno y de nuevo se dio una nueva primavera pero el granjero no perdía las esperanzas de que un día el moreno volviera a ser lo que era.

Los especialistas ya apenas tenían esperanzas de que el cuerpo o la mente de Gulf quedase igual que antes del accidente pues en multitud de ocasiones, lo habían visto en otros pacientes y así se lo habían explicado a Mew

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Los especialistas ya apenas tenían esperanzas de que el cuerpo o la mente de Gulf quedase igual que antes del accidente pues en multitud de ocasiones, lo habían visto en otros pacientes y así se lo habían explicado a Mew.

Finalmente se cumplió un año y ya su esperanza no fue tanta y al paso dos aún lo fue mucho menos.

Entretanto, la granja empezó a dar problemas y Mew ya no pudo estar tanto en el hospital como quiera, aunque los médicos lo mantenían siempre informado, aunque no hubiera cambios.

Un inesperado día, de repente Gulf abrió los ojos y entonces los médicos llamaron del hospital y aunque se alegró muchísimo al igual que el resto de la familia, no todo fueron buenas noticias.

El granjero acudió rápidamente al hospital junto con Zee y Saint, ya que Off y el maestro se habían quedado a cargo de los niños y de la granja.

Muy angustiados llegaron a la habitación del moreno pero el granjero decidió entrar solo pues no sabía la reacción de este al verlos, ya que los médico le había aconsejado paciencia.

Al parecer, las piernas de Gulf estaban paralizadas, aunque no había lesión en la columna y todo indicaba que era producto del coma, por lo que tenía programadas varias pruebas y seguro sería reversible, aunque esa no era la única secuela.

Gulf estaba sentado con la cama incorporada mirando a la ventana y al escuchar la puerta sonrió pero al ver a Mew frunció el ceño y su sonrisa desapareció.

-Perdona, ¿Buscas a alguien?...creo que se ha equivocado señor-...aquí estoy yo solo, bueno de momento, pronto vendrá mi marido... el médico me dijo que no tardaría.

El granjero entonces se quedó parado al escucharlo.

-¿Marido?.

-Si, mi marido...quizás lo conozcas....él es un abogado muy famoso, se llama Willy McIntosh.

él es un abogado muy famoso, se llama Willy McIntosh

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Estamos en la reta final de la historia, no olvidéis votar y comentar.

8. La granja Suppasit -Mewgulf, Zaintsee y Offgun TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora