—Si necesita cualquier cosa, no dude en decirlo. Tendrá a varios agentes a su disposición —me explica una mujer en la comisaría y asiento repetidas veces.
Necesito hacer esto. Lo necesito de verdad.
—Estoy lista.
Camino hasta el interior de una sala. Es pequeña y hay un par de policías dentro, al lado de Carla. Ella me mira con tristeza. Parece que quiere levantarse, pero se da cuenta de que no puede hacerlo cuando un policía la vuelve a sentar de golpe.
—Gracias por venir, Pamela. De verdad, yo...
—Date prisa, sólo tengo unos minutos —la interrumpo bruscamente y me siento a un metro de ella.
—Sí, perdona —se coloca el pelo y baja la mirada a sus piernas—. Hace unos meses, Tomas comenzó a ser más distante conmigo. No entendía por qué. Todo nos iba bien; teníamos dos hijos maravillosos, estabilidad económica...
Me hierve la sangre al oírla.
—¡No te atrevas a decir que Arán era maravilloso cuando tú misma le mataste! Eres una asesina, un monstruo —grito furiosa.
Sus ojos se cristalizan y su labio inferior comienza a temblar. Ojalá le duela. Arán no se merecía esto.
—Necesitamos que deje a la reclusa hablar —interviene un policía y frunzo el ceño.
O me tranquilizo o toda la comisaría arderá, lo estoy viendo venir.
—Un día lo pillé hablando contigo.
—¿Conmigo? —pregunto confundida.
—Sí, pero tú no sabías que era él. Tomas se hacía pasar por un tal @dark_person —cuenta y dejo caer mis hombros.
No me cabe en la cabeza que dos personas tan buenas tengan unos padres tan horribles.
—¿Lo sabías y no hiciste nada? ¿No se te ocurrió decírmelo?
—Pamela, lo siento. He cometido tantos errores por amor... Tomas y yo comenzamos a pelear más a menudo. A mí no me gustaba esta situación de espionaje, pero él se enfadaba mucho conmigo si yo le decía algo...
—¿Alguna vez le ha llegado a hacer daño físico? —pregunta uno de los agentes.
Carla se muerde el labio mientras mira la pared. Sé que quiere llorar.
—Sí...
—Me parece repugnante que tú y Tomas sigáis vivos. Vosotros tendríais que haber muerto, no Arán —espeto fuera de mí.
Estoy demasiado furiosa.
—Escúchame, Pamela.
—¡Me he cansado de oír excusas! —me pongo de pie y un agente se acerca a mí, pero me aparto—. ¡Quiero justicia por Arán! No descansaré hasta que Tomas y tú estéis bajo tierra.
—Señorita García, debe relajarse o tendrá que irse —me amenazan y yo miro a Carla con aso.
—¡Tomas me obligó! —grita ahora ella y me esfuerzo por no pegarle un puñetazo.
—Adiós, Carla —me despido y comienzo a caminar hacia la salida.
—¡Me dijo que o mataba a uno de mis hijos o él mataría a los dos! —grita rápidamente y freno en seco.
—¿Qué?
—Yo... No quería que mis hijos murieran, de verdad... —confiesa y comienza a llorar—. Si podía hacer que al menos uno de ellos sobreviviera, tenía que hacerlo... Lo siento tanto...
—Se ha agotado el tiempo —interrumpe un agente y se llevan entre los dos a Carla a rastras.
—¡Perdóname! ¡Sólo quería que al menos uno viviera! —grita por última vez antes de que se alejen por el pasillo.
Me quedo sola en la sala con una sensación de vacío indescriptible. Odio a Carla, Tomas, Leo... Los odio a todos.
Juro que me vengaré de todos aquellos implicados en la muerte de Arán. No descansaré hasta que todos hayan recibido su merecido.
***
Perdonad el retraso al subir el capítulo, he tenido una semana caótica. Espero que os guste :)
-Natalia González.
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Mi obsesión (COMPLETA)
Teen FictionPamela es una adolescente que tras la pérdida de su madre, comienza a tener ataques de ansiedad y a subir de peso. Como consecuencia, todo el mundo se burla de ella para intentar hundirla más, hasta que sin esperarlo, alguien que se hace llamar @dar...