3: Dark

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Me he pasado toda la mañana haciéndome fotos, pero me he puesto a llorar porque ninguna me gustaba. Soy demasiado fea.

Al final, gracias a una aplicación, he podido ponerle varios filtros a las fotos para quitar mis imperfecciones y ahora las veo mejor. Después de un gran debate interno, decido publicarla en mis redes sociales.

Después, cojo mi portátil y me pongo a leer. Mi padre no cobra mucho así que no puedo permitirme comprar libros físicos. Mientras leo, me llega una notificación y frunzo el ceño. La verdad es que nadie me escribe, nadie me llama, nadie se acerca a mí.

Soy un bicho raro. La chica gorda de clase a la que todos disfrutan ofendiendola. Suspiro y miro la notificación; es un comentario de una chica sobre mi foto.

"¿Cómo es posible que ni un filtro te arregle la cara? Ah, ya, es que no hacen milagros. ¡Gorda, fea!". Al ver el comentario, mis ojos se humedecen. Haga lo que haga, todo el mundo ve lo gorda que soy. ¿Por qué nadie ve más allá de mi cuerpo?

Comienzo a notar un leve dolor en mi pecho y me llevo la mano a dicha parte. Sé que estoy teniendo un ataque de ansiedad porque cada vez son más frecuentes. Noto una opresión en el pecho que impide que el aire llegue a mis pulmones.

Miro por toda la habitación hasta que veo una foto de mi madre. Me centro en la foto para olvidarme del resto. La foto es en el salón y estoy junto con mi madre con una gran sonrisa. Yo sostengo en mis manos el jersey hecho a mano que me regaló por navidad. La echo tanto de menos...

Flashback:

—Mamá, me gusta mucho —confesé y ella me miró triste.

—Hija, no tienes que fingir. Sé que te habría gustado más algo comprado —comentó y fruncí el ceño.

—Eso no es verdad, mamá. Cualquier cosa que tú me regales, me encantará. Prefiero algo que hayas hecho con cariño a algo comprado que tarde o temprano echaré a perder —aseguré y sus ojos se cristalizaron.

—Prométeme que siempre valorarás el esfuerzo de las personas.

—Te lo prometo, siempre lo haré. Tú me has enseñado a hacerlo y siempre podrás guiarme por el buen camino.

—Sabes que tarde o temprano me iré y tendrás que aprender tú sola a guiarte —dijo y sentí un nudo en la garganta.

—No, mamá, no es cierto. Jamás te irás de mi lado —reproché y ella me abrazó fuerte.

—Te amo, Pam —me susurró.

—También te amo, mamá.

Fin del flashback.

Daría cualquier cosa por volver a escucharla hablar, volver a sentir sus cálidos abrazos, volver a escuchar como me regaña por no haber fregado los platos...

Sin darme cuenta, pensar en mi madre ha aliviado mi ataque de ansiedad y por fin puedo volver a respirar con normalidad. Me limpio las lágrimas y me doy cuenta de que tengo otro comentario. No reconozco el nombre de usuario, es de @dark_person. Su comentario me deja anonadada. "No vuelvas a hablar así de Pamela. Sería una lástima que todo el mundo supiera que eres puro plástico, ¿no?"

Es la primera vez que alguien me defiende y joder, se siente realmente bien. Inmediatamente vienen malos comentarios a mi mente.

"Pamela, te ha defendido por pena" "Seguro que ha sido una apuesta"

Decido borrar la foto y hacerme bola en la cama. Sin poder evitarlo, me pongo a llorar. No soporto que todo el mundo se meta con mi físico para recalcarme cosas obvias. Sí, ya sé que tengo estrías. Sí, ya sé que mi peso no es el habitual para una chica de 16 años. Joder, ¡ya sé que soy gorda! No hace falta que me lo repitan entre burlas cada vez que tienen una oportunidad.

Sin esperarlo, me llega una notificación. No puede ser de la foto porque ya la he borrado. Es un mensaje privado de @dark_person. ¿Quién es y por qué me vuelve a hablar? Pensé que tendría suficiente con el comentario en la foto.

Mi obsesión (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora