VI. ¿Y si me enamoro?

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Todavía frotando la zona enrojecida por el golpe, Cristián releyó el mensaje.

Mar: Pues déjame decirte que esta cara es hermosa. ¿Por qué no querrías tenerla frente a ti?

Por supuesto que era hermosa. O, al menos, sus ojos lo eran. Justo acababa de cambiar su foto de perfil recientemente y había un nuevo color de sombras, pero seguían siendo hermosos.

El problema no era que no la creyera hermosa. O que no lo fuera... Dicen que lo que más atrae a un hombre es su confianza y seguridad; así que el hecho de que Mar se considerara hermosa, ya la hacía serlo. Porque no era una mujer que necesitara que se lo dijeran, en ningún momento le había preguntado si la consideraba guapa o qué tipo de mujeres le gustaban. Ella no buscaba llenar sus expectativas y eso era algo que a Cristián le gustaba. No es agradable tener a alguien preguntando si es bonita o diciendo que es "Fea" sólo para que le digan lo contrario. Eso dicen...

Pero seguía sin estar listo para salir y verse en persona; quizá sería ella quien se llevaría una decepción. Así que ignoró la indirecta y mejor le regresó la pregunta.

Cristián: ¿Y a ti qué te trajo aquí?

La respuesta de Mar tardó quizá sólo un minuto y dejó de ser una indirecta completamente.

Mar: Lo que todos, supongo. Conocer gente nueva. Voy a ser honesto, no creo que nadie encuentre el amor de verdad aquí. Aunque no dudo que pueda suceder... quién sabe. Pero salir con personas nuevas no hace daño a nadie. En realidad no he hablado más que contigo, pero realmente me gustaría hacerlo.

Y la palabra "Hacerlo" lo llevó inmediatamente a pensar en el hecho de que la mayoría sólo buscaba sexo en estas aplicaciones. Ni siquiera citas; sexo. No había pensado que Mar fuera así...

Mar: Salir contigo, quiero decir. Me gustaría conocerte.

Dejó escapar el aire que no había notado retener. Y el alivio fluyó por todo su ser. Muy bien, no hablaba de sexo, sólo quería salir.

Pero él seguía sin estar listo.

Para su gran fortuna por primera vez en su vida su hermana fue de ayuda cuando llamó.

Natasha sonaba al borde de la locura con sus gritos emocionados que casi lo dejan sordo, no hubo un "Hola", ella fue directamente a:
—¡Crisss! Dios, Cris, no vas a creerlo. ¡No.Vas.A.Creerlo!

Cristián hizo una mueca por ese "Cris". No le gustaba. Al menos no viniendo de su hermana. Mar lo había llamado así una vez, cuando le aconsejó escribir de libros si es lo que quería hacer y le dijo que sus lectores lo amarían porque se notaría que es lo que a él le gustaba. Y en aquel momento, junto con sus demás palabras, había sido hermoso...

No se dio cuenta que había estado sonriendo hasta que escuchó de nuevo los gritos de su hermana:
—¡Cristián! ¡No me estás escuchando!

Mordió su labio inferior para detener la sonrisa. —Perdón, Nat. ¿Qué es lo que no voy a poder creer?

—¡Ya tengo maquillista! Y es fabuloso, Cris. ¡Tienes que conocerlo y ver su trabajo! Cristián, es como un Dios del maquillaje. Te estoy mandando ya las fotos de algunos de sus looks más impresionantes... En un par de días vendrá a verme para evaluar mi rostro, hacer pruebas y esas cosas. ¿Quieres venir?

Cristián hizo una mueca. Por tantas razones.

La primera y más importante: ¿Fabuloso? ¿Conocerlo? ¿Dios? ¿Por qué hablaba en masculino de su maquillista? ¿Era hombre? ¿Qué hombre se maquilla?

Y por supuesto que él no quería estar presente en una prueba de maquillaje. Una de pasteles, quizá, pero ¿por qué querría estar mientras hacen pruebas para maquillar a su hermana? No, gracias.

Pero no iba a decirle eso a Natasha, por supuesto. —Veré si tengo libre el día y te aviso...

—¡Genial! —ella lo interrumpió, como siempre—. Revisa las fotos, por favor. Quiero tu opinión. Necesito el mejor para mi boda.

Ni siquiera esperó respuesta. Simplemente le colgó. Ninguna novedad.

Sin interés alguno, se dirigió al chat de su hermana. Las fotos estaban sin descargar. Después de pertenecer a varios grupos donde enviaban cientos de archivos que no le interesaban cada día, dejó de tener activada la descarga automática. Así que ahora descargaba sólo lo que necesitaba o quería ver. Y a este chico que se maquillaba obviamente no lo quería ver, pero bueno...

Iba a darle clic a la primera imagen para descargarla, cuando dos mensajes llegaron a la vez.

Jefe: ¿Cristián, ya tienes tu tema? Aunque es para fin de mes el artículo, necesito saber que estás de verdad comprometido con esto y trabajando en ello. De lo contrario, tendré que elegir a alguien más.

¡No!

Maldita sea. Aunque leer la opinión de Mar el otro día ayudó, no se sentía bien con ninguno de sus libros favoritos. Ninguno parecía lo suficientemente bueno para su primer artículo importante.

Y el segundo mensaje lo hizo sentir todavía peor:

Mar: Voy a tomar eso como un "No". Y como yo no soy otra cosa sino directo, me atrevo a preguntar por qué. ¿Por qué no quieres salir conmigo, Cristián?

Y tan preocupado estaba y tan distraído era que no notó el "honesto" de mensajes anteriores ni el "directo" de este último.

¿Cuántas veces más el autocorrector sería una buena excusa?

Pero, ¡afortunadamente!, aunque lo hizo entrar en pánico, también le dio una idea.

Contestó sólo a su jefe.

Cristián: Ya tengo tema, no tiene que preocuparse. "¿Qué tan importante es el aspecto físico en una relación?".

Y es que Mar parecía una persona muy agradable. Le encantaba hablar con ella. Lo hacía reír con sus mensajes atrevidos y tan llenos de seguridad. Le levantaban el ánimo las opiniones que tenía sobre él, lo hacían sentirse mejor con él mismo. Y, tenía que confesar, que un par de veces hubo mariposas en su estómago cuando ella le preguntó un poco más sobre sus libros. Y es que cualquier lector quiere que su pareja no se canse de escucharlo hablar de eso...

Pero no se sentía listo todavía para salir con ella.  Estaba bien, al menos por el momento, sólo con conocerse a través de textos. Ya le empezaba a gustar, no podía negarlo. Y era tan ridículo que quizá hasta podía surgirle un enamoramiento por alguien que no conocía físicamente. Y de ahí surgió su pregunta, la que le dio la idea para el artículo:

¿Uno se puede enamorar de alguien sin importar el físico, dejando de lado la atracción física? ¿O es completamente imposible? ¿Es realmente necesario sentirte atraído por esa persona para poder enamorarte?

Ugh. Qué complicado es el amor.







* ~ * ~ *

Hace tiempo que me vengo haciendo esa pregunta. ¿Qué piensan ustedes? Si hay clic con una persona en muchos aspectos, te hace feliz, todo fluye súper bien, pero físicamente no te atrae... ¿Es posible enamorarse de ella o no?

Hay un gay en líneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora