XV. La veinte preguntas (2a parte)

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NOTA: Este capítulo es muy largo, pero no quise dividirlo. Denle amor para no arrepentirme, dejen bonitos comentarios 🥺

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Mar: ¿Sería extraño que sea yo de nosotros dos el que sí crea en el destino? No sé. Es que mira, creo que es cierto que nuestras acciones provocan ciertas circunstancias y nos llevan a donde estamos; coincido contigo en ese sentido. Pero también creo que hay cosas destinadas a suceder porque una sola decisión nuestra lo cambiaría todo. Todo. Absolutamente todo. Tú y yo no estaríamos aquí si hubiéramos incluso presionado un botón diferente. Yo nunca he sido de usar este tipo de aplicaciones y creo que tú tampoco. Sasha me insistió durante mucho tiempo y yo sólo me reía. Y luego un día me animé, recibí mensajes estúpidos durante dos días y estaba a punto de borrar mi perfil, me dije "Sólo un día más, quizá sólo te has topado con las personas equivocadas, dale la oportunidad a las correctas de aparecer" y entonces tú dijiste “Hola”. No sé tú, pero yo diría que esto fue destino.

Cristián: Quizá tienes razón. Yo también lo pensé mucho antes de hacer mi perfil aquí y también estaba por eliminarlo cuando por fin me apareciste tú.

Mar: Qué afortunados somos entonces. Eso o fue el destino, mi querido Cris 😉

Marcos pensó de nuevo en si realmente Cristián era el hermano de Natasha. Estaba casi seguro que sí y en realidad bastaría con preguntarle a ella el nombre o pedirle una foto con cualquier pretexto. Pero no quería hacerlo; se sentía como entrometiéndose en la vida personal de Cristián.  Y si él no quería decírselo ahora, esperaría. Sólo esperaba que no se molestara cuando se enterara que él ya sabía.

Mar: Siguiente pregunta. ¿Podrías perdonar una mentira? Y no me refiero a un gran engaño, sino a esas ocasiones en que omitimos una parte de la verdad. Verdades que si bien son importantes, creemos que no hace daño conservarlas para nosotros mismos un poco más.

Y por supuesto que sí, Cristián se demoró en su respuesta. Ya no debería sorprenderlo. Este hombre era así, siempre haciéndola de emoción.

* * * * *

Lo primero que vino a su mente fue un rotundo "NO". Por supuesto que no perdonaría un engaño.

Pero después lo pensó y toda su vida se había sentido como una mentira. Una tras otra.

Nunca, hasta este momento, había sentido nada por una chica.

No tenía cita para la boda de su hermana y había dicho que sí.

Constantemente se inventaba intereses femeninos para que Johnny lo dejara en paz.

Nadie sabía que se había creado un perfil en una aplicación de citas.

Y definitivamente no que todas sus primeras opciones fueron chicos.

Y, por último y lo que nadie nunca debía saber y que él mismo quería olvidar, que el "Dios" del maquillaje le hizo sentir algo –en un aspecto puramente físico– cuando chocaron.

Y al final de cuentas el físico no importa. Es algo que venía cuestionándose desde hace tiempo. No importa que haya sentido algo...quizá fueron sólo los nervios por haber estado a punto de conocer a un hombre que se maquilla o la pena por haber chocado con él.

Y de cualquier manera no importaba porque nunca volvería a verlo. Y fue algo fugaz. Algo que no se comparaba a lo que Mar, sin haberlo tocado ni una sola vez, le hacía sentir cada día. Quizá, por primera vez en su vida, le gustaba una chica.

Hay un gay en líneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora