XXVI. Locuras ¿de amor?

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Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti.
(Jane Austen)



Marcos sí se había tomado varias fotos y subido a Instagram.

Tres horas después. Tras ducharse, desayunar, probar varios maquillajes que ya hacía tiempo tenía ganas de intentar. Y, claro, después de seleccionar cinco de un grupo de casi cien y probar algunos filtros no tan exagerados.

El resultado fue perfecto y los comentarios de sus seguidores lo tenían sonriendo.

“¡Mar, estás vivo!”

“Nos tenías preocupados, no nos vuelvas a dejar. Te amamos 🥺”

“¡Ese maquillaje se te ve perfecto! Ojalá tuviera el valor, pero mi familia dice que eso es para mujeres 😔”

Pensabamos que estabas enfermo. ¡No vuelvas a desaparecer!”

“Algunos decían que estabas en depresión porque el nuevo novio te dejó, pero eso era una tontería. ¿Quién en su sano juicio dejaría a un hombre como tú? 😍”

“¡Exijo el tutorial de maquillaje!”

“¿Todavía tendremos el reto de novios? No hate, sólo es curiosidad”

Marcos fue respondiendo los comentarios:

Al primero le puso que “Vivito y coleando 😉”.

Al segundo que él los amaba más.

Para el tercero pensó hacer un video porque le parecía importante que la gente entendiera que el maquillaje no tiene género. Dios, ¡entiendan que habrá mujeres a las que no les guste y hombres a los que sí! ¡Y ninguno de los dos está mal! El maquillaje es para quien quiera usarlo y cómo quiera usarlo. Punto. Porque también hay quien sólo vive para criticar a los demás: que si es mucho, que si es poco, que si no te sabes maquillar bien...

Al cuarto le prometió ya no desaparecer y al quinto le contestó con una pregunta: “¿Un tonto?”. Aunque después aclaró que era broma, en realidad nadie está obligado a estar con nadie sólo porque la mayoría lo considere un buen partido. Aquí se trata de decisiones y gustos individuales y el rechazo es algo normal y que nos va a suceder varias veces en la vida. Lo importante es no darle tantas vueltas y seguir adelante.

A la siguiente persona le prometió que más tarde, ya que de hecho sí había grabado un tutorial mientras se maquillada. Y había varias escenas graciosas porque no era fácil hacerlo todo él solo.

El último lo hizo dudar, pero al final negó y sonrió mientras escribía “¿Cuándo les he fallado? Más pronto de lo que creen lo tendrán 👬”.

¿Y por qué no? No tener novio –o que Cristián se hubiera vuelto loco al saber que era hombre– no le impedía hacer el reto. Podía pedirle el favor a alguien o incluso hacer una buena colaboración.

Estaba por cerrar la aplicación cuando dos cosas sucedieron:

La primera fue un comentario de Sasha: “Espero respuestas”. Y sí, le dio un poco de miedo imaginarla ya de camino a su casa.

Y lo segundo fue un corazón en uno de sus comentarios, con el usuario de un tal Cristián Cox. Y no, no podía ser. Tenía que ser una casualidad, ¿cierto?

Resultó que no. No era casualidad. Cuando dio clic en el usuario, aparecieron sólo unas cuantas fotos, la mayoría de libros o paisajes, pero había una que definitivamente era de su Cristián.

Hay un gay en líneaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora