—¿Me piensas ayudar o qué? —Sasha preguntó. Aunque no estaba de molesta, de hecho había una sonrisa molesta en ella.
Marcos frunció el ceño y empezó a ayudarla a guardar las cosas. Esperaba que nada se hubiera roto. Y esa debería ser su principal preocupación, pero la verdad era que lo único que no salía de su cabeza era el chico con el que chocó. ¿De verdad era Cristián o ya estaba obsesionado?
—Oye, ese chico... —Sasha empezaba a decir cuando la chica de las fotos apareció en la puerta.
Los miró, entre sorprendida y molesta. Hizo una mueca. —Lo voy a matar —fue lo único que dijo, antes de agacharse para empezar a ayudarles.
Marcos la miró. Su cabello era largo, un tono entre castaño claro y rubio oscuro. No era negro como el de Cristián; aunque podría estar usando tinte. Su piel no era tan pálida como la de él tampoco. Aunque sus ojos definitivamente eran del mismo azul... ¿Sería posible?
—¿Mar, vienes? —Sasha preguntó y sólo entonces él se dio cuenta que era el único que seguía agachado. Ellas ya habían guardado todo y estaban de pie frente a él, mirándolo como si fuera un bicho raro.
Él se aclaró la garganta, sacudió suciedad que no sabía si realmente estaba en su ropa y se puso de pie. —Claro. Eres Natasha, ¿cierto?
La chica de las fotos sonrió y parecía que se estaba conteniendo para no saltar o gritar. Asintió varias veces. Y Marcos realmente no podía evitar que le cayera bien, fuera hermana de Cristián o no.
—¡Dime Nat! —la chica finalmente dijo—. Vamos, pasa. Y muchas gracias por aceptar este trabajo. No sabes lo feliz que me haces. Realmente quiero lo mejor para este día.Marcos sonrió. —¿Tienes ya alguna idea?
Ella asintió de nuevo. —Me gusta este —ella le mostró una foto. Las sombras eran doradas con difuminado café, lo que iría perfectamente con sus ojos azules; además de un delineado negro. Era bonito—. Pero supongo que tú sabes más que yo, Mar. ¿Puedo llamarte así?
Marcos sonrió de nuevo. Muchas personas creían que se hacía llamar "Mar" porque se sentía como una mujer o quería ser una. Y no, no era así; él se sentía perfectamente cómodo con su cuerpo, con su físico. Y tampoco era porque fuera gay. Él había descubierto que le gustaba el maquillaje mucho antes de darse cuenta que le prefería a los chicos y no las chicas. Él usaba "Mar" sólo porque tenía más estilo que su nombre completo.
—Claro. ¿De qué color es el vestido?
—Es color perla. O algo así. Aquí tengo fotos. Espera... —ella empezó a buscar fotografías del vestido, luego de haberle advertido a su prometido que no espiara.
Y Marcos tuvo que contenerse para no hacerlo tampoco porque si aquel chico era realmente Cristián, probablemente había fotos de él ahí.
—¡Mira! —ella casi lo golpea en el rostro con el móvil cuando encontró la foto. Marcos lo alejó un poco y, después de verlo, le dijo que probablemente sí se vería bien con los tonos que ella quería. Pero que también quería probar con otros looks y tonos diferentes.
—¡Lo que quieras! Confío más en ti que en mí —ella lo tomó de la mano y tiró de él hasta que llegaron a una pequeña habitación. Marcos se preguntó si Cristián sería como ella, ¿también tomaría su mano sin reparos cuando se encontraran, oficialmente, por primera vez?
—Le dije a mi hermano que eres un dios en esto. Así que lo que tú decidas está bien. De verdad —el parloteo de ella lo sacó de sus pensamientos.
—¿Así que tienes un hermano? —Marcos preguntó lo más casualmente que pudo. Sasha se rio. Ganándose una mala mirada de él.
Nat asintió. —Sí. Lo siento por eso. Pero no hablemos de él...
Y así fue. Durante las próximas cuatro o cinco horas –durante las cuales Sasha y el prometido se cansaron y terminaron yendo a preparar bebidas mientras hablaban del hermano de ella y su amigo– no hicieron más que hablar de maquillaje.
* * * * *
Por la noche, ya en su casa y después de mucho haberlo pensado, se atrevió a mandarle un mensaje a Cristián que no se había aparecido en todo el día.
Mar: Hola, señor silencioso. ¿Cómo estuvo tu día?
Casi creyó que no contestaría. Porque si realmente fue él y salió huyendo como lo hizo, debió ser por algo.
Pero la respuesta fue inmediata.
Cristián: Hola. Bien. Cansado. Johnny es un idiota y me tocó trabajar en mi día libre por su culpa.
Mar: Te entiendo. Uno hace cada cosa por los amigos. Si yo te contara todo lo que Sasha me hace hacer...
Cristián: Cuéntame :)
Marcos no sabía qué pensar. Cristián actuaba como si no se hubieran encontrado por casualidad hoy. ¿Quizá no era él y se lo inventó todo? ¿O era él y no lo reconoció?
Mar: Tal vez en otro momento. No quiero hablar de nadie más ahora. ¿Qué más hiciste en tu día?
Cristián: Iba a ver a mi hermana, pero no salió como esperaba. Y además quieres que hablemos de nosotros, ¿no?
Oh. ¡Entonces sí era él!
Tenía que serlo. Los ojos eran del mismo azul, Nat habló de su hermano y Cristián tenía una hermana que iba a ver hoy. Demasiadas casualidades.
¿Por qué Cristian no lo mencionaba?
Y lo peor era que si era verdad inevitablemente se iban a encontrar en persona, aunque Cristián no lo invitara a salir. Porque Nat insistió en que debía ir a la boda. Y no sabía si eso era bueno o malo.
Mar: Sí. De nosotros. Vamos a jugar a las veinte preguntas. Comienzo yo. ¿Color favorito?
De cualquier manera, decidió no mencionarlo. Al menos por el momento.
Cristián: Fácil. El verde.
Quizá era absurdo, pero eso lo hizo sentir mal. Obviamente sabía que nadie dice "Mi color favorito es el marrón", pero era el color de sus ojos, lo único que Cris conocía de él. Hubiera sido una bonita coincidencia.
Y, además, él siempre había tenido una especie de trauma por no ser como su amiga. Ella tenía ojos bonitos, tan verdes, que contrastaban perfecto con su piel blanca y cabello rojizo. Mientras que él era demasiado simple: los ojos marrones, cabello castaño, la piel de ese moreno claro que no era nada especial... Sin maquillaje él no sería nada.
* ~ * ~ *
Déjenme sus preguntas para los chicos. Para Mar y para Cris. ¿Qué quieren saber de ellos?
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Hay un gay en línea
Teen FictionTERMINADA» Cristián es completamente heterosexual -o eso se suponía-, pero no logra encontrar a una chica que realmente lo haga sentir completo. Y, bueno, pronto se acerca la boda de su hermana y no quiere ir solo; así que, como última y desesperada...