Los celos son los hermanos del amor, como el diablo es hermano de los ángeles.
(Stanislas de Boufflers)
Entre sus principales opciones había tres Youtubers con igual o más fama que él.
Sol era un chico hermoso que en sus inicios había sufrido ciberbullying debido a que lo consideraban muy "femenino". Constantemente recibía malos comentarios para de tipo “habla como hombre”, “¿por qué usas ropa de mujer?”, “por más que intentes ser una chica, no lo eres”. Nadie entendía que Sol no intentaba ser mujer ni pretendía hacerse pasar por una, simplemente era él mismo y así era feliz.
Marcos lo admiraba mucho.
Después estaba Carlo. Un chico muy andrógino que precisamente debido a eso, por sus rasgos masculinos y femeninos, había sido aceptado por todos. Hombres y mujeres lo seguían y lo halagaban mucho. Y ese cabello plateado. Uf, Marcos se imaginaba demasiados looks brillantes con él.
El último –que era a quien estaba viendo cuando Cristián llegó– era Rude. Y Rude era, ciertamente, demasiado rudo y oscuro. Quizá el amante del maquillaje más masculino que Marcos hubiera conocido. Alto, musculoso, con voz profunda. Y la cantidad de estereotipos que Rude rompía era enorme. Él había demostrado que un hombre no dejaba de ser "masculino" simplemente porque le gustaba el maquillaje.
Y sí, ok, probablemente Marcos había tenido un ligero crush con él. Hubo un tiempo en el que pasaba horas mirando sus videos.
Probablemente sería el mejor momento para una colaboración. Ya no sentía que se moría por conocerlo, pero sería fascinante grabar juntos. ¡Sólo imagínalo!
Probablemente había estado sonriendo como un tonto mientras le hacía zoom a la foto, cuando ese “¿Qué estás viendo, Mar?” llegó.
Y esa mano... ¡Esa maldita mano en su hombro que quemaba y lo llenaba de electricidad!
Ya no sabría decir si las mariposas eran por la emoción ante una posible colaboración con un viejo crush o por la cercanía de Cristián. Su... amigo.
* * * * *
Nervioso es decir poco. Lo que Cristián estaba sintiendo cuando salió de la oficina no se comparaba a nada que hubiera sentido antes. Probablemente ni siquiera en su anterior cita con Mar.
«Pero esto no es una cita —se recordó—. Somos sólo dos amigos saliendo».
Aunque... Espera, ¿los amigos pueden tener citas?
Iba a sacar su móvil para preguntarle a Arturo, cuando precisamente llegaron varias notificaciones de la aplicación. Cristián se detuvo, con el corazón golpeando con fuerza. ¿Y si era Mar para cancelarle?
Sería una buena venganza después de lo que él le había hecho.
Casi que no quería ver los mensajes, pero al final lo hizo. Y era Arturo que, como siempre, no ayudaba en nada.
Arturo: ¡Tú puedes, tigre!
Arturo: No, espera. Esa frase es muy desagradable y, además, ustedes son sólo amigos.
Cristián puso los ojos en blanco y escribió una respuesta rápida.
Cristián: ¿No tienes nada mejor que hacer?
La respuesta de Arturo fue rápida:
Arturo: En realidad, no. Estoy buscando inspiración para mi nueva novela. Es sobre un chico hetero y...
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Hay un gay en línea
Teen FictionTERMINADA» Cristián es completamente heterosexual -o eso se suponía-, pero no logra encontrar a una chica que realmente lo haga sentir completo. Y, bueno, pronto se acerca la boda de su hermana y no quiere ir solo; así que, como última y desesperada...