La Ravenclaw que conquistó Slytherin

52

Alyssa despertó entre sábanas gastadas y olor a licor barato.

Salió de su habitación y miró por la ventana de su apartamento, hacia la ciudad, eran cerca de las cuatro de la tarde.

Los vehículos pasaban uno tras otro, se veían pequeños, como escarabajos, como cucarachas.

- Eso es lo que soy - dijo dándole un sorbo al café que le había quedado de la noche anterior - una maldita cucaracha.

Habían pasado dos meses desde que había despertado por primera vez luego de todos los incidentes, pero ella no lo sabía.

Todo lo que sabía era que debía ingresar en un mes a Castelobruxo, a cursar su sexto año de escolaridad mágica, según decía la carta que tenía olvidada en la cómoda.

Alyssa sabía que era una bruja, pero aún así, no le gustaba, sabía que había olvidado la mayor parte de su vida, tenía recuerdos vagos y órdenes que seguir, eso era todo lo que sabía.

Ignorando todo aquel mundo, Alyssa repasó los sucesos ocurridos la noche anterior. Se ganaba la vida cantando en un pequeño bar de mala muerte que despedía olor a cigarrillos y alcohol.

Después de darle la última calada a su cigarrillo, se metió a la ducha y lavó todos aquellos pensamientos que tenía últimamente acerca de la muerte.

Luego de salir de la ducha, se metió en un vestido ajustado de color azul noche y lo bastante corto como para atraer todas las miradas que quisiera. Se calzó unos tacones negros altos y una chaqueta voluminosa en los hombros de color rosa palo. Con los lentes sobre la cabeza, su pequeño bolso en el brazo y un cigarrillo entre los labios rojos, caminó unas cuantas calles abajo, hacia el bar.

Al llegar, el aroma a licor y tabaco le inundó las fosas nasales y una calurosa bienvenida por parte de los clientes del local la recibió.

- Alyssa, ven por aquí - le indicó Ester, otra de las mujeres que cantaban en el bar - tenemos noticias.

Alyssa se adentró tras bambalinas, seguida por Sara, una mujer que casi le doblaba en edad.

- Tendremos clientela distinguida esta noche - le dijo - el dueño del bar traerá a unos colegas a jugar.

- Entonces es su día de suerte - rió - hoy me siento mejor que nunca, más fresca que una lechuga.

Todas rieron.

Alyssa solía agradarle a todas las personas que se cruzaban por su camino.

Luego de tomar una copa, Sara la presentó ante distinguido público y Alyssa subió al escenario. Entre la multitud pudo notar un chico con el color de cabello tan peculiar, como si le hubiese visto antes, pero no le tomó importancia y prosiguió con su espectáculo.

- Gracias a mi público favorito - agradeció mientras prendía un cigarrillo - esta canción se llama Back to black, espero que la disfruten.

No dejó tiempo para arrepentirse
Mantuvo su polla mojada
Con su misma vieja apuesta segura

Yo y mi cabeza en alto
Y mis lágrimas secas
Seguí sin mi chico

Volviste a lo que sabías
Tan lejos
De todo lo que pasamos

Y sigo una pista turbulenta
Mis probabilidades están apiladas
Y volveré a la oscuridad

Sólo dijimos adiós con palabras
Morí cien veces
Tu vuelves con ella
Y yo vuelvo
Y yo vuelvo a nosotros

Te amo tanto
No es suficiente
Tu amas fuerte y yo amo despacio

Y la vida es como una pipa
Y soy un centavo diminuto
Enrollando las paredes por dentro

Sólo dijimos adiós con palabras
Morí cien veces
Tu vuelves con ella
Y yo vuelvo

Sólo dijimos adiós con palabras
Morí cien veces
Tu vuelves con ella
Y yo vuelvo

A la oscuridad...

A la oscuridad...

A la oscuridad...

A la oscuridad...

A la oscuridad...

A la oscuridad...

A la oscuridad...

Sólo dijimos adiós con palabras
Morí cien veces
Tu vuelves con ella
Y yo vuelvo

Sólo dijimos adiós con palabras
Morí cien veces
Tu vuelves con ella
Y yo vuelvo a la oscuridad...