El amor todo lo puede, el amor todo resuelve y es el arma para vencer cualquier cosa. Es lo que todos dicen ¿No?
Jeon Somin, una mujer responsable con cualidades buenas además de ser increíblemente bella tiene una vida tranquila acompañada de grandi...
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—Tranquila, Joohyun. No debe ser nada grave—admitió J.Seph esperando que sus palabras fueran ciertas. Pero al ver la cara de susto que ya hacía en Joohyun lo dudaba.
—¡Es algo horrible!— gritó Irene con terror tapando su boca.
—¿Qué hay adentro, J.Seph?— preguntó Somin con los nervios de punta sosteniendo los brazos de Irene. Parecía algo realmente malo, temía que en cualquier momento la chica se desmayara.
—Escuche un grito ¿Qué sucedió?—llego Lee Donghae respirando agitadamente alarmado entrando al habitación.
—Esa caja estaba en la mesa de la ventana... —señaló Irene con voz temblorosa.
J.Seph se acercó sigilosamente a la mesa junto a la ventana, abrió las tapas de la caja y casi vomitó al ver lo que contenía.
—¡Lee Donghae!— exclamó al jefe de seguridad —¡¿Quién puso esto en mi casa?!
Donghae se acercó hacia el objetivo y al igual que todos compartió el mismo sentimiento.
—¿Una mano?— el jefe de seguridad se tapó con horror la boca mientras que sacaba unos guantes del botiquín de primeros auxilios ubicado al fondo del armario de la habitación. Se los colocó rápidamente e inspeccionó completamente aquella extremidad. Parecía ser una mano completamente real, de una persona de entre veinte y treinta años, desplegó los dedos que formaban un puño y lo que cubrían eran aún más atemorizante; una lengua cortada y un par de ojos, además un papel cuyo contenido era una frase para temer lo peor. En especial para una mujer embarazada como Somin.
"La muerte será el comienzo de un nacimiento"
—Esto es una mano real. Y parece fresca — dictó Donghae.
—¿Alguien entro a la casa mientras me ausenté?— preguntó Taehyung seriamente conteniendo su pánico. Si la policía hallaba eso, posiblemente ya estaría metido en un problema enorme con la ley.
—No, señor — dijo —. Nadie entro por ninguna puerta, ni por las ventanas.
—¡¿Entonces cómo llegaron semejantes pedazos de carne a aquí?! Alguien debió haberlo puesto— exclamó esta vez enfadado el dueño de la casa.
—Investigare esto. No deben preocuparse — Donghae cogió la caja para llevársela arrugando la nariz evitando el olor.
—Más vale, porqué aquel que se atrevió a poner tal insultó en mis propiedades será castigado severamente.
—Por supuesto, señor Taehyung— Lee salió rápidamente dejando a las chicas estoicas.
Ese era un caso demasiado extraño para todos. J.Seph no encontró otra opción posible para internar esa caja más que un guardia de la zona lo hubiera puesto, era imposible que alguien más haya intentado meterse para incriminarlo de algún acto pecador. Estaba más que aterrado, furioso con el culpable. Nadie se atrevería a semejante barbaridad.
